Los dueños de gimnasios; centros de entrenamientos y academias de deportes de contacto y artes marciales de Sáenz Peña, advierten que desde que comenzó la pandemia muchos hemos cerrado sus puertas de manera definitiva y otros reinventándose. “Algunos nos transformamos en verdulerías y otros rubros estipulados sí esenciales, a pesar de todo siempre nos adaptamos, con distintos protocolos, a los cambios permanentes que se suscitaron durante todo este tiempo que estamos conviviendo con este virus que vino para enseñarnos muchas cosas”, sostienen mediante un comunicado dirigido a las autoridades.
“Ahora, en esta nueva etapa de restricciones “tenemos la necesidad que se difunda y se sepa que nosotros estamos unidos, y que nos vemos perjudicados ante las nuevas medidas. Necesitamos pagar alquileres, impuestos y además mantener a nuestras familias. ¿Cómo lo podremos hacer si permanecemos cerrados? Debemos seguir pagando todo ello, porque se detuvo casi todo, pero el pago de los impuestos no”.
Agregaron que acompañaron la manifestación del 31 de mayo junto a gastronómicos y otros comerciantes, y advirtieron que “somos conscientes de la existencia del virus, sabemos que los contagios subieron, que hay protocolos que cumplir, que fueron diseñados minuciosamente para cada contexto y lo venimos cumpliendo a rajatabla hace tiempo. En nuestro caso: Gimnasios; Centros de Entrenamientos y Academias de Deportes de Contacto y Artes Marciales, estuvimos cerrados cinco o seis meses, pagando impuestos sin trabajar y un alquiler que no ocupábamos, luego de ello invertimos endeudándonos para adecuarnos a los distintos Protocolos y necesitamos recuperar todo lo que hemos perdido. Asimismo se comprobó que además de todo aquello que se pensaba y creía sobre los gym y la estética más que nada, ha quedado atrás, ya que hoy día sabemos que “ayudamos a la salud”, contribuimos en la lucha contra el COVID, ya que mantenemos el sistema inmunológico fuerte, más aún con las personas con alguna patología como diabetes; hipertensión; etc. y colaboramos con lo psicológico de cada persona, dirimimos o disminuimos el estrés y la depresión que nos genera toda esta situación de encierro”.
Por estos motivos, los trabajadores aseguran que aportan a la salud y que pueden trabajar cumpliendo un protocolo. Todo este tiempo demostramos que no somos centros o focos de contagio. Nuestros Protocolos reducen la cantidad de alumnos, maneja el distanciamiento, impulsa la higiene constante, tapabocas sí o sí y una reducción en el horario, hizo que trabajemos todo este tiempo sin ningún tipo de problemas en la ciudad y siempre con el acompañamiento y control de las autoridades municipales”, aseguraron.
