Luego del inicio de la tepa de testimoniales en el juicio oral denominado Caballero II, exactamente una semana atrás, en la jornada de la fecha se reanudarán los debates, con la probabilidad de que los imputados Gabino Manader y Luis Alberto Patetta presten declaración indagatoria. El jueves pasado comenzó la etapa de testimoniales, con las declaraciones de los hermanos Carlos y Julio Aranda, dos ex detenidos políticos que ya participaron en juicios anteriores y con una destacada militancia en pos de la memoria histórica y el reclamo de Justicia que brindaron cada un crudo relato de sus respectivas detenciones y cautiverio clandestino. En la oportunidad los hermanos Aranda contaron que tanto Manader como Patetta, de la lista de 12 represores implicados en el presente juicio oral tuvieron un papel protagónico en el desarrollo de los operativos clandestinos en los que fueron secuestrados y confinados de manera ilegal en la Jefatura de Policía y en Brigada de Investigaciones. Por ello se espera que ambos imputados, ya condenados en procesos anteriores (Manader por 25 hechos de tortura a 25 años de prisión, Patetta con una condena similar, también por torturas, y una sentencia a prisión perpetua por su participación en la Masacre de Margarita Belén) intenten demostrar su inocencia en relación con las acusaciones vertidas por los testigos sobrevivientes.
ANTECEDENTES
El juicio oral comenzó el 16 de junio pasado, y figuran como imputados 12 represores del terrorismo de Estado, diez ex policías y dos militares retirados. Ellos son, además de los ya nombrados José Francisco Rodríguez Valiente Comisario General de la Policía del Chaco, José Marin, Sargento de la Policía del Chaco, Ramón Esteban Meza, Comisario General de la Policía del Chaco, Luis Alberto Patetta Teniente Primero del Ejército Argentino, Enzo Breard, Cabo Primero de la Policía del Chaco, Albino Luis Borda, Suboficial Principal de la Policía del Chaco, Jorge Ibarra, Suboficial Principal de la Policía del Chaco, y Miguel Pelozo. A esta lista fueron sumados el ex comisario Antonio Musa Azar Curi, exjefe de Inteligencia de la Policía de Santiago del Estero durante la última dictadura cívico-militar y uno de los genocidas más sanguinarios del terrorismo de Estado y el ex comisario Miguel Garbi, mano derecha de Azar. Ambos figuran como imputados en el expediente sobre el secuestro y torturas a una joven detenida política en el ex centro clandestino de la Brigada de Investigaciones, y por ello se procedió a sumarlos al juicio. Se los acusa de tormento psíquico y físico agravado por la condición de detenido político de la víctima (militantes de Ligas Agrarias, de PRT, y de la Juventud Universitaria Peronista), privación ilegítima de la libertad, desaparición forzada de personas, y un caso de violación tomado como crimen de lesa humanidad a pedido de la Fiscalía, hecho inédito en el procesamiento global al genocidio en la región.
