Esta habilitación les permite trabajar a medias y seguir generando y se renueva cada año, explicó Sotelo. Sin embargo, al momento de la renovación el Ministerio de Trabajo de la Nación reflotó una antigua denuncia que tuvo el frigorífico en 2015. Según relató, se trata de dos transportistas que en su momento durante un control a su vehículo “dijeron que pertenecían al frigorífico”. EL Ministerio les informó que la notificación para aclarar esta irregularidad fue enviada tres veces, pero Sotelo indicó que “nunca llegó”.
Actualmente, esta irregularidad les impediría renovar matrícula si no se resuelve antes de fin de año. Mientras que la Nación les sugirió aceptar la multa y pagar al menos $53.000, Sotelo indicó que no lo harán “porque sería aceptar algo que no es cierto”. “Como cooperativa no tenemos empleados y ya hicimos el descaro en su momento junto al abogado”, contó, pero con el cambio de administración se impugnó esa presentación.
PRODUCTO
DE LA LUCHA
“Vamos a volver a trabajar con mucha alegría y trataremos de sacar cosas buenas de esta mala experiencia”, expresó en diálogo con este medio Sotelo a principios de mayo, cuando pudieron volver a faenar. El resultado es “producto de la lucha. No sé si hubiera ocurrido de otra manera”, dijo y agregó: “Había compañeros que no conocían lo que es salir a pelear por su fuente de trabajo”. “Hoy lo saben. Esta fue nuestra segunda gran batalla; la primera fue cuando recuperamos el frigorífico”, expresó.
