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La evolución de la pandemia COVID-19 en Chaco

El comité de monitoreo y seguimiento de la emergencia sanitaria, compuesto por representantes y expertos de distintos sectores, presentó un informe que detalla cómo ha sido la evolución de la pandemia en estas 18 semanas en Chaco explicando el comportamiento y la potencialidad del COVID-19 en nuestra provincia.

En ese sentido, han determinado y constatado, a través de una serie de indicadores, que las condiciones objetivas para poder desplegar un programa de desescalada coordinada y planificada están dadas. Esto, por supuesto, si se desarrolla de forma planificada, responsable y siguiendo un conjunto de objetivos en cada una de las fases señaladas por las autoridades de Gobierno.

Chaco, desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, ha tenido una sucesión ininterrumpida de casos producto de la circulación de tres cepas provenientes de Asia, Europa y Estados Unidos, ingresadas a la provincia a través de chaqueños y chaqueñas que regresaron de sus viajes al exterior.

El ingreso de estas personas, que constituyen los denominados “casos importados”, se produjo desde el 24 de febrero y los síntomas comenzaron a manifestarse desde el 5 de marzo, con la confirmación de los dos primeros casos positivos el 9 de marzo, surgiendo de este modo el primero de los conglomerados activos con alto impacto de propagación en la ciudad de Resistencia.

La evolución de los casos en el área metropolitana del Gran Resistencia (Resistencia, Barranqueras, Fontana y Vilelas), se incrementó progresivamente en virtud de la circulación comunitaria y la aparición de otros conglomerados como el sistema sanitario y los barrios populares.

El modelo de intervención territorial del sistema de salud, con escenarios alternativos, la conformación de la sala de situación, sumada a la inversión en infraestructura, equipamiento e insumos, así como a la incorporación de recursos humanos y al diseño de un sistema de indicadores de seguimiento, ha permitido adaptar la capacidad del sistema sanitario a las demandas derivadas de la COVID-19.

Frente a la pandemia es preciso analizar el modelo de planificación, la gestión y la comunicación en un contexto de crisis para evaluar el impacto social de las medidas ejecutadas.

La línea de tiempo permite visualizar que a partir del 4 de marzo empezaron a tomarse las primeras decisiones creando, por resolución ministerial, el Comité de Expertos. El 9 de marzo se manifestó el primer caso positivo y el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declara la pandemia COVID-19.

El mismo día adoptamos una medida extrema de aislamiento en cuatro localidades (Colonia Elisa, Colonias Unidas, La Escondida y Lapachito), en virtud de la aparición del primer caso sospechoso proveniente del norte de Italia.

El 12 de marzo, se creó la Comisión de Seguimiento por la Emergencia Sanitaria, adoptándose una serie de decisiones entre las que se destaca la suspensión de las clases a partir del 15 de marzo y el licenciamiento obligatorio en el sector público de personas que constituyen grupos o factores de riesgo. A esto se suman las restricciones del ingreso a personas provenientes del exterior y sucesivas medidas que se profundizan a partir del Decreto 433/2020 que instituye el aislamiento obligatorio, social, y preventivo en toda la provincia.

Al no existir remedios ni vacunas, con una precariedad manifiesta del sistema sanitario, el aislamiento obligatorio, el distanciamiento social, el licenciamiento obligatorio para personas que constituyen factores de riesgo, la provisión, recomendación y aplicación de elementos de higiene y protocolos de bioseguridad, junto a detección de casos positivos y contactos estrechos, con su respectivo tratamiento, constituyeron las estrategias adecuadas para mitigar el impacto adverso de la pandemia.

Todas las medidas mencionadas fueron aplicadas en la provincia de Chaco y después de 121 días continuos de restricciones aún se mantiene un crecimiento lineal y constante del número de casos.

La pregunta es siempre la misma. ¿Por qué la provincia de Chaco ha tenido tantos casos y las provincias vecinas no?

Las condiciones contextuales son disímiles para cada conglomerado en particular, dado que las sociedades son diferentes en sus conductas, en sus costumbres, en su identidad cultural, en su comportamiento, en su organización y en su estructura social, de ingresos y de infraestructura.

La respuesta surge en el hecho de que nuestra provincia tuvo un ingreso significativo de viajeros provenientes de zonas de circulación comunitaria no declarada, muchos de los cuales fueron asintomáticos o sintomáticos tardíos.

El impacto negativo se agudizó por la expansión viral en un plazo de 15 días, sin la detección precisa de contactos estrechos, sumado al desconocimiento de las características de la circulación en la comunidad.

Dada la relación estrecha de las personas portadoras del virus con el sistema sanitario y la potencialidad del contagio dentro del mismo, es preciso observar que la propagación intrahospitalaria fue contundente por una combinación de factores que implicaron 400 contagios.

Dentro de las opciones iniciales de los casos críticos se analizaron dos opciones: a) internación en unidad COVID-19 del hospital Perrando por ser el de mayor complejidad en la provincia y contar con la infraestructura y tecnología suficiente para atender demandas incrementales, y b) atención coordinada con el sector privado mediante la modalidad tradicional de recurrencia del paciente por la obra social de referencia.

La opción de atención conjunta del sistema privado y público permitió una distribución equitativa de pacientes para optimizar el uso de la infraestructura, los recursos humanos, el equipamiento, los insumos y medicamentos disponibles mientras el sector público ejecutaba el plan de inversiones en infraestructura edilicia, equipamiento e incorporación de recursos humanos para la atención de la pandemia.

