Si hay un sector que padece el cambio de signo político en la Casa Rosada es el de la construcción, para esta parte del país solo se cuenten obras paralizadas y trabajadores en la calle desde diciembre de 2015 y este año parecieran haber signos, gestos de reactivación que todos los actores lo toman con cautela teniendo en cuenta que los anuncios se repiten y los recursos para la ejecución de obras no se materializan.
“Por la experiencia que tuvimos, por ahora solo se trata de un título periodístico, en Chaco hay 6.800 viviendas que esperan hace 15 meses poder iniciarse la construcción y los fondos llegan a cuentagotas”, sostuvo en declaraciones a radio Natagalá el presidente de Centro de Empresas Constructoras de Chaco, Mateo Alemann, respecto del anuncio efectuado hace días por el presidente, Mauricio Macri, que indicaba la construcción de 100 mil viviendas en el país.
“Son anuncios que generan expectativas muy importantes en el sector y trascartón llega la frustración, si son 100 mil viviendas se podría reincorporar a unos 250 mil trabajadores que se perdieron nacionalmente que estuvieron en 2014, 2015 y ahora no”, explicó para recordar las palabras del jefe de Estado cuando por octubre de 2016 visitó Sáenz Peña y había señalado la reactivación de las 6800 viviendas licitadas en 2015 de lo que poco se cumplió.
“Párrafo seguido detalló la situación a nivel provincial que refuerzan el escepticismo por la comunicado en la Casa Rosada. Entre viviendas iniciadas en los papeles e iniciadas y luego paralizadas, tenemos 6.500”, dijo Alemann para graficar el cuadro.
Al complejo escenario, el dirigente sumó que los certificados de obra que se abonan para la reactivación de los trabajos están a valores históricos, lo que implica no tener en cuenta la devaluación e inflación que marcan a la administración central y por el consiguiente incremento de los costos para las constructoras.
“Actualmente el metro cuadrado de una vivienda Fonavi está fijado en 15.600 pesos y hoy las pocas viviendas reactivadas se está abonando $ 11.500, lo que implica un desfase de al menos el 30 por ciento, desde empresarios hasta trabajadores tenemos la voluntad de agilizar respuestas para la siempre creciente demanda habitacional pero el que no agiliza es el Estado”, finalizó.
50 POR CIENTO MENOS
En la misma línea, el presidente de la filial Chaco de la Cámara Argentina de la Construcción, Héctor Chaquires, sostuvo a elDIARIO de la Región que el Estado nacional no “inyecta los fondos que se precisan para la reactivación”.
Como argumento, expresó que el Presupuesto de este año marca un descenso de al menos el 50 por ciento en las partidas que se destinaban a la construcción de viviendas si se los compara con lo estipulado para 2016.
“Es muy vidrioso y riesgoso para las empresas, hay que ser muy cauteloso, porque se reciben fondos a valores desactualizados y las firmas tienen que firmar la conformidad para seguir accediendo a los certificados de obra, pero deben seguir construyendo a precios corrientes”, señaló.
Como dato, agregó otro número que marca que la construcción en cualquiera de sus formas no es una de las prioridades para el Ejecutivo nacional.
“En lo que hace a obras de infraestructura también hay muy poca facturación, en 2015 estábamos con un promedio mensual de $ 2.400 millones por mes mientras que el último relevamiento que tenemos de febrero de este año apenas llegamos a los 1.400 millones mensuales”, detalló.
TODO PARADO
Tiburcio Fernández, líder de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) a nivel provincial no dio señales esperanzadoras ante el anuncio teniendo en cuenta lo que fue 2016 para el sector.
“Acá, está todo parado y existe una preocupación nacional, al anuncio hay que analizarlo y ver si finalmente se concreta”, expresó.
Como se decía, 2016 fue uno de los años más duros para el sector y solo en Chaco la UOCRA calculó que fueron 10 mil los puestos de trabajo que se perdieron, año en que lo que hace a trabajos de infraestructura solo se realizaron pequeños avances en obras como el Segundo Acueducto del Interior o el Gasoducto del Nordeste.
