La Ciudad

Ocampo y un balance de gestión a dos años de una “Resistencia peronista”

El concejal del Municipio de Resistencia Rodrigo Ocampo conversó con elDIARIO de la Región sobre la gestión municipal y cómo avanzar en lo que resta del mandato por parte del justicialismo. Un Estado más presente, mejora en el transporte, y equidad en la llegada de la gestión, son algunos de los ejes que destaca Ocampo.

Luego de dos años de gobierno peronista en Resistencia ¿qué evaluación realiza de la gestión Capitanich en la ciudad?

Estamos en una transición positiva, porque comparamos las demandas y vemos lo que pudimos resolver en dos años. Sin embargo vemos que la sociedad está cambiando, y tenemos un intendente como Coqui que permanentemente nos plantea nuevos desafíos. La sociedad eligió un modelo de gestión, además de un nuevo gobierno. El cambio que Resistencia eligió fue bajo la necesidad de progresar. Sin embargo hay cuestiones que objetivamente son problemas de esta etapa, y con mucho esfuerzo iremos resolviendo. Lo más difícil es el ordenamiento de la movilidad urbana, el tránsito.

¿Dónde residen las principales falencias para avanzar en la solución de esos problemas?

Falta tecnología, presencia estatal y también interpelar a una sociedad que muchas veces se comporta de forma agresiva, es más Estado pero también una nueva cultura vecinal, porque hay mucha vida de por medio. Incluso en otro orden, pero sobre la misma evaluación, creo que además de lo que hacemos, también se visualiza otra calidad, en lo estético. Hay un nuevo diseño urbanístico pero en clave de equidad, el reclamo de que las obras también lleguen a los barrios se va cumpliendo. Transitamos otra etapa, falta mucho por hacer y lo hecho es una muestra de gestión, cabe decirlo, con recursos propios.

La ciudad eligió a Coqui porque sabía lo hecho en Chaco, nadie vota en contra de algo o de alguien, la gente siempre elige vivir mejor. A veces la mejor evaluación es seguir haciendo y tratar de escuchar más, en el fondo la que evalúa mejor es la gente.

En lo referente a la gestión territorial, ¿qué falta respecto de la gestión de gobierno en el municipio?

Por un lado es fundamental haber recuperado el Estado, como motor de las transformaciones que necesita Resistencia. La novedad para la sociedad capitalina es un gobierno invirtiendo en obras, mejorando los servicios. Es una tarea sustancial también para el peronismo estar frente a una de las ciudades más importantes del norte. Teníamos un gobierno ausente de los problemas de la ciudad, una gestión que invertía más en marketing que en carretillas y escobas para limpiar. Hay obras puntuales para el microcentro hechas en la gestión anterior, fueron avances en un contexto nacional y provincial de mejor actividad económica.

¿Y en la periferia, cómo baja la gestión?

Es que el déficit lo sintieron los barrios, esta todo por hacer. Pero no es solamente cemento, no es mera obra pública. Creo que eso es lo que nos falta todavía, tener más foco en el factor humano prioridad a la hora de gestionar, más en un municipio que oscila los 300 mil habitantes, que nos demanda tener una cercanía mayor. Hay cosas inherentes a lo legislativo, como el código de planeamiento urbano, el de ambiente, el presupuesto participativo, la organización en comunas. Eso también forma parte de la lista asuntos pendientes, ambas situaciones representan a futuro una mejor ciudad que la que recibimos en el año 2015.

En eso de acercar el Municipio a la población, siendo que es el estado más inmediato, cómo se avanza por ejemplo en materia de presupuesto participativo

En particular la descentralización es uno de los desafíos. Lograr la realización de obras en función de las necesidades de los vecinos, pero también pensar un desarrollo interconectado, que vaya emparejando las distintas realidades de cada zona. Tenemos un gran rompecabezas que debe ser unido, si uno lo piensa en términos de circuitos, tenemos más de 20 circuitos, es decir que hablamos de por lo menos 20 realidades diferentes. Y esto obliga al municipio de Resistencia a invertir de modo equitativo.

El Presupuesto Participativo y la organización en Comunas nos van a permitir esa descentralización y esa equidad, invertir en función de las necesidades, y equilibrar las grandes obras, con las obras inmediatas que inciden directamente en la gente. Tenemos un plan de pavimento como necesidad de muchos barrios, pero a la vez hay otros barrios en los que se necesita un plan de recuperación de espacios verdes, o una mejora en el pavimento ya existente, o de bacheo. A veces se mide el desarrollo por cuadras de pavimento o por inauguraciones, hay que incorporar a esa visión las acciones de cara a la comunidad, el ordenamiento municipal o los ámbitos de integración, que en el tiempo serán más paz social, mayor tranquilidad, la primera semilla fue la participación vecina.

Una cuestión que sigue sin resolverse es la mala calidad del servicio de transporte, un sistema que quedó viejo, que les sirve más a los empresarios que a los usuarios

Durante mucho tiempo imperó la desidia, la improvisación y la espontaneidad. En el transporte pero también en la obra pública, en la obra privada, un ejemplo de ello es lo que pasó con la Laguna Francia, pero también en la falta de evaluación sobre el impacto de la Peatonal respecto al tránsito y la fluidez de la movilidad urbana.

Respecto del transporte, es fundamental que cobre fuerza el concepto de la zona metropolitana, con la idea de construir un solo conurbano que piense la integración de logística, servicios, resistidos sólidos urbanos, transporte. Creo que en ese sentido tanto el intendente de Vilelas, Fontana y aún hasta de Puerto Tirol hay una voluntad de acercamiento. Si se pudiesen unificar criterios, se podría avanzar mucho en esto, para el desarrollo de un polo productivo y para el uso por parte de los vecinos de un buen sistema.

Es necesario un rediseño de las conexiones entre ciudades, esta división de urbanos e interurbanos hay que simplificarle en un solo sistema. Creo que es una discusión que vamos a volver a dar. Con un contexto de mayores inversiones no solamente podemos pensar la concepción por el transporte de colectivos, sino también por el ferrocarril. Habría que repensar eso, un sistema más abierto que permita conectar las cinco ciudades más importantes. Si bien las condiciones económicas del país y la provincia obstaculizan mejores soluciones, seguimos trabajando para más unidades de colectivo, mejores caminos, y la novedad de la tarjeta Sube, una gestión que dio frutos.

 

 

Cooperativa La Prensa

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