Derechos Humanos

“Todos tenemos la posibilidad de desaprender”

De cara a un nuevo aniversario de reivindicación de la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos y en el marco de una jornada histórica como lo es el 8M -con la adhesión de más de 43 países- Alejandra Zacarías contrastó las pautas de un largo camino hacia la construcción de una nueva cultura de inclusión, igualdad y respeto. “Todos tenemos la posibilidad de desaprender”, sostuvo la comunicadora social y militante en la temática de género en diálogo con a elDIARIO de la Región sobre la lucha que lleva adelante en distintos frentes contra la violencia hacia la mujer en una sociedad que aún defiende y enseña las mandatos del patriarcado.

Mujer trabajadora independiente y autogestiva, integrante del colectivo Ni una Menos Resistencia y del espacio Acción por Igualdad de Géneros, premiada en 2015 por su labor en la erradicación de la violencia contra la mujer, Zacarías trabaja desde la comunicación para aportar a la deconstrucción de lo aprendido por ese sistema machista.

En sus micros radiales Miradas de igualdad, Zacarías aborda las distintas violencias desde diversos focos. En dicha producción, apoyada por la ley de mecenazgo y realizada y producida por su cuenta, toca “los temas que más aquejan a las y los adolescentes respecto de la violencia en el noviazgo, el amor romántico, la educación sexual en niños niñas y adolescentes, cuestiones que aún son tabú en las familias y las personas adultas en general”.

“Se ven esos mandatos en los chicos y chicas, encontrás a los novios controladores y a las chicas que se quejan de esa cuestión pero que no lo reconocen como violencia. Se trata de pequeños gestos, micromachismos que terminan naturalizándose o malinterpretándose como amor romántico, por ejemplo: me cela porque me quiere mucho”.

Respecto de las diversas temáticas que aborda dicha producción radial, señaló además que la intención es explicar de una manera más amena y atractiva “desde dónde viene la historia del sistema patriarcal, cómo y por qué aparece esta forma de conducta que se aprende” y para saber que “tenemos todos y todas la posibilidad de desaprenderlo”.

 

VIOLENCIA SIMBÓLICA

Zacarías dejo en claro que hay muchas clases de violencia y que es necesario “ir nombrándolas para que se sepa de qué hablamos, poder detectarlas y tratar de erradicarlas”. “No necesariamente la violencia es física, hay muchos tipos y todas están definidas en la ley Nº 26485”, aseveró.

Para Zacarías, es importante reconocer la violencia simbólica ya que es “tan difícil de detectar como de erradicar”. “Son todas las creencias que tenemos profundamente incorporadas y que nos vienen enseñando en forma histórica, es cultural y lo encontrás todo el tiempo, se inicia en casa con mamá diciendo a la hija y no al hijo  que ayude a levantar la mesa y lavar los platos, sigue en la escuela diferenciando a la nena de rosa y al nene de azul o no dejando que ella juegue a la pelota y él con muñecas; en la calle, cuando un agravio se toma como piropo y nadie dice nada, finalmente se derrama a mares en la sociedad. Así te encontrás con chistes machistas que hasta las mujeres naturalizamos, lo vemos en las canciones que escuchamos, en los programas que vemos cómo a la mujer sólo se la trata de objeto. En las publicidades, que recaen en el mandato de madre abnegada, cuidadora, también gastadora compulsiva pero nunca dirigiendo una empresa o liderando en ámbitos considerados masculinos. Y al varón tampoco se lo verá cambiando a un bebé en una publicidad de pañales”.

 

ASIMETRÍAS Y DIFERENCIAS EN LOS MEDIOS

Como comunicadora y trabajadora de prensa, Zacarías también reconoce de qué formas atraviesa la violencia de género en los medios, hacia adentro en la organización laboral y hacia afuera en el qué y cómo se muestra la información.

En cuanto a la violencia mediática, que se desprende de la simbólica, responsabilizó en primer lugar a “las altas jerarquías que son los que tienen el poder decisorio en el editorial y reflejan lo que es el medio”. “Esto influye muchísimo en el pensamiento, la mirada, en el comportamiento de la gente. Cuando se escucha la radio, se ve la tele, o se leen diarios y portales, se está recibiendo mensajes de discriminación y  revictimización de las mujeres”, sentenció.

