Palabras de Santiago Osuna a elDIARIO de La Región, en referencia al Congreso Nacional de HIJOS que se realizará dentro de una semana en Resistencia. Además del encuentro, se organizará una movilización programada en defensa del predio del excentro clandestino del Regimiento de Infantería 9, en la ciudad de Corrientes.
A 20 años del último cónclave llevado a cabo en nuestra provincia, vuelve a reunirse en tierras chaqueñas la red nacional de la Agrupación Hijos e Hijas por la Identidad, la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS). Congregará -entre el 17 y el 19- a más de 20 regionales en Resistencia para debatir respecto de la coyuntura actual en materia de Derechos Humanos y definir acciones.
elDIARIO de la Región conversó con Santiago Osuna, uno de los integrantes de la regional chaqueña, quien comentó los pormenores de la convocatoria y la movilización programada para el 18 en defensa del predio del excentro clandestino del Regimiento de Infantería 9, en la ciudad de Corrientes, sitio de memoria que funcionó como Centro Clandestino de Detención, actualmente en la mira del Gobierno de Mauricio Macri para su venta y la realización de negocios inmobiliarios.
Con una activa militancia en derechos humanos, Osuna es hijo de Renzo, histórico referente de la agrupación, fallecido en 2015. El padre de Renzo, y abuelo de Santiago, Alberto Osuna fue militante de la organización Montoneros, secuestrado y desaparecido el 10 de mayo de 1977.
Santiago, que desde hace varios años tomó las banderas de su padre, precisó a este matutino: “El Congreso es la máxima instancia orgánica para la toma de decisiones de la agrupación. Definimos desde Chaco hacerlo acá, en coordinación con la regional de Corrientes, para visibilizar lo que está ocurriendo allá, en relación con intereses inmobiliarios que atentan contra la preservación de un lugar histórico para la memoria. Por eso vamos a movilizarnos en defensa de su preservación y en rechazo al atropello que implica borrar la memoria por un negocio empresarial”.
En relación al encuentro en ciernes, precisó: “Es la máxima instancia de nuestra organización, la cual valoramos mucho, ya que no son muchas las organizaciones que llevan adelante esta forma de construcción. Es una mesa de iguales, cualquier integrante se sienta a discutir”.
Del mismo modo que su localización, la fecha del congreso tampoco es casual: “Queríamos hacerlo luego de las primarias porque está en juego mucho en nuestro país, y nos parecía interesante tener claras las posiciones de los actores políticos. Tenemos en mente elaborar una serie de requerimientos sobre políticas públicas de DD. HH. para presentar a los candidatos como programas de Gobierno”, indicó Osuna. Enumeró las más urgentes: “Entre 2003 y 2015 se avanzó, pero hay muchas cosas por mejorar, para que esos mismos avances sean irreversibles. Memoria, verdad y justicia son las bases de la democracia y de todos los derechos. Ningún funcionario o candidato se puede hacer el distraído con eso”.
Consultado por cuál le parece fue el ítem en el que más se retrocedió o donde entienden que se debe poner más esfuerzo en la reconstrucción, contestó: “Lamentablemente se atacó por todos los flancos, vemos desfinanciamiento en todos los espacios, convocatorias para sacar las FFAA a las calles, intento del 2×1 a genocidas, juicios que se dilatan y muchas cosas de ese estilo, las cuales se terminan sosteniendo por una cuestión de militancia y compromiso”.
CONSENSO Y
HORIZONTALIDAD
HIJOS practica hace 24 años la horizontalidad, reuniéndose y discutiendo políticas en encuentros periódicos, siendo el Congreso la máxima instancia, que consiste en dos jornadas de debate, planificación y toma de decisión de las estrategias a adoptar como organismo político de derechos humanos.
El temario se basa en el estancamiento de las causas de lesa humanidad -que si bien continúan lo hacen en un proceso más lento-; el sobreseimiento de los cómplices civiles a partir de la alianza que tienen con quienes gobiernan hoy y con quienes lo hicieron durante la dictadura, el retroceso en materia de derechos generales, el incremento de la violencia institucionalizada y los mecanismos de resistencia y organización para combatirla.
