El juicio oral y público de uno de los casos más resonantes de los últimos años entró en su etapa definitoria y ya sólo resta esperar la lectura de la sentencia, el 10 de marzo a las 11, por parte del juez Rodolfo Lineras, de Cámara 1ª en lo Criminal de Sáenz Peña, el primer proceso por torturas que llega a juicio.
En diálogo con elDIARIO de la Región, la abogada Silvina Canteros, del Comité de Prevención de la Tortura, Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes (CPTCh) destacó el carácter inédito del presente proceso, y la importancia de haber llegado al proceso de juicio oral. Además señaló que durante los debates se presentaron de testimonios y documentales que exponen de modo incontrastable lo sucedido como un hecho de violencia institucional que derivó en el homicidio del joven Cindrich.
La causa fue elevada a juicio y comenzó el 12 de diciembre de 2016, por la cual se imputó a seis policías de la comisaría de Tres Isletas por el delito de “Tortura seguida de muerte y encubrimiento”.
Querella y fiscales alegaron por la prisión perpetua para cuatro agentes detenidos, López, Gallardo, Méndez y Dorado, por “tortura seguida de muerte” y la pena de seis años de prisión más costas e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos”, para los dos agentes que llegaron al juicio en libertad, Toledo y Struciat acusados de “Encubrimiento agravado por su condición de funcionario público”. La defensa alegó el miércoles, y pidió la nulidad del proceso y la inocencia para todos los imputados en razón de una supuesta “orfandad probatoria” respecto de los hechos.
El Ministerio Público está constituido por la fiscal de Cámara, María Rosa Osiscka; de la Fiscalía de DD. HH., Silvia Slusar; y la querella por el representante de la familia Cindrich, Oscar Trojan, y el Comité de Prevención de la Tortura, Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes (CPTCh) representado por su presidenta, Silvina Canteros y el asesor Legal, Roberto Sotelo. Al momento del alegato, Canteros manifestó que “Los delitos de tortura seguida de muerte, apremios o vejaciones no están al mismo nivel de los delitos comunes porque conllevan un mayor disvalor legal. Son considerados crímenes de estado”, sentenció. A la vez remarcó que “no se debe admitir que funcionarios policiales tengan conductas que desacreditan la vida y degradan a las propias instituciones del Estado”.
ANTECEDENTES
Durante la tarde del 17 de septiembre de 2014, personal policial de Tres Isletas detuvo a Cindrich, quien fue alojado en la comisaría local y tras permanecer unos instantes allí sufrió una descompensación por la que fue llevado al hospital Jorge Vázquez, donde se comprobó su fallecimiento. En un principio, trascendió que la muerte se habría producido por causa de un paro cardíaco, pero más tarde se conoció el informe de defunción firmado por el doctor Hugo Banegas, que señalaba que el deceso se produjo a las 17.50 por un “traumatismo craneoencefálico debido a una hemorragia cerebral”.
El caso conmocionó a la localidad y a toda la provincia en el marco de los hechos de hostigamiento contra jóvenes de clases populares por parte de efectivos policiales que periódicamente toman estado público en la provincia.