El escenario no es diferente hacia adentro de la organización de un medio, entre trabajadoras y trabajadores. “Son diversas las problemáticas que existen. Encontrás desigualdad y asimetrías entre hombre y mujeres, existen diferenciaciones, conductores hombres en los ‘prime time’, las mujeres sólo como segunda voz, co-conductoras o locutoras, sin opinión en temas de política o economía. A nivel nacional también se extiende casi de la misma manera”.

Sin embargo, Zacarías entiende que paso a paso se abren surcos en el camino: “En la provincia, ha sucedido un cambio para bien pero todavía sigue la asimetría y diferencias de roles”.

“A su vez, hay algunas cosas que van cambiando. Lo bueno: desde que empecé en Resistencia en radio y a interiorizarme en la cuestión de género (porque vi que en ningún medio se abordaba dentro de la agenda de los programas), hasta ahora las cosas han cambiado, sobre todo en nosotras, en las que trabajamos en los medios”, ponderó.

Y, en esa línea, remarcó el papel de las mujeres que se capacitan: “Es algo que se impone una misma por esa presión de tener que demostrar, al contrario de tu compañero varón que no tiene esa necesidad. En esa cuestión, nos capacitamos, nos formamos más, tratamos de abordar los temas desde las perspectivas de género de manera transversal, desde los derechos humanos”. En cambio, consideró que “es más reticente la cuestión con el varón”.

Para continuar surcando esa larga ruta y llegar a un nuevo paradigma de comunicación, Zacarías señaló: “Se necesita la lucha de siempre, la que estamos reclamando desde todos los espacios que trabajamos en la cuestión de género: capacitación, formación, responsabilidad y compromiso. Respetar las diferencias, bajar un cambio, porque nos creemos los sábelotodos porque fuimos a la facultad y  tenemos nuestro certificado pero todos los días podemos aprender y crecer”.

Para los medios y trabajadores y trabajadoras el pedido es “escuchar, tener apertura mental y predisposición a formarse en una perspectiva de género y así poder tratar las noticias y las temáticas cuales fueran desde la inclusión, con una mirada de respeto y humana, de aceptación a lo diferente. No hay que tenerle miedo a las palabras, con dudar y tener curiosidad ya estaríamos ganando un gran terreno”, alentó Zacarías.

 

PONER EL CUERPO

Consultada por su labor actual en los frentes de militancia que integra, comentó que desde Ni Una Menos Resistencia son muy variadas las acciones que se llevan adelante, entre ellas la “contención a mujeres víctimas en situación de violencia, cuestiones que ameritan el poner el cuerpo como en el caso del juicio contra el golpeador Raúl Sebastiani y el repudio a la jueza Lezcano de Urturi por la aberración jurídica de su sentencia sin ninguna mirada de género”, citó.

“Desde Acción por Igualdad de Géneros, el trabajo también siempre ha sido de interpelar al Estado para lograr respuestas concretas de sus tres poderes. En ambos espacios encontré mujeres increíblemente luchadoras, guerreras y muy capaces  y talentosas de quienes aprendo todos los días”, resaltó.

En ese marco, subrayó que este 8 de marzo “aparte de conmemorarse el Día de la Mujer, también existe un hecho histórico con el paro internacional. “Porque más de 43 países en todo el mundo se ponen de acuerdo para decir basta a muchísimos reclamos que no sólo tienen que ver con la violencias si no también con responsabilizar al Estado por el que estamos siendo discriminadas y violentadas como trabajadoras”.

“Cobramos menos que los varones, la brecha salarial llega en promedio al 27 %. No se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son trabajo que no se remunera y suma, al menos, tres horas más a nuestras jornadas laborales. Estas violencias económicas aumentan nuestra vulnerabilidad frente a la violencia machista, cuyo extremo más aberrante son los femicidios”, añadió.

“Nos formamos entre todas. Nadie tiene el conocimiento absoluto; es una cuestión constante de construir una cultura distinta, de igualdad, de respeto y de inclusión”, marcó Zacarías.

“Hay que empezar con lo que uno tiene a lado, con cuestiones pequeñas para no desbordarse. Quizás, no vamos a ver los logros pero sí de a poco la semilla la podemos ir plantando, con nuestros compañeros, hijos, familia, en el ámbito que nos toca trabajar o relacionarnos”. 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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