“Todo partió de una fiesta pero nos dimos cuenta que hay que avanzar mucho más. Tenemos que salir, juntarnos, mostrarnos y organizarnos”, contó Darío a elDIARIO de la Región en una charla para promover el primer Festival Cuis que organizan para el sábado en el Cecual, un espacio seguro para la comunidad lgbtiq+.
A dos meses de la primera fiesta, el grupo se fortaleció y amplió la propuesta, un festival con feria feminista, bailes, talleres: “Somos un grupo de amigues que vimos la necesidad, primero, de una fiesta pop para la comunidad lgbtiq+ en Resistencia y Corrientes. A partir de eso, vimos también que existe la necesidad de crear espacios seguros y de sociabilización entre gente de la comunidad, algo que falta muchísimo en Resistencia”, a lo que sumó “la necesidad de no dejar fuera a las personas menores de 18 que puedan tener en lugares que no son nocturnos”.
“El festival es un espacio seguro, en el que podamos informarnos, sociabilizar y conocernos. Apuntamos mucho a esto de visibilizar, en el sentido de que nos veamos las caras. Hay muchísima gente que todavía tiene miedo a salir”, entendió Darío sobre la propuesta que se extenderá de 16 a 23 y que además ofrecerá una feria feminista de emprendedoras locales, talleres de educación sexual integral, de maquillaje drag, de los bailes wacking y vogue.
Sobre los talleres, el organizador explicó: “El maquillaje drag tiene que ver con las drag queen que vienen especialmente de la comunidad gay pero se extienden a todas, lo mismo con el wacking y vogue, dos estilos de baile que surgen en Estados Unidos de las comunidades afro y latinas pero se extienden después a toda la comunidad lgbtiq+”.
“Estamos en una sociedad que nos enseña a ser heterosexuales pero no a ser lesbianas, gay o trans, entonces buscamos tener esos espacios en la zona. Siempre con miras a que nos veamos las caras, nos eduquemos”, sostuvo sobre la iniciativa que esperan continuar con otras ediciones.
Inclusive señaló que el grupo no tiene “ningún interés de ganar económicamente” sólo responde a “la necesidad en principio de tener lugares seguros en los que poder bailar y besarse con gente sin que te eche o te pegue un patovica”. “Lo hacemos todo de corazón”, expresó y además adelantó que todo lo recaudado se destinará a seguir haciendo fiestas y actividades.
ESTAMOS EN PELIGRO
Al hablar de un espacio seguro, Darío se refiere a un lugar dónde las identidades disidentes puedan expresarse en un contexto de marcada hostilidad social hacia la diversidad y la autonomía de los cuerpos.
En eso, recordó dos casos de ataques de odio en Resistencia: “El caso de una pareja homosexual que corrieron de la plaza y la chica lesbiana que atacaron en el trayecto de la Sarmiento, desde el shopping. Hay casos, no somos ajenos en Resistencia a estos ataques. Hay un estigma todavía por eso esta idea de vernos las caras”, señaló.
Para Darío, “hay mucha gente que está en sus casas todavía, con ese disfraz de heterosexual que tenemos que cargar para sobrevivir. Estamos en peligro”.
En ese marco, destacó también la jornada del sábado, como una oportunidad para informarse y educarse. Por ejemplo, en el taller de ESI se plantearán a modo de reflexión “sobre qué rol tienen las nuevas masculinidades tanto en el movimiento feminista como en los movimientos de disidencia sexual, ver qué necesidades y problemas se tienen a través de las experiencias personales”.
LAS REDES DE LA DISIDENCIA
Sobre el contexto en el que surge el espacio y la proyección de diversas actividades para visibilizar a la comunidad, Darío aclaró que aún no tienen relaciones institucionales con organizaciones u otros movimientos aunque señaló que encaran la tarea de crear “redes con otros movimientos”. “Si velamos y apoyamos las causas feminista y de disidencia de género y sexual, pero no estamos anclados institucionalmente. Por ahora nuestra causa es generar estos espacios”, sostuvo y, en ese sentido, destacó el trabajo de los distintos movimientos que se potenciaron a través de la lucha de mujeres: “Hay un movimiento que tiene una organización muy fuerte y se está visibilizando, el de mujeres bisexuales".
Celebró así la propuesta del festival como una oportunidad más para crear los lazos necesarios: “Ojalá también se formen amistades y parejas, pero la idea es de a poquito ir organizándonos, un primer paso para saber que existimos. A partir de ahí, juntarse y lucha”.
“Nos vamos a dar cuenta que con lo que compartimos en común tiene que ver con los sistemas de opresión por los que estamos atravesados, no es casual”, contempló de cara al sábado y convocó a sumarse a la comunidad en general.
