30 años de servicio con la misma fuerza y convicción del primer día. Hoy, se cumple un nuevo aniversario de la farmacia sindical bancaria, nacida del impulso solidario de un grupo de pioneros que un 22 de agosto de 1986 emprendieron la aventura de organizar un servicio de salud para los trabajadores.La primera farmacia se inauguró en un piso del ex Banco del Chaco, en la calle que en ese entonces se llamaba Antártida Argentina y hoy es Illia. Ese local luego se trasladó a 25 de Mayo 379, donde funciona la farmacia y la administración central de una red social de farmacias en tres provincias. Al ser consultado sobre la historia de Asociación Mutual de Empleados Bancarios (AMEB), el presidente del Consejo Directivo, Rubén Ruffino, recordó: “Al año de haber asumido la conducción de la seccional Resistencia, detectamos que la compra de medicamentos era uno de los costos que más afectaba la economía familiar, entonces se planteó la necesidad de solucionar esta grave situación y para eso se debía crear una farmacia que brinde a los trabajadores un servicio de salud que fuera accesible a sus bolsillos. Sólo había un inconveniente, no se contaba con los elementos ni fondos necesarios para hacerlo”.
Ruffino comentó: “Los recursos económicos se consiguieron a través de una rifa, que compraron todos los bancarios”. “Esa rifa fue un éxito total y gracias a la colaboración de todos nació la primer farmacia sindical. Los muebles y el local fueron un préstamo del banco. Por un año, se ubicó en la calle Antártida Argentina (hoy Illia), en el primer piso de la casa central del Banco del Chaco. En ese momento, se contaba con una farmacéutica y dos trabajadores, era un comienzo muy precario”, reconoció.
CREAR Y CRECER
En este sentido, recordó que “un año más tarde y gracias a la gran aceptación del servicio, la farmacia abrió sus puertas en un amplio local alquilado sobre avenida 25 de Mayo al 300. La respuesta de los trabajadores y público en general fue inmediata”. “Ésta es una mutual abierta, se había abierto la inscripción de afiliados, y teníamos una cantidad importante. No hay que olvidar que es una entidad que no persigue fines de lucro y por lo tanto el precio de los medicamentos para los afiliados era muchísimo más bajo. En ese momento, significaba un descuento de entre un 15 y un 20 por ciento con relación a las demás farmacias. Por eso, hubo una respuesta tan favorable de los compañeros y demás afiliados”, explicó Ruffino.
Desde entonces, y con el respaldo masivo de la sociedad y en especial de los trabajadores bancarios, se incorporaron paulatinamente los servicios de podología, enfermería, aplicación de inyectables, control de presión arterial, control de glucemia y un seguro de sepelio para todo el grupo familiar con un subsidio. El crecimiento en el tiempo fue notable y hoy la farmacia sindical brinda su aporte social a más de 25.000 afiliados en sus cuatro locales de Resistencia y sucursales en Sáenz Peña, Castelli, Charata y Barranqueras.
UN CAMINO DE 30 AÑOS
“Alcanzar 30 años en esta actividad no resulta sencillo”, sostuvo y agregó que el “camino recorrido durante estos años en la AMEB nos permiten brindar hoy un aporte social a más de 25.000 afiliados en tres provincias: Chaco, Formosa y Corrientes. Son 30 años, 25.000 afiliados, más de 120 convenios firmados con organizaciones, sindicatos, asociaciones civiles sin fines de lucro y la pronta puesta en marcha de la sucursal en Fontana, lo que consolida nuestro compromiso permanente con la comunidad”.
En ese sentido, Ruffino señaló: “Hemos asumido un compromiso cuando creamos la AMEB y lo vamos a seguir asumiendo, porque tenemos una deuda con la sociedad que nos brinda su apoyo. Sueño con que la AMEB siga 100 años más cumpliendo con su función social, dando servicios no solamente a los trabajadores bancarios, sino a los sectores de menores ingresos y carenciados, que son los que más necesitan de nuestro apoyo y compromiso de trabajar por el bienestar de la comunidad en su conjunto de la que somos parte”.
