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Ciudades post pandemia: construcción sustentable y urbes verdes e inclusivas

Especialistas en planificación urbana, desarrollo sustentable y ambiente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE analizaron los desafíos que plantean distintos escenarios de post pandemia, tanto en el diseño de los espacios públicos, el ordenamiento de las ciudades, como en el cuidado del ambiente.

¿Qué van a hacer las ciudades por la naturaleza?, ese es el planteo de la ONU por el Día del Ambiente 2020, y ante ello, especialistas en planificación urbana, desarrollo sustentable y ambiente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE analizaron los desafíos que plantean distintos escenarios de post pandemia, tanto en el diseño de los espacios públicos, el ordenamiento de las ciudades, como en el cuidado del ambiente. Se desarrollaron alternativas específicas para el NEA, en función de ciudades más sustentables e inclusivas.
«Hoy, vivimos un momento excepcional en el que la naturaleza nos envía un mensaje. Para cuidar de nosotros mismos, primero debemos cuidar de ella. Llegó la hora de reaccionar. De darnos cuenta. De levantar nuestras voces. Llegó la hora de reconstruir mejor, por las personas y el planeta. Este Día Mundial del Ambiente, llegó la hora de la naturaleza», resume la Organización de la Naciones Unidas para celebrar el Día Mundial del Ambiente 2020, que se celebra el 5 de junio de cada año.
El planteo de la ONU de cuidado de la naturaleza se caracteriza este año por enmarcarse en el contexto de la actual pandemia de coronavirus, que dejó en evidencia cómo el aislamiento social en gran parte del planeta provocó reducciones drásticas en la contaminación ambiental y de los impactos negativos en el ambiente que generan las actividades humanas. Además, evidenció la necesidad de un ambiente más digno para vivir.
Jornada virtual
Jornada virtual

Bajo ese enfoque, docentes e investigadores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE organizaron una jornada virtual para adherir a la conmemoración por el Día Mundial del Ambiente, actividad que fue reconocida por la ONU como uno de los 26 eventos en Argentina para conmemorar la fecha.

Los disertantes en la jornada realizada en la FAU-UNNE coincidieron que quienes trabajan en el ámbito de la gestión de las ciudades, el espacio público, la construcción sustentable y el ambiente, con la pandemia quedaron frente a nuevos desafíos, de pensar en nuevas formas de habitar las ciudades, tanto para un contexto de pandemia que no se sabe cuándo terminará, y que requiere cambios, pero también ante un eventual fin de la pandemia, para recoger los mensajes que dejó el aislamiento social a nivel planetario referido a cómo las ciudades afectan al ambiente.
La jornada virtual, declarada de interés institucional por la FAU-UNNE, se organizó a partir de dos bloques, donde un primer bloque de debate estuvo orientado a la «Dimensión ambiental en el taller» en el que docentes de distintos niveles expusieron respecto a cómo se aborda la cuestión ambiental en la instancia práctica de la enseñanza en la carrera de Arquitectura.
En tanto, en el segundo bloque, la magíster María José Roibón, la doctora Claudia Pilar, el magíster Mario Berent y el magíster Gustavo Tripaldi participaron en un panel sobre «Arquitectura, ciudad y ambiente», en el cual buscaron responder a los posibles escenarios de la pos pandemia sobre el espacio público,
Relacionaron esos nuevos desafíos en los escenarios de las post pandemia con algunas temáticas que se trabajan desde la FAU y la UNNE a través de proyectos de investigación, extensión y transferencia tecnológica, a fin de encontrar posibles aportes que se puedan realizar para las ciudades de la región.
 NUEVAS DIMENSIONES DEL ESPACIO PÚBLICO
«Qué mejor que pensar al espacio público en estos momentos, siendo el espacio público el lugar donde se realizan la mayoría de las expresiones comunitarias e intercambios sociales, los cuales están en pausa por la emergencia. Debemos pensar cómo será la reincorporación a esos espacios y repensar el diseño del espacio público a partir de la contingencia», señaló María José Roibón, magíster en Gestión del Ambiente, el Paisaje y el Patrimonio, y docente-investigadora de la FAU-UNNE en «Forma y significado en el espacio público contemporáneo”.
Remarcó que «el espacio público y las personas no serán los mismos tras la pandemia». Consideró la dificultad de plantear escenarios futuros cuando hay tanta incertidumbre sobre el desencadenamiento de los sucesos, que en principio condicionan la apropiación del espacio público por el aislamiento social de las personas, con altas restricciones a su uso.
Al respecto, señaló que se debate en el plano internacional «cómo viviremos juntos», cómo compartir el espacio juntos, cómo festejar en reuniones, cómo retomar la condición latinoamericana de lo colectivo, «es algo que empezará a cambiar probablemente».
