Derechos Humanos

Campaña por la Separación de la Iglesia y el Estado: “El momento es ahora”

En el medio del gran debate legislativo por la interrupción voluntaria del embarazo y debido a la implicancia directa que tuvieron algunos sectores de la iglesia católica y evangelista en contra del proyecto de ley, surgió la Campaña Nacional por la Separación de la Iglesia y el Estado, que se oficializó entre junio y julio.

Sin embargo, el punto disparador fue el 14 de marzo de 2018, cuando el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el inicio de una crisis económica y política anual, informó en la Cámara de Diputados de la Nación que del dinero que aporta la ciudadanía sin distinción de credos hay 130 millones de pesos que van para pagar los sueldos de los obispos católicos.

El 20 de junio se presentó oficialmente la campaña, y a la cabeza estaba ella: salteña, militante de la justicia social, la diversidad sexual y el transfeminismo, Taty Barranco. La referente nacional habló con elDIARIO de la Región para explicar de qué se trata la campaña, ahora que la convocatoria provincial inició en Chaco.

“Surge porque había una necesidad en la sociedad”, explicó y en esto agregó que “son muy importante las redes sociales, porque ahora la batalla también se da por ahí y llega a personas que antes no llegaba”. “No había un debate claro sobre la Iglesia y sus dogmas. Me parecía importante que se tome en cuenta y se concientice qué papel cumple la Iglesia con respecto a estos dogmas que nos hacen retroceder tanto”, prosiguió.

Así surgió la idea de activar un grupo de fuerza enorme, contó. Recalcó que tanto la idea como el colectivo actual tiene una base transfeminista, federal y plural. Según su mirada, si bien había agrupaciones que venían hablando desde antes del tema no lo hicieron con esta base. Además, cuestionó que se tenga una “rama feminista” dentro de una agrupación. No podes tener, “tenes que ser”, resaltó. “Me parece muy contradictoria y parte de la deconstrucción”, aclaró.

Taty señaló que esta insignia trae un gran significado ya que se venía del pañuelo blanco y luego del pañuelo verde, “vos ves el pañuelo verde y sabes de qué se trata”, indicó. “El pañuelo es hermoso, da la sensación de llama, es visible”, explicó.

“Estamos en contra de todo lo que la iglesia pregona”, apuntó y enumeró a los derechos que se opuso: las leyes de divorcio, matrimonio igualitario, identidad de género, divorcio, y algunas ramas del arte.

“Conlleva muchas cosas más, la lucha por el femicidio, (una institución) que te dice que sos objeto, hace que el patriarcado se afiance cada día más. La Iglesia es una participante de esta machismo violento”, expresó.

Barranco subrayó que la apostasía refuerza el impacto político y que se está dando en todas las provincias. La referencia “no se señaló con el dedo, siempre fue democrático y horizontal”. Destacó que se dan contextos más difíciles como en “las provincias del norte, con una impronta religiosa fuerte”. En esta cuarta ola feminista “ya no se lucha por derechos, es de vida o muerte, estamos muriendo simbólicamente con esta estigmatización social y de forma literal cuando chiques trans se están suicidando por estar estigmatizades”.

La campaña es apartidaria, “esta lucha nos atraviesa a todes por igual, por eso nos une esta causa, tiene que trascender a los partidos y agrupaciones”, explicó.  

La referente nacional indicó que hay dos pilares fundamentales que sostienen la campaña: uno legal y otro sociocultural. La Constitución Nacional, señaló, avala y sostiene la Iglesia Católica. Este aval antidemocrático y muy peligroso, continuó, porque “puede meterse y presionar a un Gobierno” respaldar la Constitución, porque es como un Estado dentro de otro. “El Estado laico no se cumple en la práctica”.

Además, denunció que la institución religiosa sostuvo y participó abiertamente de la última dictadura militar y ahora se respalda en leyes dictaminadas en esa época que la protegen. Pero el cambio real será sociocultural y ya inició con este tema como parte de la agenda pública. “El momento es ahora”, expresó y dijo que tuvo esta aceptación justamente por la mirada transfeminista que es lo que le faltaba.

“Mientras tanto lo más importante es que estemos unides, empezar a desaprender y deconstruirnos y ayudar a la persona de al lado que también lo pueda hacer, no tenemos que darle el gusto de ese separatismo”, manifestó. “El transfeminismo es el que tiene el poder y está en nuestras manos. Va a ser ley, porque ahora hay otra conciencia social”. “Se ha levantado la Iglesia conservadora con su ideología de género y esas cosas que inventan, y lo hacen porque estamos haciendo las cosas bien”, concluyó.

 

“HAY UN CERCO

MEDIÁTICO”

 

Salomé Meza Torres, referente de la Campaña en Santiago del Estero, comentó a este medio que la arremetida antiderecho es “tremendamente machista, misógina patriarcal y religiosa” y actúa con elementos falaces. “Tuvo una objeción sistemática a todas las luchas sociales y de derechos humanos”. Contó que esta provincia está en el proceso inicial de la Campaña federal para establecer pautas y bases del grupo con referentes provinciales.

“Todes descendemos y nacimos en el calor de la lucha por el aborto seguro, legal y gratuito”, opinó. Agregó que este colectivo es autofincanciado, “nos agrupamos a partir de la necesidad de visibilizar la opresión política de la iglesia y efectivizar un verdadero Estado laico”.

Tabién enfatizó en que no se está en contra de la religiones, cultos o creencias, y que fuentes de fe deben limitarse espacios de culto y personales. El colectivo apunta a la estructura de poder que detiene, interviene y propaga el patriarcado más retrogrado y machista. “Rechazamos a la Iglesia en espacios plurales y laicos como las leyes, la educación y la salud”, sostuvo. Es decir, que no haya privilegios políticos, tributarios y económicos a esta institución.

En su provincia, Meza Torres contextualizó que las prioridades fueron el repudio a la postura actual de la Iglesia en este momento histórico que la posiciona en contra de la conquista de derechos. También la desafiliación como apostasía. “El mayor desafió es el cerco informativo de un gobierno paternalista y patronal, pero la lucha se da en la calle. Son los medios independientes y las redes sociales nuestros aliados”, apuntó. Por último, reflexionó que el principal interés se da en “chiques de entre 16 y 25 años”, la militancia joven en mayor cantidad por “la caída de muchísimas normas sociales”.

 

 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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