Los trabajadores de la Secretaria denunciaron las políticas públicas en retroceso. En un comunicado explicaron que en «la ley número 27.118 “Reparación histórica de la Agricultura Familiar para la construcción de una nueva ruralidad en Argentina” del 2014 persigue la finalidad de: Identificación del sector como sujeto productivo y no como sujeto asistencial, generar un banco de tierras, promoción de semillas criollas, promover los derechos de los pueblos originarios, apoyar a las organizaciones de la A.F., financiamiento, investigación en tecnologías apropiadas, desarrollar una cadena nacional de comercialización y compre estatal»
Esta ley sigue vigente y no se está cumpliendo. No se reglamentó. Dotar a la Secretaria de Agricultura Familiar de la misión que impulsa la ley favorecería a la A.F, campesina e indígena e iría en contra de los intereses del sector agropecuario empresarial concentrado cuyos referentes conducen hoy el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Las políticas de apoyo a la población rural en Argentina como la SAF, hoy en constante vaciamiento, han logrado objetivos claros de disminución de pobreza y hambre, arraigo, cuidado de la biodiversidad (particularmente los bosques nativos y las semillas criollas), defensa de pueblos originarios, etc. En definitiva muchas veces es la vía de acceso a la defensa de los derechos humanos de las generaciones actuales y de las futuras.
La Agricultura Familiar tiene la cualidad de la persistencia. Hoy la gente que vive y produce en el campo no quiso irse en las distintas oleadas de migración a las ciudades que hubo en la historia del país.
Hoy que las ciudades también expulsan, hoy que mucha gente quiere volver al campo, hoy que la población empieza a valorar y buscar alimentos sanos, locales, naturales, artesanales no como un lujo sino como un derecho, hoy más que nunca hacen falta políticas activas para el apoyo a las producciones y a la vida en el campo.
Los organismos internacionales (FAO, OMS, OPS, IICA, ONU, BID) reconocen el rol fundamental de la Agricultura Familiar en la alimentación, en el cuidado de la biodiversidad, en el arraigo, en lo económico y en lo cultural y asimismo refuerzan la importancia de políticas públicas sólidas y continuas para el sector por parte de los Estados.
Para trabajar productivamente y lograr objetivos de desarrollo hacen falta técnicxs que recorran continuamente los territorios, que dialoguen cotidianamente con las familias y sus organizaciones, que articulen con otras instituciones del Estado, que gestionen proyectos de acceso a los recursos productivos, al agua, a la titularización y acceso a las tierras, a los mercados locales y nacionales, a las tecnologías apropiadas, etc.
LA SITUACIÓN INSTITUCIONAL DE LA SAF Y DE LOS TRABAJADORES
Actualmente no solo no existe ninguna propuesta de trabajo con recursos orientada a fortalecer el sector de la agricultura familiar sino que también la Institución nacional encargada de acompañar al sector no tiene una estructura formal.
En el marco de la política de achique del Estado Nacional en los últimos años, la situación se recrudeció con despidos, en la provincia del Chaco entre el año 2016 y 2018 fueron despedidos la mitad de los tecnicos que desarrollaban tareas en la Delegación provincial. “El ministerio argumenta para nuestros despidos y nuestra inseguridad laboral que el trabajo que realizamos es temporal cuando todo lo anterior demuestra (inclusive la ley que ampara la AF) que nuestro trabajo es una tarea permanente y parte de una política de estado. Esto evidencia que la variable de ajuste terminamos siendo los trabajadores”, sostuvieron.
El resultado de todo el desmantelamiento de la SAF son territorios desatendidos, equipos territoriales desarmados, procesos de trabajo interrumpidos debido a los despidos sufridos, falta de recursos en general, insuficiente cantidad de fuentes de financiamiento para proyectos y actividades: “Estamos ante el retroceso en los procesos sostenidos por más de 25 años en todo el país”.
REIVINDICACIONES Y PROPUESTAS
Los trabajadores expresaron que “con la fuerza de las convicciones y la continuidad de la lucha en diferentes espacios, hemos conseguido por vía judicial la reinstalación de siete compañerxs en sus puestos de trabajo, aunque estas medidas fueron apeladas por el Ministerio, siguen vigentes. Aún quedan compañerxs despedidxs y territorios sin presencia de tecnicxs de la SAF”.
Por todo lo expuesto, reivindican:
– La reincorporación de todos les trabajadores despedidos en la Secretaría de Agricultura Familiar, son necesarios para el desarrollo efectivo de la política pública específica para el sector de la AF y un estado presente para las comunidades rurales.
– Defienden las políticas activas para el sector, la recomposición de herramientas de formalización adaptadas a las características del sector para una mejor comercialización y exigimos la recomposición de recursos para la Secretaría de Agricultura Familiar.
– Reglamentación de la Ley de Reparación histórica de la AF con asignación presupuestaria acorde a las necesidades del sector daría el marco institucional a la SSAF y los recursos necesarios permanentes para poder llevar adelante el trabajo en todos los territorios de nuestro país, garantizando la soberanía y seguridad alimentaria, el cuidado de la biodiversidad, la ocupación territorial, etc.
¿QUIÉNES SON?
Los trabajadores de la Secretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial de la Nación (SAF), Delegación Chaco, forman parte del organigrama del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y es el principal organismo de extensión rural, dentro del Estado Nacional, dedicado al sector familiar campesino-indígena en el país. “Somos técnicos de diversas disciplinas y saberes, organizados en equipos territoriales, que promovemos el desarrollo de oportunidades para mejorar las condiciones de vida y producción del sector de la Agricultura Familiar, Campesina y de Pueblos Originarios”, explicaron.
Ellos asesoran procesos de desarrollo rural integral, a través de la formulación, gestión y ejecución de proyectos productivos, de comercialización, comunicación, organización y acceso a la tierra y al agua, etc. Además, realizan el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF). En cada territorio articulamos y tejemos redes con otros organismos del estado nacional, provincial y/o municipal.
