Derechos Humanos

El derecho al aborto, al debate en la Legislatura

Durante la tarde de ayer, desde las 17 y hasta pasadas las 20, la Cámara de Diputados albergó el primer encuentro del debate sobre el proyecto de ley Nº 0230-D-2018 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que tiene tratamiento en el Congreso de la Nación. La jornada fue convocada por los diputados Gladis Cristaldo de la Concertación Forja; Daniel Trabalón del Frente Grande; y Aurelio Díaz del Partido del Obrero, quienes impulsaron la resolución Nº 975/18, aprobada por el cuerpo legislativo hace un par de semanas.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Élida Cuesta, hizo la apertura de la jornada y les dio la bienvenida a los presentes. “Hoy, nos honramos con la presencia de todas y todos ustedes” y felicitó la iniciativa. Trabalón explicó que el objetivo es “informar a la gente sobre el proyecto presentado a nivel nacional de Interrupción Voluntaria del Embarazo”.

Díaz, por su parte, resaltó: “Es la primera vez que se abre en este Parlamento un debate de esta naturaleza sobre este tema y esa es la gran importancia que tiene, porque se trata de un problema complejo”. También estuvo la diputada Liliana Spoljaric, que aclaró su postura en contra de la legalización, pero su beneplácito por el debate. La diputada nacional Lucila Massin también estuvo presente.

Dada la cantidad de participantes, que superó las 200 personas, la audiencia se extendió hasta el lunes, desde las 8. A partir de las 17 hasta las 20.30, se completaron unas 60 intervenciones, cada una de cinco minutos, con posturas a favor y en contra, estas últimas remarcando cuestiones de índole religiosa y moral, en contraposición con los argumentos sobre la base de estadísticas, igualdad ante la ley y pedido de políticas públicas esgrimidos con las que se reclamó por la legalización.

Cabe destacar que luego de finalizado el debate, y organizada la información reunida, todo ello será elevado al Congreso de la Nación de cara al tratamiento del tema el 13. En diálogo con este matutino, Cristaldo destacó la gran convocatoria y afirmó: “Con esto, comprobamos la necesidad de debatir este tema y de compartir los estudios y estadísticas reunidos, por ello, estamos muy satisfechos”.

 

AMPLIA CONVOCATORIA

En una apretada síntesis, participaron las siguientes organizaciones e instituciones: Rozas – Razón y Revolución, Vida y Familia, Actrices y Artistas Chaqueños, UNIR, Movimiento Universitario Sur, Pastoral Arquidiocesana de Salud, Asociación Civil Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, Mujeres Clasistas Combativas, Consejo Provincial de Bioética, Horda de Lesbianas, Colegio Médico, Tribuna Docente, Movimiento Schoenstatt, Red Federal Familias, Isepci, Movimiento Pro-Vida, Libres del Sur, Mala Junta, Pastoral Familiar Arquidiocesana, Fundación No Más Violencia, Asociación Civil Peniel, Organización Nacional Peronismo Militante, Subsecretaría de Mujer y Familia, Renacer, Mumala, Asociación Pensamiento Penal, Plenario de Trabajadoras del Partido Obrero, Ni Una Menos Resistencia, Subsecretaría de Protección de los Derechos Humanos, así como asociaciones civiles, iglesias, partidos políticos, concejales, profesionales de la salud, operadores en psicología social, periodistas, abogados, párrocos, docentes, estudiantes y ciudadanos particulares.

 

“MACHIRULOS NO”

La intervención de Rafael del Blanco, párroco de Santa Trinidad, suscitó las mayores críticas y cruces, básicamente quejas por la extensión de su alocución, dado las interrupciones que provocó con su encendida perorata antiabortista. Pero, la cosa no pasó a mayores y el debate continúo en carriles más “pacíficos”.

El prelado continuó con un anecdotario de mujeres ancianas que lo visitan para confesar “una y otra vez” un aborto cometido. Aquí fue que sobrevinieron los gritos y quejas. Hubo un pedido de silencio por parte de los moderadores, contestado con el grito de “¡machirulos no!” desde la tribuna, que igualmente permitió que Del Blanco termine su alocución. Apurado y a los gritos, se despachó con que “es antinatural que una madre busque deliberadamente matar a su hijo, nunca la muerte fue signo de progreso en ninguna parte, nunca la muerte genera vida, la vida genera vida y la muerte genera muerte”.

Cuando por fin la campana marcó el término de su turno de exposición, el hecho fue festejado en partes iguales, tanto por antiabortistas como por militantes de género, aunque claro, por razones contrapuestas. Luis Cabrera de UNIR opinó en el mismo sentido, si bien lo suyo fue una suerte de apoyo a la prohibición tomando en consideración el ideario de Juan Bautista Alberdi y su lema “gobernar es poblar”.

 

“VIOLENCIA ES MENTIR”

Sandra Saidman, vicepresidenta de la Asociación Pensamiento Penal, destacó: “La validez de una norma en democracia no deriva de la cantidad de manos que se levanten para aprobarla, sino de la aceptación de las personas a las que ella afecta. La norma que rige la materia de aborto es producto de un acuerdo de varones católicos, de forma tal que no es democrática. Espero que se considere el derecho de la mujer históricamente relegado, dejando de lado las creencias religiosas personales porque nuestro Estado es laico. Sépanlo; no renunciaremos a tomar la decisión de manera autónoma a pesar de que el Estado nos siga amenazando y penalizando”.

Susana Ramírez, de la Subsecretaría de Mujer y Familia del Municipio, planteó: “Las intervenciones se realizan en privados. Nadie obliga a nadie a abortar. Se trata de que la condena penal no recaiga sobre la mujer, como pasa actualmente, siendo que son varios los actores que intervienen”.

La joven Anahí Delgado subió al estrado acompañada por Nadia Musaubach, Emilia Romero y Lila Ibarra, todas ellas del colectivo de Actrices y Artistas Chaqueños, y sostuvo: “Como mujer, artista, trabajadora, considero que el Estado tiene el deber de proteger nuestros derechos humanos, discutiendo acerca de la salud de la mujer y de nuestra libertad, y es un derecho que todavía nos debe la democracia. Tengo una sobrina de 17 años y una hermana de 14. En sus mochilas, llevan un pañuelo verde que simboliza esta lucha. A mi sobrina, la directora de su colegio le dijo que llevar ese pañuelo era incitar a la violencia. ¿Violencia por concienciar y visibilizar esta lucha por un derecho negado? ¿Violencia porque es mejor vernos calladas y sumisas? Violencia es mentir. Mientras intenten callar nuestras voces, seguiremos luchando contra la injusticia y poder decidir en libertad”.

Delgado culminó con una frase de la artista trans Susy Shock: “Ya es tiempo de que los paremos, de que se enteren que no más, cuando gritamos ni una menos, es en realidad ni una más de nosotras, no vamos a seguir poniendo las muertas, ni los cuerpos ni las lágrimas ni nuestros nombres o rostros, que les quede claro, no queremos ser más esta humanidad”.

Cooperativa La Prensa

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