Esta jornada, busca resaltar la importancia de la educación como generadora de conciencia sobre el cuidado del ambiente, tiene lugar cada 26 de enero en honor a la Declaración de Estocolmo, establecida en 1972 durante la Conferencia sobre el Medioambiente Humano de las Naciones Unidas.
En este contexto, recordamos que la Carta de Belgrado, firmada tres años después, marcó un hito en la priorización de la Educación Ambiental a nivel global. Este acuerdo entre países definió metas y principios para la educación ambiental, sentando las bases para la conciencia ecológica que necesitamos hoy más que nunca.
En Argentina, el compromiso con la educación ambiental se reflejó con la aprobación, el 14 de mayo de 2021, de la Ley Integral de Educación Ambiental. Sin embargo, aún hoy día se señala la necesidad urgente de su implementación en todo el país, destacando que «en los tiempos que corren es más que importante y determinante que estos temas se hablen en las escuelas, desde el jardín hasta en la universidad”, sostuvieron las jóvenes activistas.
«Correntinos contra el cambio climático», grupo de jóvenes autoconvocados que surgió en 2020 tras los devastadores incendios forestales, asume un papel activo en la defensa de los humedales, montes y bosques nativos. Su activismo se ha convertido en claro reflejo del compromiso ciudadano por el derecho a un ambiente sano, demostrando el papel primordial que juegan los jóvenes en la protección de nuestro entorno.
Giuliana, miembro de la organización, comentó a elDIARIO de la Región, que el grupo se reunió por primera vez en el mismo lugar donde desarrollarán las actividades del día de hoy.
Por su parte, Macarena Acuña explicó que la finalidad de la jornada: «Es brindar información y educar para concientizar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar nuestro entorno».
En esa misma línea, recordó una actividad posterior en la que explicaron las dificultades a las que estaban expuestos los monos carayaca en la ciudad.
Así se construyó el concepto sobre los desafíos que enfrentan estos animales debido a la pérdida de su hábitat natural, la fragmentación del bosque y la presencia de actividades humanas que los afectan negativamente. También se enseñó sobre “la importancia de proteger y conservar el entorno natural de los monos carayaca para garantizar su supervivencia”.
Además, sus actividades se destacan por su participación con infancias y adolescencias, reflejando así la importancia de involucrar a los más jóvenes, quienes muchas veces son los portavoces de cambios en los hogares.
En este sentido, subrayaron la relevancia del compromiso ciudadano, especialmente el de los jóvenes en la construcción de un futuro sostenible. «Correntinos contra el cambio climático» demuestra cómo la acción local puede tener un impacto global, promoviendo la defensa de los recursos naturales y fomentando la participación activa de la ciudadanía.
Los encuentros que realizan son planificados e incluyen una tarde con juegos, charlas y actividades informativas en playa Arazaty, en Corrientes, a partir de las 18.30 hasta las 20.30. Para los más pequeños, se han organizado juegos y pinturas sobre animales nativos, compostaje y un punto de acopio de colillas, con el objetivo de transmitir la importancia de cuidar el ambiente de manera lúdica y educativa.
En un momento crucial para el planeta, el Día Mundial de la Educación Ambiental nos recuerda que la conciencia y la acción son las herramientas fundamentales para construir un futuro sostenible. En las aulas y en la comunidad, la educación ambiental es la llave para abrir las puertas hacia un cambio real y duradero.
