Derechos Humanos

El fiscal pidió 20 años de prisión para Cazal Ortiz: “Las pruebas son abrumadoras”

Se retomó ayer el juicio oral a Germán Cazal Ortiz, acusado de tentativa de femicidio de su expareja Luciana Romero. En la cuarta audiencia, en la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia, el fiscal Jorge Gómez pidió 20 años de prisión para el imputado.

Gómez explicó a elDIARIO de la Región que en su alegato de ayer hizo hincapié en la “inverosimilitud de lo manifestado por el imputado, en cuanto a que de alguna manera se consideraba víctima y no victimario”. Y señaló que “las pruebas de cargo son abrumadoras”.

El juicio continuará el lunes, con los alegatos de la defensa a cargo del abogado Julio Quiñones y la querella por Pablo Vianello 

Cazal Ortiz está acusado de “tentativa de femicidio” y pesan además sobre él cuatro causas que se suman a la principal, por amenazas prolongadas a lo largo del tiempo a Luciana y su núcleo familiar.

Consultado sobre la cuantía de la pena solicitada, 20 años, Gómez señaló “es una pena alta, por los distintos expedientes en su contra y teniendo en cuanta que la pena máxima es de 22 años”.  

VIOLENCIA PROGRESIVA

Respecto de la base de su alegato, el fiscal sostuvo que “de los cinco expedientes, cada uno fue creciendo en cuanto al contenido de violencia a medida que transcurría el tiempo”. El primero fue el 22 de mayo, luego se sucedieron cuatro hechos más, que fueron creciendo en el nivel de violencia, hasta que culminó en la tentativa de homicidio”.

Por otra parte, destacó que “hizo hincapié en la inverosimilitud de lo manifestado por el imputado en cuento a trató de alguna manera de considere víctima y no victimario”. “Se fueron refutando cada uno de los argumentos en función de las pruebas testimoniales, periciales, especialmente los testimonios de trabajadores del hogar María Teresa de Calcuta, que contaron que vieron, desde ese lugar muy próximo al hecho, cómo Cazal Ortiz aculillaba a una joven en el piso con sus rodillas sobre el cuerpo de ella, donde además hincó al padre de la joven”, sostuvo el letrado.  

Y reiteró: “Por la tentativa de homicidio en un contexto de violencia de género, sumado a la situación de convivencia preexistente al hecho, es el monto tan alto de la pena que está prevista en el Código Penal”.

Cumplida la etapa de testimoniales se espera avanzar con los alegatos y por último, la sentencia. En cuanto a sus expectativas de cara al final del juicio, Gómez consideró que “las pruebas de cargo son abrumadoras, respecto de la autoría y la participación que tuvo Cazal Ortiz”. “Es por eso que creo que el fallo va a ser condenatorio y, fundamentalmente, teniendo en cuenta el criterio que ya tuvieron las juezas en otros casos similares, considero que no va estar muy alejado de eso”, expresó.

 

SOBREVIVIR A LA VIOLENCIA

Esa tarde del 1 de julio de 2016, Romero regresaba en el automóvil de su padre por 9 de Julio cuando fueron embestidos por Cazal. Presa del pánico, Luciana intentó salir del coche y correr: “Pero fue abrir la puerta y ya lo tenía encima. Me quería cortar el cuello, yo me daba vuelta y me hincó en la cabeza, en la espalda y en el pecho”, su padre intentó golpearlo y forcejó por un momento, pero resbaló fue herido a su vez Casal, que continuó su ataque, hasta transeúntes lograron calmarlo y finalmente fue reducido por la Policía.

Gómez señaló además que uno de los temas que tocó durante su alegato ayer fue la necesidad de que el imputado cuente con un tratamiento psicológico adecuado previendo el momento que deba reinsertarse en la sociedad cumplida su condena. “Esos tratamientos no son obligatorios, ya que es una decisión personal pero sería bueno que lo hiciera”, sostuvo. 

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