Ayer por la mañana, se concretó la sesión extraordinaria en el Concejo Deliberante de Quitilipi para analizar el pedido de destitución de Sergio Casalboni. La Intendencia quedó a cargo provisoriamente del presidente del Concejo, José Barnes, quien debe llamar a elecciones en el lapso de cinco días.
Pero ante la negativa de abandonar su cargo, el exintendnete optó por encerrarse junto a su gabinete en una de las oficinas del Palacio municipal. Desde allí, informó: “Se comunica a Quitilipi que según lo previsto en el artículo 46° de la ley orgánica del Municipio, no se emitió acto jurídico válido para la destitución. Por tal motivo, la Justicia no actuó ordenando el desalojo de Carlos Casalboni, quien continúa siendo el intendente y trabaja con normalidad junto a su gabinete.Se lamenta profundamente el actuar de un grupo de empleados que emitió insultos y agravios contra su envestidura y parte de su equipo, así como también la libre circulación en el edificio municipal y el normal desempeño de sus compañeros de trabajo por lo cual se evaluarán las sanciones correspondientes a cada caso”.
Cabe destacar que las causas que impulsaron la salida de Casalboni de la Municipalidad son tres: una contratación de la cooperativa Las Palmeras Limitada, la designación irregular como coordinador de El Palmar de un agente sanitario que tiene dedicación tiempo completo en el Ministerio de Salud y el incumplimiento de una medida judicial que ordenó reincorporar a cuatro trabajadores municipales.
