Ocurrió en la semana pero tomó trascendencia ayer: niños de un jardín y docentes de una zona rural de Charata fueron infectados con agrotóxicos por la acción de un fumigador terrestre en un campo lindante, el miércoles. En un paraje rural de Pampa del Infierno, también ocurrió un hecho similar.
Ambos casos violan lo establecido en el artículo 26 de la ley de biocidas de la provincia que establece q no deben realizarse pulverizaciones de agrotóxicos a menos de 1.500 metros en forma aérea y de 500 metros en forma terrestre desde centros urbanos, establecimientos educativos, sanitarios, reservas y fuentes o reservorios de agua.
La ingeniera Mara Rodríguez, subsecretaria de Ambiente de la Municipalidad de Charata, en contacto con elDIARIO de La Región relató que tomaron conocimiento dos horas después de la fumigación y tuvo intervención en las actuaciones. Cerca de las 9 del miércoles, en la Escuela de Educación Primaria N° 385 de Colonia Necochea, zona rural de Charata, docentes y alumnos de jardín comenzaron a sentir un fuerte olor y sintomas de intoxicación, salieron del lugar para tomar aire fresco y vieron el fumigador terrestre funcionando, conocido popularmente como “mosquito”. La situación pasó a mayores, con sofocos, irritaciones en los ojos, y picor en la garganta a raíz del accionar de los productos agroquímicos de fumigación en un campo lindante con el establecimiento.
Por ello, llamaron a la comisaría rural y al hospital de la zona, donde docentes y alumnos fueron derivados para ser atendidos. En horas del mediodía, les dieron el alta con un diagnóstico de intoxicación leve. Desde el Municipio, se radicó la denuncia ante Fiscalización ambiental de la provincia, que depende de la Subsecretaría de Ambiente, se realizó un acta en la que se ratificaron los dichos de la docente y luego de una entrevista con el dueño del campo, Héctor Equizabal, de 58 años y el aplicador, Sergio Ibrain, el cual fue inhabilitado. Utilizaron un herbicida cletodin para pasto ruso para fumigar el sembrado.
NO SON CASOS
AISLADOS
Como una muestra de que este tipo de casos son frecuentes, esta semana ocurrió en otra escuela de Pampa del infierno un hecho similar, con la fumigación de la EEP N° 843 Carlos Ventre, del paraje Pampa el Molla. Se presentó una denuncia pero las aplicaciones continúan. Incluso, hay muchos otros casos en los que ni siquiera denuncian, aunque hay un protocolo para denuncias. Según pudo saber este matutino, la resolución Ministerial de Educación plantea la denuncia de este tipo de hechos de modo muy clara y explícito, pero por un lado hay temor para hacerlo, se convive a diario con fumigadores, o se trata de superiores jerárquicos.
INFANCIA
FUMIGADA
El portal Chaco Día por Día publicó declaraciones de los afectados, como por ejemplo la vecina del barrio El Fisco, María Humaño: “Yo vi que pasó el mosquitero, la maestra le hizo seña pero no quería parar. Iba y venía todo el tiempo. Después, sentimos picazón en la garganta, ardor de ojos y ahí la maestra los mando a la casa a los chicos. El mosquitero no paró en ningún momento, seguía curando el girasol. Yo más me preocupaba porque acá hay un bebe recién nacido, lo tenía afuera ella y después lo metió a la casa”, detalló. Y agregó: “Después vi que llego la Policía, llegó la ambulancia y los llevaron a los chicos. Se veía que andaba curando desde temprano y por acá paso cerca de las 10. Yo hace poco que estoy en el barrio pero los vecinos dicen que siempre curaban así ese campo, se agrava más cuando hay viento norte. Sentimos el olor a veneno y al rato nos empezó a picar la garganta, a arder los ojos. Mi nieto va al jardín y le noté los ojitos rojos, tosía y ahora dice que está con dolor de panza”.