Para ilustrar la situación en debate, mostró como ejemplo un parque de Brooklyn, inaugurado en 2018, en Nueva York, que fue pensado como un gran espacio verde integrado al espacio costero, el cual era una fábrica y fue recuperado para vincular al espacio urbano. «Era un área muy concurrida, con oferta constante de eventos, pero de repente surge la emergencia en una de las ciudades más afectadas, como Nueva York, y hoy los parques lucen con círculos que demarcan el distanciamiento social, con áreas delimitadas».
Consideró, en ese aspecto, que se recupera el concepto de «lugar» o «lugar individual». «Las fotos de ese parque hoy no parecen real, pero sí, es la nueva forma de vinculación de la gente con el espacio público».
Agregó que esos círculos están marcados en el territorio del parque y la gente para hacer uso de esos círculos debe hacer fila, sacar turno. «Volvemos a preguntarnos cómo viviremos juntos a partir de este momento”.
La especialista señaló que esa experiencia en Nueva York refleja nuevas realidades, a las cuales no deben escapar las ciudades de Argentina, y en particular de la región nordeste del país.
Para Roibón, el escenario post pandemia plantea el desafío de mirar la forma en que la arquitectura, el urbanismo y el paisaje pueden configurar los distintos hábitats y modelos potenciales de cómo se podría vivir frente a nuevos paradigmas. «Es algo que tenemos que empezar a pensar hoy, desde nuestro quehacer profesional como desde los espacios de formación profesional».
Reiteró: «Es una buena oportunidad de repensar estos conceptos de arquitectura, urbanismo y sobre el todo el diseño del espacio público, y pensarlos como interfaces entre lo que estamos viviendo y lo que viene después, con el fin de pensar en otras opciones de cómo incorporar mayor cantidad de ofertas de espacios verdes a las ciudades, espacios de distintas dimensiones, de distintas características, de distintos usos, y con usos diferenciados».
Indicó que se requiere desparramar sobre la trama urbana miniplazas, buscar cada intersticio de la trama urbana para generar lugares donde la gente pueda recrearse. Generar espacios intermedios, entre los grandes espacios públicos, para descongestionar la concentración de personas en pocos espacios públicos, sin afectar el goce del espacio urbano.
Planteó que en ciudades como Resistencia, Chaco, que tiene grandes veredas, se podría pensar en la escala humana, y proponer a las veredas como extensión de las casas y edificios, transformándolos en espacios de esparcimiento y disfrute.
Roibón refirió a dichos del experto internacional Juan Vicente Patón con respecto a cuánto se podría lograr si la acción y el pensamiento global se coordinara para fines comunes, y expresó que se debe aspirar a reorganizar las formas de relación con el planeta, y pensar al planeta como una totalidad, como el hiperobjeto más preciado, «como nuestra casa».
CONSTRUCCIÓN SUSTENTABLE
En tanto, la arquitecta Claudia Pilar, magíster en Gestión Ambiental y Doctora en Arquitectura, se refirió a los nuevos escenarios para el desarrollo sostenible desde una mirada de la construcción sustentable.
Recordó que en la UNNE se están desarrollando diversas iniciativas orientadas a hacer un uso sustentable de la materia productiva y el aprovechamiento de los procesos actuales con una forma más adecuada para el ambiente.
En especial, mencionó el aprovechamiento de forma sustentable de la energía solar, que además puede acoplarse al diseño urbano y a las principales actividades humanas.
Citó el caso del mobiliario urbano que incorpora el aprovechamiento solar, y al respecto mencionó la realización de un proyecto de extensión de diseño de mobiliario urbano en madera, un recurso muy disponible en Corrientes.
Comentó que este año inician un proyecto e investigación sobre la circularidad de la materia y la energía, «con el objetivo de cambiar ese callejón sin salida que se produce en la extracción, uso y la vida útil de un producto, para pensar en un circularidad donde no exista el residuo y se haga mejor uso de la materia y la energía para el beneficio de la sociedad y una mejor relación entre el ser humano y la naturaleza».
Mencionó además las actividades de vinculación tecnológica para materializar lo que se está haciendo en cuanto a construcción sustentable, como ser la participación en eventos nacionales de innovación para exponer los desarrollos logrados en la UNNE, diseños que tienen un fin urbano, «pero también un fin de difusión de la importancia de la energía solar, del compromiso con el ambiente, incorporando sobre todo la idea de la necesidad del diseño como catalizador de la nueva conciencia que nos interpela sobre la importancia del ambiente».
«Estas situaciones, como la pandemia, nos muestran que los cambios se están produciendo, y que todos podemos hacer algo para una mejora de la sociedad», indico Pilar, docente-investigadora de las Facultades de Arquitectura y Urbanismo (FAU) e Ingeniería (FAU).
CIUDADES VERDES
Por su parte, el arquitecto Mario Berent, magíster en Gestión Ambiental y Ecología, y docente-investigador de la FAU-UNNE, indicó que cada 5 de junio, Día Mundial del Ambiente, hace años que se viene aprovechando desde la FAU-UNNE para trabajar propuestas que apunten a mejorar la relación entre sociedad y ambiente.
