Bernal comenzó explicando, “hay muchos puntos en los cuales detenerse y en ninguno de ellos hay una salida beneficiosa. La primera lectura es política, ya que es un acuerdo que le sirvió tanto a la Unión Europea como al país para establecer que lograron cerrar un acuerdo que se venía negociando hace 20 años. Por lo que Cambiemos hace hincapié en que lo cerró en cuatro; pero lo que el gobierno nacional estaba queriendo conseguir era una mejor posición en términos comerciales con Europa, por lo que finaliza las negociaciones realizando una concesión, es decir que Argentina concedió todo lo que la UE no le quiso dar en estas dos décadas de negociación”.
La especialista económica, afirmó que el mundo ve a la Argentina como la gran “perdedora”. “Por ejemplo desde el New York Times, expresaron que la UE salió victoriosa en este acuerdo, es decir que así nos ve el resto del mundo”.
TRANSPARENCIA CERO
Bernal cuestionó también la falta de transparencia que tanto pondera el gobierno nacional, ya que no brindaron información acerca de lo resulto, “toda la información que se pudo recaudar son los documentos provistos desde el viejo continente. Cambiemos no filtró información específica, es más todo fue negociado con un hermetismo absoluto porque no se consideró, ni se consultó a las pymes ni a la Unión Industrial, sino que básicamente fue un acuerdo entre partes lo que se firmó, el cual ni siquiera paso por el Congreso. Dejando demostrada la perdida de institucionalidad del país básicamente.
TÉRMINOS ECONÓMICOS
En cuanto a los sectores más afectados por lo acordado, Bernal pormenorizó: “Habrá desregulación del comercio en el sector industrial, es decir la mayor parte del comercio de este acuerdo ya estaba liberalizado, pero lo que más se perjudicará son las posiciones arancelarias, es decir los sectores que van a quedar desprotegidos. Por ej: la automotriz es uno de ellos y será el más afectado, dado que hay una gran posibilidad de que el sector quede reducido al mínimo o bien desaparezca. Es decir que entren todos los autos de afuera y nos quedemos sin industria automotriz,
por lo que se debe tener en cuenta todos los encadenamientos hacia atrás en el entramado de industria metal-mecánica. Porque si bien nosotros ensamblamos los autos, tenemos una industria de proveedores detrás que es muy importante para el país dado que genera muchos puestos de trabajo. De hecho, hay la consultora ‘Radar’ de Paula Español estimó que la cantidad de empleos que se perderían en autos y metal mecánica son cercanos a los 185 mil puestos, lo cual significará una baja sensible en la economía”.
Además, la magister económica remarcó que la producción agropecuaria, la industria ganadera, láctea, el sector vitivinícola, los medicamentos y la obra pública se verán sensiblemente afectados con lo aceptado por el gobierno de Mauricio Macri.
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