El crimen de Leo Bravo: “crear nuevas formas de justicia popular”

El llanto como muestra física de dolor, pero también de sanación colectiva. Flor lee una carta que le escribió a su hermano, Leo Bravo, luego de su injusta muerte. El ex detenido Carlos “Ratón” Aranda toma la palabra, como siempre y cada vez que pone el cuerpo para alzar la voz contra la violencia estatal e institucional, y dice: “a los pibes le están haciendo hoy lo que antes (las fuerzas de seguridad) me hicieron a mí”. Ahí, en ese mismo salón de la Casa por la Memoria que antes fue centro de detención clandestina, ayer se siguió tejiendo una red para sanar, exigir y hacer justicia, otro tipo de justicia.

Entre el final de septimebre y principios de octubre se hizo la triple presentación regional del libro “Justicia por Leandro Bravo”. Este texto sistematiza el caso del joven de 37 años torturado y asesinado en manos de la policía de Charata, Chaco, a principios de este año. Sus familiares, junto al Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía presentaron el libro en la ciudad natal del joven el jueves, tal como lo informó este matutino. Ayer, se hizo la presentación en la Casa por la Memoria de Resistencia y hoy será en la ciudad de Corrientes.

Florencia Sánchez, hermana de Leo, es integrante de Pañuelos en Rebeldía, la organización que hizo la autoría colectiva del libro, de la mano, por ejemplo, de una de sus referentes a nivel nacional y del Abya Yala, Claudia Korol. Es una creación diversa, con múltiples voces y formatos.

En diálogo con elDIARIO de la Región, Flor explicó que el libro “tiene como fin fortalecer las redes entres las familias de víctimas de violencia policial, poder aportar a la lucha colectiva entre los familiares y las organizaciones, seguir creando nuevas formas de justicia popular, para poder habitar un mundo más justo, solidario y donde los pibes puedan vivir en libertad sin tener que ser hostigados”.

El libro empieza su proceso creativo de forma colectiva el 24 de marzo de este año -y a dos días de cumplirse un mes del asesinato de Leandro- en lo que fue la primera marcha exigiendo un “Nunca Más”, tan histórico como actual. En ese contexto empiezan a recopilar también los testimonios de otras familias que pasaron por estas impunidades.

“Como familiares, implicó un laburo buscar las pruebas”, cuenta Flor, al relatar cómo fueron ellas, las hermanas de Leo, quienes hablaron con los vecinos que vieron el accionar policial y recopilaron material de cámaras de seguridad que desmienten la primera versión policial, médica y judicial que decía que el joven murió de un paro respiratorio. “Hasta intentaron armarle una causa de robo”, dice la joven militante.

“Si hay algo que tenemos claro, es que esta Justicia que es clasista, burguesa, patriarcal, racista; en estos tribunales difícilmente encontremos la verdadera justicia. Lo que ocurre es que el 90% de esos casos quedan en la impunidad”, expresa, y que sólo avanzan “cuando las familias hacen el trabajo de los fiscales”. “¿Cómo hacemos para poder subsanar lo que genera haber perdido un familiar en un contexto de extrema brutalidad? Creo y estamos convencidas de que el camino es tejiendo redes de solidaridad, que tienen que ver con lo comunitario, con lo colectivo. Vamos a seguir, además, exigiéndole a esa Justicia que cumpla con sus funciones”. El libro tiene que ver con eso, argumenta, con ponerlo a disposición de las barriadas populares centros comunitarios, escuela, etcétera.

Las presentaciones empezaron en Rosario, fueron a Pompeya, Capital Federal, Córdoba, en todas las instancias se apeló a invitar a otras familias con historias similares. “Uno puede o no ser militante, pero empezar como familiar a organizarnos tiene un laburo muy grande y que necesita de estas redes, por eso nuestra propuesta es que haya un cruce de miradas, experiencias y atravesamientos”, remarca.

En Resistencia, acompañaron Osvaldo Ponce de León -papá de Sebastián-, Analía Ojeda -mamá de Diego Barreto-, Mery Alancay -prima de Carlitos “Bocacha” Orellano, asesinado por la policía rosarina-.

LA CAUSA

La investigación por el crimen de Leo sigue en instancia probatoria, confirmó Flor Sánchez. Esperan que esa etapa se cierre y den una fecha de juicio. “La defensa ha venido apelando” las decisiones de que los cuatro policías imputados (Alexis Fleitas, Franco Sosa, Agustín Díaz y Enzo Gómez.) sigan detenidos, dijo. “La defensa trata deslegitimar todas las pruebas, con denuncias, persecuciones, estrategias sucias, han tratado de apelar, hasta el momento la Cámara del Crimen y el Juzgado de Garantía han resuelto sostener la prisión preventiva. El jueves la Justicia desestimó la última apelación, “es una pequeña victoria”, concluye.