Así lo expresó miembro del Instituto Medicina Regional de la UNNE, Marcelo Marín, añadiendo que esta situación viene siendo expuesta hace casi diez años por el organismo.
«Existe una contaminación ya demostrada por estudios realizados en el agua por residuos cloacales», afirmó Marín a radio Libertad, añadiendo que la contaminación data desde hace una década, pero que ha empeorado notablemente desde 2014. Marín También mencionó «agravantes», como que la total falta de trabajos de trata de residuos cloacales.
Repasó que desde 2015 empezó a denunciar esto con el APA y que desde 2017 se implementó un dragado del arroyo Arazá para paliar la situación. «El residuo cloacal de Resistencia y el Gran Resistencia y los camiones atmosféricos vierten su contenido en el Canal Soberanía, de ahí al Arroyo Arazá de ahí al Paranacito», remarcó.
Puso de relieve que, con la obra inconclusa, no sólo no se pudo solucionar el tema, sino que se agravó porque ahora los residuos van «en crudo».
Por último, Marín definió que siente impotencia por haberse encontrado con miles de promesas incumplidas de parte de distintas gestiones municipales, pero que ninguna ha concretado las obras necesarias, “se comprometieron a hacer este dragado, un trabajo bastante fácil de hacer y con bajo presupuesto. Me lo prometieron en la cara y no cumplieron. Por eso decidí enviar una nota a los medios para advertir a la gente», concluyó.
