Derechos Humanos

Caso Maira Benítez: Antonia Morán denunció amenazas

Desde la querella, apuntan al agravamiento de la imputación por los testimonios que acreditan las situaciones de violencia que vivió la joven por parte del principal acusado, Rodrigo Silva. El jueves se reanudarán las audiencias con nuevos testimonios y la orden de una inspección ocular para conocer el recorrido que hizo Silva el día de la desaparición de Maira.

Tuvo lugar ayer en la Cámara en lo Criminal de Villa Ángela la tercera audiencia del juicio oral y público por el crimen de Maira Benítez, la joven que despareció el 17 de diciembre de 2016. Se espera ahora que el jueves se retomen y se fijen inspecciones oculares en el recorrido que habría hecho ese día el principal acusado, Rodrigo Silva.

Desde el entorno de la madre de la joven, Antonia Morán, tras la denuncia policial del martes, reiteraron a elDIARIO de la Región que la jornada de ayer estuvo nuevamente marcada por la amenazas, burlas y destrato hacia la mujer por parte de familiares de los imputados.

“Me sacaron mi hija y ahora se ríen en mi cara”, expresó ayer Morán mientras un cordón de policías rodeaba una de las salidas de la Cámara a la espera de los imputados y sus familiares.

Sobre la audiencia de ayer, Morán aseguró “los testigos que presentaron (la defensa) se contradijeron” y que “esto no termina acá”.

“Es terrible lo que tiene que seguir pasando”, expresaron desde su entorno y aseguraron que desde el primer día del juicio recibió agresiones, amenazas de muerte y burlas, de todo en el juzgado mientras se realizaba el juicio. “Tiene una decepción muy grande y mucha indignación”, se lamentaron.

Ayer, se sentaron en el estrado Sialle Marcelo, Víctor Contreras, Rosa Segovia, Marcos Herrero y el exjuez Eduardo Costa, quien dejó más dudas que certezas para la querella e iría camino a una imputación.

Cabe recordar que en las audiencias anteriores Rodrigo Silva, acusado del delito de “Homicidio simple”, optó por no declarar ante el tribunal e hicieron lo mismo su padre, Catalino Silva, (acusado de ser partícipe secundario del crimen) y Luis Coria, Gabriel Cáceres y Magdalena Ledesma (acusados de encubrimiento).

Después de la audiencia de hoy, el jueves se agregaría el testimonio de Walter Benítez, el hermano de Maira, que fue incluido a petición de la querella en base a lo que dijo ayer otro testigo, Pablo Bazán, un amigo íntimo de Maira que acreditó que existía un contexto de violencia de género en contra de ella por parte de Rodrigo Silva.

“Bazán contó el flagelo que vivía Maira a manos de Silva y quedó a acreditado que existía una relación sentimental entre ambos”, aseguraron desde la querella y reiteraron que quedó claro que no hubo un homicidio simple, hubo un femicidio.

También el jueves se ordenará una inspección ocular para conocer el recorrido que hizo el vehículo de Silva el día de la desaparición de Maira. Y otra inspección sobre la casa del exjuez Costa, por pedido de la fiscalía y ante las inconsistencias en su testimonio, ya que dijo que tenía dos llaves solamente de su casa y que era imposible que alguien haya entrado cuando dos grupos de canes de la Policía de Chaco y del grupo K9 de Punta Alta marcaron su casa con el olor de Maira.

 

COSTA, CAMINO A

UNA IMPUTACIÓN

En su declaración, el exjuez sumó contradicciones y además cuestionó la labor y la certeza de los perros que marcaron su casa con el olor de Maira. Asimismo, negó que alguien pudiese entrar a su vivienda ya que posee sólo dos llaves.

Esto frente al testimonio del matrimonio Ojeda quien aseguró que vio cruzar el 17 de diciembre a Silva la Avenida de Las flores, camino al campo de Costa con Maira. En el careo del martes, Ojeda le dijo a Silva “vos me saludaste” y aseguró que iba con una chica pero que no sabía quién era; sin embargo, tiempo después cuando vio las noticias, reconoció el rostro de la joven.

“Sobre los canes de Chaco y el K9 quedó acreditado que los perros no se equivocaron, marcaron que Maira estuvo con vida adentro de la casa y luego sus restos”, indicaron desde la querella.

Así lo dejó en claro Marcelo Sialle, funcionario policial del Ministerio de Seguridad la Nación y encargado de hacer los testeos de los perros del K9. Según lo explicó ante el tribunal ayer, los canes buscan rastros de personas sin vida y, tiempo después que los perros chaqueños marcaran la casa de Costa, volvieron a rastrear su vivienda sin encontrar la fuente del olor, es decir el cuerpo. “Él aseguró que si el perro marca el lugar es porque allí hubo un cuerpo sin vida. En la misma habitación, los perros marcaron a Maira con vida y luego marcaron un patrón de un cadáver. Después, los canes del K9 también marcaron el baúl del auto de Silva”, explicó la querella.

 

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