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La atención a la violencia, precarizada y sin presupuesto

Integrantes de la línea 137 encabezan un plan de lucha por la regularización laboral del sector, que percibe becas que “ni siquiera llegan al de un salario”. También, en reclamo de mayor presupuesto para el programa de asistencia a las víctimas de violencia de género, que actualmente es “ínfimo”.

El personal de la línea 137 lleva adelante un plan de lucha principalmente por la precarización laboral de los más de 50 integrantes del área, que perciben becas que “ni siquiera llegan al de un salario”.

En estado de asamblea permanente y alerta, y con intervenciones en la vía pública para visibilizar sus demandas, también reclaman un mayor presupuesto para la línea que se activa al llamado de mujeres en situación de violencia de género, en casos de emergencia y urgencia.

Desde el grupo, contaron a elDIARIO de la Región que la línea funciona desde 2012 bajo la órbita del Programa de Atención, Asesoramiento, Contención y Acompañamiento contra las Violencias de Género de la Provincia y está esta ratificada por la Ley Nº 1917/J, con un “ínfimo presupuesto”.

Explicaron que actualmente la contratación de trabajadores vinculado al sistema de Becas Vulnerables de Desarrollo Social. “A cada trabajador y trabajadora, de acuerdo a su formación personal y las actividades que hace, se le asigna un monto de la beca. Los operadores cobran 6.000 pesos y los profesionales alrededor de 8.850 y en una fecha mensual incierta, ya que cobramos entre el 10 y el 20 de cada mes, a cambio de una real y calificada prestación de servicio, sin percibir aumento alguno desde septiembre de 2018, cobertura social u aportes jubilatorios”.

Sostiene que “es imposible brindar un servicio de emergencia de acompañamiento a víctimas de violencia que funcione las 24 horas, los 365 días del año, en tanto las condiciones impiden el eficiente funcionamiento del programa y se pierde la esencia de la línea 137, reduciéndola a un mero trabajo de oficina de horarios ‘comerciales’. Esto genera una paradoja radical tanto en la misión como en la visión del programa ‘Chaco dice NO a las violencias’ y es algo que de ninguna manera vamos a avalar”.

 

SIETE AÑOS DE PRECARIZACIÓN

La precarización del personal no es cosa nueva, los integrantes no sólo de la línea sino de todo el Programa contra las Violencias de Género la padecen desde su puesta en funcionamiento. Fue en 2014 que recién comenzaron a organizarse, movilizares y a reclamar, lo que dio sus frutos a cuentagotas, ya que desde entonces percibieron algunos aumentos en los montos de las becas.  El reclamo permaneció y la lucha continuó, siempre con “todas las energías puestas en el laburo cotidiano».

En los últimos meses, un grupo de trabajadoras volvieron a tomar las riendas de la lucha y tras varias reuniones y discusiones se sumaron a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Chaco, “para estar respaldadas por un sindicato”.

Tras la organización, formalizaron el espacio y el plan de lucha con el estado de asamblea permanente, que se realiza en cada guardia rotativa de la línea, que son de ocho horas en tres turnos (mañana, tarde y madrugada). En cada guardia, hay dos equipos interdisciplinarios, dos operadores y una coordinadora en turno, activa o pasiva”, detallaron.

 

LAS DEMANDAS Y LA VISIBILIZACIÓN

Sobre las medidas que llevan adelante desde hace unos días, comentaron que realizan asambleas diarias durante dos horas, donde discuten las acciones a seguir y a las que convocan a “todes les trabajadores” a sumarse. Además, realizan intervenciones en la vía pública, en la misma sede de la línea y en otros puntos de la ciudad para visibilizar la lucha y las demandas, ya que entienden que es la manera de ser escuchadas por el Gobierno y alcanzar las reivindicaciones reclamadas.

Las trabajadoras preparan además una feria para exponer los trabajos autogestivos que realizan por fuera para paliar la precarización y la crisis económica golpea a la provincia y el país.

“Pedimos justamente la regularización de la situación laboral, el pase a planta, porque entendemos que se puede si hay voluntad política, aunque puede llevar tiempo; en término medio, exigimos contratos, y hasta tanto se formalicen estas medidas y de manera inmediato, la equiparación de la becas a un salario básico de un personal de planta permanente del Ministerio de Desarrollo Social, que es de 15.000 pesos”, enumeraron y resaltaron que exigen al “Estado que ejecute políticas públicas con perspectiva de género y presupuesto”.

Las trabajadoras mencionaron además que hace “más de dos años se pide audiencia a la ministra de Desarrollo Social y recién, frente a mucha insistencia, las recibió hace un mes donde se le planteó los reclamos, en un petitorio». «Lo único que hizo fue prometer un 25 por ciento  de aumento que estábamos esperando hasta el cobro de la beca y no tuvimos ningún tipo de aumento”.

 

ASISTIR SIN PRESUPUESTO

Todo empeora para las trabajadoras en “el contexto provincial”, donde prácticamente no hay presupuesto para el sector y teniendo en cuenta que rige la declaración de emergencia por violencia de género. Consultadas sobre si la falta de fondos para llevar adelante sus tareas repercute de manera directa en la asistencia a las víctimas, que acuden a la línea en casos de urgencia, aseguraron que, si bien disminuye las posibilidades, siempre se asiste telefónicamente y en terreno, se analizan todas las alternativas y la gravedad de cada caso.

La falta de presupuesto no afecta sólo a las trabajadoras de la línea, alcanza además al equipo de profesionales abogados, trabajadores sociales y psicólogos del área Seguimiento de Casos, que queda en la Dirección de Políticas de Género.

“El equipo de seguimiento, si bien no hace guardia de 24 horas, atiende a mujeres en riesgo, las entrevista, contiene, asesora y acompaña a realizar denuncias en comisarías, Juzgados de Familia y Fiscalías, según el caso lo requiera. Hacemos visitas domiciliarias e informes sociales para la implementación de Hacemos Futuro, el ex Ellas Hacen, donde también tenemos cupo para compañeras trans, travestis, etcétera”, indicaron desde el área, que conoce de cerca el trabajo de la línea, ya que “según la necesidad de servicio, el equipo también suele hacer guardias”.

Por otra parte, aseguraron que en el programa aún “no se ha implementado un software adecuado para el registro preciso y confidencial de los casos de víctimas de violencia, lo que dificulta la elaboración de estadísticas que colaboren en la visibilización del problema y expone a las víctimas a situaciones revictimizantes al no contar con un acceso rápido a su legajo”.

 

EL TRABAJO DE LA LÍNEA

La línea 137 Programa de Atención, Asesoramiento, Contención y Acompañamiento de Víctimas de Violencia de Género tiene por objeto la atención inmediata a las víctimas de abusos y maltratos, causados por el ejercicio de violencias cualquiera fuere su naturaleza en un ámbito de contención, seguridad y garantía de sus derechos. Es una herramienta para las mujeres que ofrece asesoramiento telefónico y desplazamiento inmediato al lugar donde lo demande.

Desde su implementación en 2012, ha acompañado a 15.200 mujeres, está conformado por operadoras/es telefónicas/es las 24 horas todos los días del año, cuenta además con un área de seguimiento y base de datos. El programa depende del Ministerio de Desarrollo Social de Chaco actualmente ha sido ratificado por la ley N° 1917-J.

 

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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