(CORRESPONSALÍA – ANDREA BERNARDIS) La querella del caso de la menor abusada por un hombre que trabajaba en una reconocida heladería heladero de Sáenz Peña dio detalles sobre los abusos que sufrió la pequeña durante la convivencia con su madre y el hombre, pareja de ésta. Por ello, solicitaron la detención de la mujer.
La causa iniciada a raíz de una denuncia realizada por Patricia Romero, abuela de la joven, derivo a la detención de F. T. de 28 años, trabajador de una heladería en La Termal.
“La situación tuvo origen en 2012, cuando la víctima tenía ocho años y vivía con su madre en el barrio Loma Linda, de donde ella se escapó y fue a vivir con sus abuelos. Allí, recién se hizo público ante la familia por diversas manifestaciones de la muchacha como gritos mientras dormía y autoflagelaciones que se aplicada”, explicó el abogado.
Ante esta situación, la abuela decidió someter a su nieta a tratamiento psicológico, donde los doctores que la atendieron emitieron un informe, incorporado en el expediente, en el cual confirman que la niña mostraba señales claras de haber sido abusaba sexualmente. Esto derivó a que se inicie una causa por “abuso sexual simple”. La investigación está a cargo de la Fiscalía N° 3 del doctor Marcelo Soto.
DETENCIÓN DE LA MADRE
Paralelamente a la Fiscalía, como acusador privador, Collado inició una serie de investigaciones donde incorporaron elementos como el certificado del médico forense donde constan los abusos.
Luego de las reiteradas declaraciones en una cámara Gesell y de entrevistas ante el juez del Juzgado de Menor, la menor cuenta cómo fue el hecho y quién era el culpable. También, confirma que en reiteradas oportunidades contó a su madre que le dolía sus partes íntimas pero “ella lo ignoró y le daba calmantes porque decía que eran dolores propios del crecimiento”, señaló.
“Falta producir una testimonial, las declaraciones de la hermana mayor de la víctima y se solicitará la detención de la madre como encubridora de su pareja en el delito de abuso sexual. Estoy convencido de que la madre tenía pleno conocimiento de lo que sucedía”, remarcó el abogado.
En caso de llegar a juicio, el señalado como culpable se enfrentaría a una pena de 8 a 20 años por el agravante de convivencia con la menor.
