Derechos Humanos

Seis años sin Nicolás: “Hay un culpable y lo tiene que pagar”

Se cumplieron ayer seis años de la muerte de Nicolás Arévalo, el pequeño de cuatro años que se intoxicó con endosulfan, un agroquímico potente usado como insecticida para cultivos, cuando jugaba en charco de agua envenenada cerca de la plantación de tomates de Ricardo Prieto, ubicada justo frente a su vivienda en el paraje rural Rincón Avá, de Lavalle, en Corrientes. El pequeño falleció cinco días después por un edema pulmonar causado por el agrotóxico. Su prima Celeste, que jugaba con él en ese momento, quedó con graves secuelas y recibe tratamiento médico. 
La muerte de Nicolás fue el primer caso llegar a juicio en Argentina como “homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal” por intoxicación con agrotóxicos. Pero, las contundentes pruebas no fueron suficientes para el Tribunal Oral y Penal de Goya para condenar al productor, que el 5 de diciembre de 2016 fue absuelto por “falta de pruebas”.
En el marco del aniversario de su muerte, familiares e integrantes de la comunidad de Lavalle y alrededores se manifestaron ayer, junto a la Federación Campesina Guaraní de Corrientes, frente al Poder Judicial de Corrientes, exigiendo “justicia por Nicolás”. Además, con la organización Guardianes del Iberá, se tenía previsto realizar una radio abierta e intervenciones artísticas en la plaza Vera.

 

“LA MUERTE DE NICO FUE POR ENDOSULFAN” 
“Seguimos pidiendo justicia por Nicolás, luchando día a día. Fue muy feo lo que nos pasó y está pasando con el egoísmo que hay por parte de los productores”, sostuvo la tía de Nicolás referente campesina de Lavalle, Josefina Arévalo, en contacto con elDIARIO de la Región
Sobre la absolución de Prieto, Arévalo adelantó que apelarán la sentencia “para que se dé vuelta, tiene que salir a favor de Nicolás, porque hay pruebas contundentes, no nos cansaremos de seguir luchando por más que pasen los años”. 
“Con la lucha y la fuerza, no nos van aplacar. Hay un culpable y lo tiene que pagar; y también la sociedad lo tiene que saber”, reclamó. “Un niño se murió y otra nena sigue su tratamiento. Va a llegar el día en que los jueces tendrán que fallar a nuestro favor: la muerte de Nico fue por culpa del endosulfan”, sentenció. 
El caso de Nicolás no es el único que relaciona directamente el uso de agrotóxicos con las afecciones en la salud, su tía afirma que a todas las familias de la zona les afecta vivir frente a la tomatera. Sin embargo, contó que su familia y muchos de los pobladores que trabajaban para los productores en las tomateras pero lo dejaron por una labor autogestiva y ecológica: “Con el movimiento y la lucha, nos dimos cuenta que podemos trabajar duro por nosotros mismos, y día a día ir saliendo adelante”.
Finalmente, Arévalo destacó “el poder de la lucha”. “Hoy, fuimos 50 personas a reclamar y cuando empezamos a éramos solamente diez y por eso estamos ganando”, declaró. 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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