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Juicio a las Ligas Agrarias: comienza la etapa definitoria

Terminada la etapa de testimoniales, esta semana inicia el último tramo de la causa por crímenes de lesa humanidad contra dirigentes y militantes de base de Ligas Agrarias. Hoy, las declaraciones indagatorias de los imputados, mientras que los alegatos de la parte acusadora tendrán lugar el jueves.

La causa denominada Ligas Agrarias asiste esta semana al principio de la última etapa del juicio oral, con la declaración indagatoria ante el tribunal de los cinco represores imputados en la jornada de la fecha, octavo día de audiencia del proceso y el inicio de la presentación de alegatos de querella y fiscalía programado para el jueves.

El último día de audiencia de la causa tuvo lugar el 7, con la culminación de la etapa de testimoniales y la incorporación por lectura del testimonio de Leopoldo Jordán (fallecido), quien en la etapa de instrucción afirmó que Raúl “Ñaró” Gómez Estigarribia estaba desarmado momentos antes de caer en la emboscada comandada por el militar Bettolli (imputado en la presente causa).

La denominada causa Ligas Agrarias es el quinto proceso por crímenes de lesa humanidad en la provincia, y si bien se enfoca en los asesinatos de dos dirigentes agrarios y en los secuestros y torturas a militantes de base, permitirá reconstruir el accionar represivo del terrorismo de Estado en el interior contra los trabajadores rurales durante la última dictadura.

La etapa oral del juicio comenzó el 5 de abril de 2019 y en la actualidad el proceso entró en su etapa definitoria y va por el séptimo día de audiencia, ya superada la fase de testimoniales. Se juzgan los asesinatos de Carlos Piccoli y Estigarribia, dirigentes de Ligas Agrarias eliminados en sendas emboscadas encubiertas en supuestos “enfrentamientos” con fuerzas represivas durante la última dictadura cívico-militar, así como el secuestro y tortura de los trabajadores rurales Santos Brítez, Hipólito Brítez y Modesto Meza.

Figuran como imputados el exteniente coronel del Ejército, José Tadeo Bettolli, y los agentes (re) de Policía Miguel Antonio González y Alcides Sanferraiter, acusados de homicidio agravado; el excomisario de Policía Eduardo Wischnivetzky por privación ilegítima y tormentos; y el expolicía  José Rodríguez Valiente por encubrimiento.

La querella y la fiscalía sostienen que Estigarribia fue ultimado a balazos la noche del 12 de febrero de 1977 en Corzuela por un grupo de tareas liderado por Bettolli. Del caso, Piccoli señala que este se trasladaba en bicicleta por un camino vecinal del paraje Pampa Florida de la zona rural de Sáenz Peña el 22 de abril del 79, donde fue acribillado con un fusil FAL y una pistola ametralladora PAM 3 por Alcides Sanferraiter y Carlos Chávez (fallecido). Desde la defensa, se plantean la versión de un supuesto “enfrentamiento”.

Brítez y Meza relataron que el 30 de agosto de 1976 fueron detenidos por personal de civil, pero “con borceguíes y armas largas” y llevados a un paraje, el Lote 20 de Villa Berthet, donde fueron sometidos vendados y sometidos a torturas. Si bien ninguno de los declarantes pudo confirmar haber visto al imputado Wischnivetzky, sí afirmaron que era un comentario generalizado que el policía fue el jefe de ese operativo. Desde la parte acusadora, se señaló que así figura en actas policiales de la época a cargo de la comisaría de Villa Ángela y en comisión de servicio en la jurisdicción de esta dependencia policial.

 

PARTES

El tribunal está constituido por los jueces Juan Manuel Iglesias (presidente), Ramón González y Rocío Alcalá. La acusación del Ministerio Público es cursada por los fiscales federales Carlos Amad, Diego Vigay y Patricio Sabadini. Las querellas tienen la representación del abogado Mario Piccoli, hermano de Carlos, y por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, Duilio Ramírez, Silvina Canteros y Paulo Pereyra.

Juan Manuel Costilla ejerce la defensa oficial de Wischnivetzky y Bettolli, mientras que Marcelo Valoriani lleva la defesa privada de Miguel Antonio González y Carlos Decesare representa a Alcides Sanferraiter.

Los testigos familiares de las víctimas y/o sobrevivientes contarán con el acompañamiento y contención del Programa de Asistencia de la Comisión Provincial por la Memoria.

 

RESISTENCIA Y LUCHA

Ligas Agrarias fue un movimiento que aglutinó a pequeños y medianos productores algodoneros como contrapartida a la especulación de los grandes monopolios y tuvo un final abrupto de la mano de la represión estatal de mediados de los 70; sus bases y dirigentes fueron “barridos” del mapa en sendos operativos del Ejército y la Policía, con cientos de militantes de base secuestrados, sometidos a torturas y vejámenes y encarcelados.

En ese sentido, cabe remarcar que no fueron estos dos casos sometidos a proceso los únicos liguistas víctimas de la dictadura. En el grupo de fusilados en la Masacre de Margarita Belén el 13 de diciembre de 1976, hay tres que militaban en cuestiones del agro: Luis Franzen y Carlos Tereszecuck lo hacían en el Movimiento Agrario Misionero; Delicia Gonzáles en las Ligas Agrarias de Corrientes.

Carlos Oriansky fue otro gran dirigente liguista, secuestrado y desaparecido en octubre de 1976. Luis Fleitas, Raúl Vocouber, Juan Sokol, Alicia López, Pedro Morel, Sara Ayala, Santos Brítez, Hipólito Brítez y Modesto Meza integraron las Ligas y corrieron igual suerte a manos de los verdugos genocidas. También se suman, como sobrevivientes luego de años de calvario en las cárceles de la dictadura, los nombres de los exdetenidos políticos Quique Lovey, Mauricio Berger, y Rogelio Tomasella, entre muchos otros.

 

 

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