Derechos Humanos

Siete casos de abuso sexual y embarazo forzado en niñas

Desde el Servicio de Asistencia Integral a los Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia (Sainnav) del hospital Pediátrico, su responsable, Paola Benítez, se refirió a la estadísticas de casos que se atendieron en los once meses que van del año tras la muerte de la nena wichí de 13 años que falleció hace una semana luego de dar a luz a un bebé prematuro que murió al nacer.

Benítez, en declaraciones a radio Libertad, aclaró que con el Sainnav: “En el hospital Perrando, se atiende a niñas, niños y adolescentes hasta los 13 años, 11 meses y 29 días, es decir hasta los 14 años. Luego el grupo etario siguiente continúa la asistencia en el hospital Perrando”.

“Respecto de las niñas y adolescentes que atendimos en lo que va del transcurso del año, que fueron víctimas de violación y producto de eso quedaron embarazadas, hemos tenido siete casos”, detalló y añadió que “más de la mitad” corresponde a menor “provenientes del interior”. Y comparó los número con 2017: “El año pasado atendimos nueve casos de niñas embarazadas, un 50 por ciento de la zona del Gran Resistencia y el resto del interior”.

Precisó además que todos: “Los casos llegan luego de la denuncia o ante la sospecha de un abuso, pero quedan afuera (y por eso son tan poquitos) todos aquellos en que fueron víctimas de violación, sucede el embarazo posteriormente y no se asume como un abuso sexual infantil sino como un embarazo en la adolescencia sin evaluarse la posibilidad de que esa niña o adolescente haya sido víctima de una violación”.  

Y en ese sentido, recordó la “provincia tiene una de las cifras más altas a nivel país de niñas y adolescentes, menores de 15 años, embarazadas. De hecho redobla la tasa media del país el número”.

 

VULNERACIÓN DE DERECHOS

La titular del Sainnav hizo hincapié en la falta de información sobre la realidad del abuso sexual en la infancia y la salud reproductiva: “Llegan con gestaciones con más de 20 semanas, por ende no hay posibilidad de aplicar el protocolo de interrupción legal del embarazo. Nuevamente hay un derecho vulnerado porque no pudieron acceder a salud tempranamente y por ende hacer un diagnóstico precoz dentro del tiempo, las 14 semanas, como para poder decidir la interrupción legal”.

“Todos los casos que hemos atendido en el Servicio de niñas víctimas de abuso sexual infantil y que posterior a esto cursaron un embarazo, consultan por otras situaciones; ya sea dolores abdominales o amenorrea de larga data. Ninguna consulta pensando en la posibilidad del embarazo, es un diagnóstico en el momento de la atención que no se tuvo como posibilidad antes de la consulta”, advirtió como una estadística que alarma.

Por lo que reparó en la necesidad de que “no solo los niños y adolescentes, sino también como adultos, se pueda conocer respecto de esta problemática, que lamentablemente es muy frecuente, el abuso sexual infantil. Tener el conocimiento necesario para poder transmitir a nuestros niños es importantísimo”. “La mayor falta está en no tenerlo presente como una problemática frecuente”, sostuvo.  

“Fundamentalmente con la violencia sexual y las posibilidades de embarazo temprano, secundarios a violaciones, o embarazos en adolescente no programados, tenemos como profesionales de la salud la necesidad de implementar un cuestionario o consejos a la hora de la consulta para ayudar a prevenir y detectar una situación que pueda estar acechando al niño o la adolescente y, a  su vez, entregarle las herramientas como manera de prevención en una consulta de control sano”, propuso en su calidad de pediatra y trabajadora del sistema de salud. “Necesitamos empezar a comprometernos desde el lugar donde estamos a trabajar en esto”, concluyó.

Cooperativa La Prensa

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