Los reclamos y denuncias por la dirección del hospital de Miraflores se agudizó el jueves, que requirió la intervención de la Gendarmería.
Las movilizaciones comenzaron con las familias de las comunidades originarias cuando se decidió que, por la licencia que se tomó la médica Norma González, sea designado en su lugar el doctor Dimas Ariel Albaretto, quien, según los vecinos, tiene antecedentes de discriminación hacía las comunidades, denuncias por mala praxis y es propietario de la única clínica privada de Miraflores.
Tras varios días de paro, reclamos y acampe de las familias junto a trabajadores de la comunidad, se decidió que la Dirección del nosocomio estará a cargo ahora de un profesional de Sáenz Peña.
Pero, la sustitución de Albaratto originó que otras familias de la localidad se movilicen.
Gran parte de la población de la localidad apoya la designación de Albaretto, dado que se trata de un profesional que lleva años viviendo en Miraflores, conoce a los residentes y la gente conoce su trabajo.
Por ello, referentes políticos -incluidos el intendente, Jorge Frank, y la presidenta del Concejo, Carolina Libré–, ciudadanos, profesionales médicos y de enfermería y personal del hospital se reunieron a las afueras del edificio para mostrar su apoyo a Albaretto. Además, firmaron una petición al gobernador, Jorge Capitanich, para que lo mantenga en el cargo y alegaron que “las presiones de los pueblos originarios no pueden estar por encima de la decisión del resto del pueblo”.
El conflicto volvió a enfrentar a criollos e indígenas de la localidad, que tuvieron su punto de tensión más álgido el jueves por la tarde, cuando tuvo que intervenir la Gendarmería para evitar mayores conflictos en la vereda del nosocomio.
Por el momento, la Dirección del nosocomio está a cargo de Albarato.