En particular, consideró que en el contexto de la pandemia, el lema «¿Qué harán las ciudades por la naturaleza?», puso a quienes vienen trabajando en el espacio urbano regional y la arquitectura sustentable, ante la posibilidad de ver «todo un escenario de oportunidades».
Explicó que desde el trabajo profesional, los integrantes de los equipos docentes y científicos de la FAU-UNNE hace años desarrollan planes urbanos, planes territoriales, planes de obras y servicios públicos, y «toda una serie de experiencias que hicieron reflexionar sobre cómo llevar la adelante en el desarrollo del futuro profesional».
Sostuvo que siempre ven en la ciudad intermedia una oportunidad de intervención. La mayoría de las ciudades del NEA, por su cantidad de habitantes y el rol que tienen, son ciudades intermedias de acuerdo a la categorización de la UNESCO, incluso las capitales de provincias. «Es la ciudad intermedia, la escala inmejorable para mejorar la relación del hombre con el ambiente y mejorar el gran producto cultural que son las ciudades», sostuvo.
Mencionó el caso de Bernardo de Irigoyen, en Misiones, una frontera compartida con Brasil, sobre la cual se está trabajando a través de un proyecto en el que participa la UNNE, para poner en crisis la visión tan estática de la ciudad, y entender que la ciudad es un organismo vivo que está en permanente transformación.
«Nosotros tenemos la posibilidad de construir escenarios de futuro adecuados para el desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria, y más ambiental», resaltó.
En esta descripción de la función de la «ciudad verde», mostró una imagen del modelo deseado de la localidad de Puerto Rico, Misiones, con 20.000 habitantes, donde se ha podido transferir conceptos que se trabaja desde el Taller Urbano Regional de la FAU-UNNE, con un anillo verde ecológico que rodea la ciudad, con escenarios de crecimiento limitados y planificados, para que la ciudad pueda avanzar con índices de sustentabilidad, y transformarse en una ciudad mucho mejor relacionada con el ambiente.
Consideró que este escenario de crisis por la pandemia, implica una serie de oportunidades, muy notorias.
La primera oportunidad relacionada con el ambiente es la disminución de la contaminación generada por el parate que tuvo que hacer el mundo para evitar la propagación del virus. «Eso generó espacios para reflexionar y trabajar un nuevo escenario mundial, donde el ambiente ha ascendido unos escalones en el ordenamiento de los temas prioritarios y quienes tienen responsabilidades académicas e institucionales deben asumir las posibilidades de desarrollarlos».
Agregó que la pandemia además aceleró muchos procesos, pero también amplió muchas diferencias en las sociedades. «A nivel de ciudad, debemos trabajar para revertir esas falencias, pensando en el concepto de ciudad verde para construir un escenario que se adapte a esas posibilidades tan distintas que plantean las situaciones de crisis, y comprender claramente a la ciudad como la solución y no cómo el problema».
Señalo que, con ese fin, el concepto de ciudad verde, más allá de los múltiples conceptos y metodologías que implica, se debe concentrar en tres aspectos: movilidad, sustentabilidad y gestión urbana.
«La sustentabilidad tiene que estar en el proyecto urbano y ser el eje en la construcción de la obra y los servicios públicos. La movilidad es compleja y variable, pero en la escala de ciudad intermedia puede servir para hacerla más accesible y mucho más sustentable. Y la gestión urbanas es imprescindible para tener políticas públicas, para tener un plan director para la ciudad y para tener la gerencia de la ciudad», resumió.
Remarcó que «si no hay acción no hay construcción de la ciudad sustentable, sin acción no podemos adaptarnos a las situaciones de crisis».
Al respecto, indicó que desde la región, y a escala de cada ciudad, se debe trabajar de esta forma para desarrollar ciudades más compactas más inclusivas, más participativas, más seguras, más residentes y más sustentable, «como nos propone la nueva agenda urbana».
LA INTEGRACIÓN ENTRE UNIVERSIDAD Y AMBIENTE
Por último, el magíster Gustavo Tripaldi, secretario general de Relaciones Interinstitucionales de la UNNE, describió el rol de la universidad en el tema del ambiente, y señaló que desde el punto de vista institucional la UNNE acompañó fuertemente la cuestión ambiental en forma integral.
Se refirió a las alianzas estratégicas que trazó la UNNE para trabajar el tema y comentó que en el plan estratégico de desarrollo institucional se encuentra incluida la cuestión ambiental, donde se involucrada a la universidad en su conjunto con planes de trabajo que incluyan la dimensión del ambiente de modo transversal. «La universidad está trabajando la cuestión ambiental, de modo orgánica, con proyectos en distintas provincias de la región», sostuvo.
También, se refirió a las alianzas estratégicas que la Universidad tiene en el plano nacional e internacional, y manifestó que en esos ámbitos de acción y cooperación la universidad tuvo siempre una línea de trabajo fuerte relacionada con el ambiente y el desarrollo sustentable.
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