Este viernes se cumplió la jornada Nº 31 del juicio oral Caballero II por desapariciones, torturas y violaciones en el centro clandestino que funcionara en la Brigada de Investigaciones de la Policía. Allí, brindó testimonio la ex legisladora por Coalición Cívica-ARI Elsa Quiroz, quien declaró sin la presencia de público ni de los imputados, ante el tribunal y las partes.
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 1 de junio, fecha luego de la cual los debates continuarán a su vez el 8, 9, 16 y 30. Desde la Fiscalía, fundamentaron la medida en base a disposiciones internacionales y protocolos a seguir para evitar la revictimización de testigos sobrevivientes “en resguardo de la intimidad e integridad ante situaciones de violencia sexual”. Por ello, solicitaron el desalojo de la sala para la permanencia de magistrados, querella, fiscalía y defensa. Idéntica modalidad se aplicará durante el futuro testimonio de Nora Valladares.
Cabe destacar que las últimas audiencias tuvieron como eje principal testimonios durísimos de vejámenes y abusos por parte de la “patota” de policías y militares a detenidas políticas. En ese sentido, la senadora formoseña justicialista Graciela de la Rosa señaló que los imputados “hicieron lo que quisieron, sin límites de ningún tipo y fuera de los patrones de lo que uno entiende como comportamiento humano”.
La causa Caballero II (llamada así por el represor que encabezaba la nómina de imputados del primer juicio por torturas en la Brigada, Humberto Lucio Caballero, fallecido) comenzó su etapa de juicio oral el 16 de junio de 2016. Figuran como imputados 12 represores del terrorismo de Estado, diez expolicías y dos militares retirados por la imputación de tormento psíquico y físico agravado por la condición de detenido político de la víctima, privación ilegítima de la libertad, desaparición forzada de personas y un caso de violación tomado como crimen de lesa humanidad.
SALVADA DE
LA MASACRE
Quiroz fue detenida en abril de 1976 y el 13 de mayo fue trasladada a la alcaidía, de donde la sacan junto con un grupo numeroso de presas el 19 de noviembre y las llevan al penal de Villa Devoto en el pabellón 36. Según su declaración en la causa Masacre de Margarita Belén en 2011, Quiroz y la detenida Nora Valladares, ferozmente torturada en la Brigada, podrían haber formado parte del “convoy de la muerte”, como se llamó al traslado y fusilamiento de detenidos y detenidas por razones políticas el 13 de diciembre de 1976.
Sucede que el 11 de diciembre, con Quiroz y Valladares en el penal de Villa Devoto, las autoridades les ordenaron prepararse para ser nuevamente trasladadas a bordo de un avión, sin mayores aclaraciones de la razón o el destino del viaje. Ante la negativa, durante todo el día, jefes de área del penal insistieron con la orden. La única defensa de las presas era denunciar a los gritos que se querían llevar a un grupo de gente de la cárcel apelando a la solidaridad de los vecinos, los únicos que podían informar de la situación a los familiares de las internas.
Finalmente, algunas horas después “bajó” la noticia de que el traslado se cancelaba por razones meteorológicas: excesiva cantidad de niebla hacía imposible el viaje. El 14 de diciembre, Quiroz se enteró por un hermano de que había sucedido la Masacre. El traslado no se efectivizó cuando las condiciones climáticas mejoraron.
