Derechos Humanos

Investigan otra por muerte por Agrotóxicos en Corrientes

Una nena de 12 años murió el fin de semana de un paro cardiorespiratorio luego de comer una mandarina que tomó de una plantación vecina, en Mbu­ru­cu­yá, Corrientes. Su her­ma­no, de 10, también tuvo síntomas luego de comer la fruta.

Por estas horas, la Jus­ti­cia investiga el uso de agrotóxicos en la plantación de donde tomaron las frutas los pequeños, ubicada en la pri­me­ra sec­ción de­no­mi­na­da “El Pa­go”, a cinco ki­ló­me­tros de Mbu­ru­cu­yá. En ese lugar, el domingo la Po­li­cía jun­to a fun­cio­na­rios del Juz­ga­do de Sa­la­das realizó alla­na­mien­tos y se­cues­tró agro­quí­mi­cos que se uti­li­zan pa­ra com­ba­tir las pla­gas de las plan­ta­cio­nes de na­ran­ja y li­mo­nes. En tanto el cuerpo de la pequeña fue sometido a una autopsia médico legal con el fin de conocer en detalles las causas de su deceso.

Cabe recordar el emblemático caso de Nicolás Arévalo, el pequeño de cuatro años que se intoxicó con endosulfan, un agroquímico potente usado como insecticida para cultivos, cuando jugaba en charco de agua envenenada cerca de la plantación de tomates de Ricardo Prieto, ubicada justo frente a su vivienda en el paraje rural Rincón Avá, de Lavalle, en Corrientes, en abril de 2011. El pequeño falleció cinco días después por un edema pulmonar causado por el agrotóxico. Su prima Celeste, que jugaba con él en ese momento, quedó con graves secuelas y actualmente recibe tratamiento médico.

La muerte de Nicolás fue el primer caso llegar a juicio en Argentina como “homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal” por intoxicación con agrotóxicos. Pero, las contundentes pruebas no fueron suficientes para el Tribunal Oral y Penal de Goya para condenar al productor, que el 5 de diciembre de 2016 fue absuelto por “falta de pruebas”.

A la de Arévalo le siguió otra muerte por agrotóxicos en la misma localidad de Corrientes que llegó a la justicia este año, el de Carlos Rivero, también de 4 años, que tras pelear pos u vida en hospital Garrahan, falleció en diciembre de 2012, envenenado por un organofosforado, una sustancia que fue detectada en un análisis de orina que le hicieron en Goya, compatible con el tipo de agrotóxicos que se usan en las tomateras.

En agosto, la Cámara Criminal de Corrientes Capital rechazó una recurso de apelación y confirmó el procesamiento por homicidio culposo con uso de agrotóxicos del tomatero Oscar Candussi, único imputado por la muerte del niño Rivero. El juicio se elevaría en el segundo semestre de 2018.

 

INTOXICACIÓN Y MUERTE

De acuerdo a la reconstrucción policial del caso de Mbu­ru­cu­yá, los ni­ños in­gre­sa­ron a una zo­na del cam­po que no es­tá alam­bra­da. Los chicos arrancaron algunas mandarinas de los árboles y las comieron, mientras se retiraban del lugar minutos después sintieron mareos y la menor terminó se descompensó.

Su hermano, al que la fruta también le generó una descompostura, corrió como pudo en ayuda y familiares de ambos niños acudieron hasta el lugar donde estaba la niña.

La menor, cuya identidad no se informó por cuestiones legales, fue trasladada en un coche hacia el hospital “Ma­ría Au­xi­lia­do­ra” de Saladas, pero falleció en el camino a causa de un paro cardiorespiratorio. El pequeño fue internado y horas después da­do de al­ta.

 

 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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