Pequeños comerciantes de Resistencia y Barranqueras piden a los Gobiernos municipal, provincial y nacional que contemplen brindar asistencia a los pequeños comerciantes que debieron cerrar sus puertas ante el decreto de aislamiento obligatorio.
Germán Gonzalo, dueño de AC Audio, Sebastián Ferreyra, propietario de Trópico, Bettiana Blanco Romero, de Francisca, Mariana Alfonso, propietaria de Trigo Limpio, Laura Uribe – Librería Acurela, Adriana Visentin, de Mirella-Giovana, Camina Benítez, de Hakuna Matata, Florencia Vargas Souilhe, de Lupe, Daniela Vedrovnik y Luisa Snitcofsky de Luna Lencería, Matías Ferraro – Hula Hula, Alejandro Venturini de El Closet, María José fuentes Criado de Reina Batata; Jimena Ledesma, dueña de Sosiego indumentaria, Casandra Alarcón, de Bykass art & home Irma Monfardini de American style y Valeria Maidana de Malala son algunos de los propietarios que llevan adelante el reclamo.
Comentaron a elDIARIO de la Región que las casas comerciales mencionados tomaron la decisión de hacer público el pedido. Entre todos, aseguraron que “ante este gran problema que se nos presenta con la pandemia y el decreto de cuarentena obligatoria, los microcomercios de Resistencia, solicitamos ayuda, ya que “al no poder recepcionar insumos y productos (ya que los transportes están parados) y el personal debe resguardarse en sus casas para cuidarse y cuidarnos, no tenemos manera de generar ingresos”.
“Sabiendo que a fin de este mes debemos pagar al personal, las deudas generadas por la compra de los insumos, los alquileres de los locales, las publicidades, los servicios de luz, agua, videocables, expensas (en algunos casos), Impuestos Municipales (Impuestos Inmobiliarios, tasas y servicios, Industria y Comercio), la ATP, la AFIP, y deudas con entidades financieras, entre otras obligaciones, nos sentimos obligados a pedir al Gobierno por primera vez un subsidio para el pago del personal y todas estas deudas ya que de otra forma no podremos afrontar esta situación tan crítica para los comercios”.
Sostiene que «de no ayudarnos, muchos de nosotros tendremos que cerrar nuestras puertas lo que implica a nuestro despedir al personal con el aumento automático de la desocupación a nivel provincial».
“Les pedimos encarecidamente ayuda. El comercio siempre fue el sector más relegado en toda crisis, lamentablemente no tenemos un ente que nos represente eficientemente y nosotros mismos al estar al ciento por ciento de nuestro tiempo abocados a nuestros comercios para el bienestar de nuestro personal, de nuestras familias y de la sociedad en su conjunto”, reclamaron.
