Ayer, durante la mañana y tarde, organizaciones feministas y militantes se manifestaron en las calles de Resistencia en el marco del 8M, con distintas insignias políticas y sindicales, se unificaron en reclamos y posturas, que se centraron en la precarización laboral de las mujeres, la urgencia de prevenir y abordar los femicidios y las múltiples violencias contra los pueblos originarios y movimientos sociales.
Por la mañana se reunieron distintas organizaciones convocadas por la Mesa Multisectorial Feminista, desde trabajadoras judiciales, militantes y educadoras. Las consignas fueron las mismas para todas; el padecimiento de la crisis económica que se agrava. “Nuestros ingresos no alcanzan a cubrir la canasta básica familiar. Se hace urgente tomar medidas económicas que toquen los intereses de monopolios”, destacaron en el documento de cierre, que fue leído al final de la marcha.
También, reivindicaron la urgencia de una reforma judicial, que aborde correctamente los crímenes de odio hacia las expresiones de género y los femicidios. “En nuestro país cada 36 horas se producen femicidios, travesticidios, y crímenes de odio. Llegando al intento de magnicidio y femicidio de la Vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner”, remarcaron.
Del mismo modo se expresaron en contra del sistema policial “represivo y carcelario”, haciendo énfasis en las represiones a la protesta social y los hechos de violencia ocurridos en Misión Nueva Pompeya, exigieron el cese de la violencia contra los pueblos originarios y la aparición de Salustiano Giménez y todas las personas indígenas que continúan desaparecidas. “Nos solidarizamos con el pueblo wichí de Nueva Pompeya, basta de desapariciones, asesinatos, femicidios, despojo, represión”.
Otro de los ejes de reclamo de la Mesa Multisectorial Feminista (MMF), y tema que reincide en todas las jornadas del 8 de marzo, es la visibilización de las tareas domésticas como trabajo no reconocido. “Organizamos en cada barrio propuestas y herramientas que reconozcan nuestra tarea de cuidado como ese aporte invisibilizado. Somos las que cuidan, somos trabajadoras del cuidado en la Economía Popular. Eso que llaman amor, es trabajo”.
Ante estas denuncias, entre las consignas que se anuncian al finalizar el documento, se encuentran, el cese de la persecución a los movimientos sociales, el esclarecimiento del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, prevención y abordaje de los femicidios y transfemicidios, mejoras en condiciones salariales, reducción de la brecha y el reconocimiento de las tareas de cuidado, más políticas urgentes para frenar la inflación, cumplimiento efectivo de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, reconocimiento de las identidades diversas y los derechos de las niñeces, entre otros.
