El delantero Cecilio Domínguez lanzó duras declaraciones contra los dirigentes de Independiente, con quienes mantuvo un largo conflicto salarial, con cinco intimaciones de por medio, y aseguró que «cualquier lugar es mejor» en relación a su año y medio de estadía en Avellaneda, donde nunca logró asentarse y fue reprobado por los hinchas.
«Cualquier lugar es mejor que Independiente. Más allá de la gente, que tiene toda la razón de opinar, silbar y apoyar, lo de la dirigencia fue lamentable desde que llegué hasta que me fui. Nunca tuve trato con ellos, no estuvieron con los jugadores y faltaron a la palabra. No le cumplieron a nadie», declaró Cecilio, hoy adaptado a su nueva vida en Paraguay.
La compra más cara en la historia del Rojo -le pagó seis millones de dólares al América de México por el 75 por ciento de su pase- llegó con bombos y platillos, pero solo disputó 42 partidos, anotó ocho goles y terminó emigrando al Austin FC, de la MLS, por la puerta de atrás. «Lo mío fue malo, soy consciente de eso. Dejé mucho que desear, también todo el equipo. Si no ganamos los partidos fue por algo y eso se vio a la luz», explicó.
Y agregó: «Cuando llegué me hice muy amigo de (Fernando) Gaibor, a quien le pasó algo similar. Yo estaba emocionado, a mí me encantaba sentir esa presión porque era una responsabilidad linda. Pero pasaron muchas cosas que no me dieron confianza ni apoyo. No nos pagaban, pero nosotros no decíamos nada, lo dejábamos pasar y todo se sumaba».
“ME ENCANTARÍA”
En cuanto a los sondeos de Boca, que propuso un trueque con su pase y el de Silvio Romero por el de Iván Marcone, el paraguayo admitió: «Me encantaría jugar ahí. Cuando estuve en Cerro Porteño y jugamos la Copa Libertadores contra ellos, mi nombra sonaba todos los años. Boca, con todo respeto a la gente de Independiente, es un equipo muy grande y cualquiera quiere jugar ahí. Román (Riquelme) no me llamó personalmente, ojalá lo haga. Ahora ya no sé porque tengo todo firmado, pero si en su momento si me llamaba, no dudaba».
Por último, el jugador se metió en la polémica que despertó su compatriota Ángel Romero, separado del plantel profesional de San Lorenzo hasta nuevo aviso tras quebrar a Andrés Herrera en una de las prácticas, y lo defendió: “Yo no sé lo que vivieron ni cómo están. Creo que no están tan bien, pero juegan muy bien. Yo los conozco de la selección y la verdad que son excelentes personas”.
SOSO MANTUVO EL CASTIGO
Pese al pedido público de disculpas, a la foto que trascendió en la que se ve a los mellizos Romero en la casa de Andrés Herrera, Mariano Soso mantiene el «castigo» sobre Ángel tras la patada por la que fracturó al lateral derecho, en la práctica del viernes pasado.
Así, el gemelo pasa su tercer día de trabajo al margen del resto de sus compañeros. El DT azulgrana tomó la decisión el pasado sábado y no cayó bien en el seno dirigencial, pero ya era cosa juzgada. De todas formas, se especula con que antes del fin de semana Soso reeverá su postura y Ángel Romero volverá a ser parte del grupo.
Tras la jugada del viernes pasado, la situación empeoró y tomó mayor trascendencia tras un posteo en Instagram de Fabricio Coloccini, quien utilizó la palabra «miserable», en lo que casi todo el mundo entendió como un tiro por elevación para el paraguayo. Esto tampoco cayó bien entre los popes azulgranas porque esperaban otro manejo por parte del capitán.
MORENO, A LA MLS
Marcelino Moreno, volante de Lanús, emigrará a los Estados Unidos para jugar en la MLS. Su nuevo equipo será el Atlanta United, uno de los protagonistas del certamen que cuenta con varios argentinos en su plantel. Ocupará plaza internacional y será uno de los «jugadores designados».
Esto significa que será uno de los jugadores franquicia del equipo. Podrá cobrar por encima del tope salarial establecido por las reglas del Fair Play financiero dentro de la liga norteamericana. Se estima que el traspaso se hará por una cifra cercana a los 7.000.000 de dólares.
Fueron 106 los partidos que Marcelino disputó con la casaca de Lanús. En la última temporada anotó tres goles.