El plan de inversión en infraestructura y equipamiento permitió la ejecución de 34 proyectos por 400 millones de pesos que permitieron dotar con 67 respiradores, más que duplicando la disponibilidad existente al inicio de la pandemia. La refacción integral de las pastillas 6 y 9 del hospital Perrando, la  construcción del hospital modular, las refacciones de los hospitales de Fontana, Barranqueras, Bicentenario de Castelli y 4 de Junio de Sáenz Peña, junto a los centros de salud y demás hospitales en la provincia, así como la reparación de equipos, la adquisición de insumos y la incorporación de personal especializado.

Es preciso reconocer que el sistema de salud, destruido, anarquizado y desfinanciado en los últimos años, debió enfrentar la pandemia de la COVID-19 en marco de una epidemia (dengue) y del impacto estacional de la influenza. Tuvimos 3.300 casos de dengue y logramos vacunar a más de 200.000 personas contra la gripe para prevenir mayores complicaciones.

No es fácil implementar decisiones eficientes, eficaces, cumplibles en un contexto extremadamente adverso. Pero es necesario analizar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas identificadas en la pandemia.

Las fortalezas demostradas son las siguientes: a) inversión en el sistema sanitario, b) capacitación e incorporación de recursos humanos, c) diseño y ejecución de sistemas eficientes de planificación y control, d) alto índice de testeos, e) anticipación en las decisiones de políticas públicas.

Las debilidades son las siguientes: a) alta letalidad de casos en ciertas comunidades, b) contagios agrupados, c) elevada movilidad de la población, d) saturación social del aislamiento, e) informalidad laboral, crisis social e insuficiencia de ingresos con demanda de reapertura de actividades.

Las oportunidades generadas son: a) cambio de hábitos y conductas, b) regulación de la cuarentena, c) fortalecimiento de la conciencia individual y social, d) nuevo diseño de movilidad urbana para la circulación de vehículos y personas en el AMGR, e) organización para detectar, aislar y cuidar a pacientes infectados.

Las amenazas incluyen las siguientes cuestiones: a) incumplimiento de la cuarentena, b) propagación de casos en lugares de encierro, geriátricos, barrios populares y personas que constituyen factores de riesgo, c) alta concentración de personas para cobros y pagos por el escaso uso de herramientas digitales, d) rompimiento de la barrera de contención del virus en AMGR.

Objetivamente, hemos atenuado el impacto del crecimiento de la curva pues sin restricciones ni medidas adoptadas el R0 podría ser 2,5 o inclusive siendo 1,5 el número de casos positivos podría haber alcanzado a 25.000 y las muertes 3.500 en el mes de mayo.

La planificación estratégica de las medidas sanitarias adoptadas y el diseño de un eficiente sistema de seguimiento y control, constituyen sin lugar a duda nuestra mayor fortaleza para transitar la pandemia.

Existe una organización que ha permitido aplicar distintas herramientas tecnológicas, integrada un equipo de médicos y especialistas para efectuar un seguimiento riguroso de los casos con la detección vía hisopado de las coordenadas de cada persona para su seguimiento y actualización en tiempo real del sistema consolidado de información.

En el contexto antes planteado, la declaración jurada de autoevaluación constituye un insumo clave para el otorgamiento de los permisos de circulación, con un mecanismo de validación automática de los casos. Al mismo tiempo, es un componente esencial para la administración de turnos en comercios y para el monitoreo del flujo de circulación de vehículos y personas.

La provincia desde el primer momento aplicó un sistema inteligente para identificar aglomeración de personas mediante un índice de movilidad provisto por las compañías de teléfonos celulares con el objetivo de verificar la aglomeración de personas en grupos de 7.000 personas, junto a cámaras fijas y móviles, drones y circulación de la policía con cámaras móviles en patrullaje.

La movilidad implicaba evaluar estrategias de disuasión con intervención policial, lo cual implicó la detención de aproximadamente 20.000 personas en 120 días por incumplimiento de la cuarentena.

Pero al mismo tiempo establecimos un sistema de test de autoevaluación (alcanzamos 260.000 personas) que mediante respuestas programadas en 10 puntos de referencia y consulta permitían clasificar, a través de un algoritmo, la prioridad de atención en alta, media y baja vinculando la asistencia con el equipo sanitario calificado por el sistema 0 800.

El autotest es una precondición para el permiso de circulación y lo será para el otorgamiento de turnos con determinación de contactos estrechos ex ante durante esta nueva etapa de desescalada progresiva, sistemática, coordinada y gradual.

La existencia de un dispositivo de evaluación del índice de movilidad posibilita la detección de grupos concentrados de casos para establecer estrategias de interrupción de circulación comunitaria, mientras que la configuración de un mapa con la georreferenciación de casos, el seguimiento de contactos estrechos, el aislamiento preventivo domiciliario y comunitario y los sistemas de internación, determinan acciones que han permitido reducir los efectos devastadores de la pandemia.

El conjunto de intervenciones instrumentadas ha permitido aumentar progresivamente el tiempo de duplicación de casos, y este indicador muestra la efectividad de las medidas de contención a lo largo de 18 semanas de análisis de indicadores.

Frente a la pandemia, pudimos observar la evolución de 23.000 test combinados (rápidos y de PCR), 260.000 autotest de evaluación de síntomas y la evolución de consultas combinadas de febriles, hospitales, centros de salud, 0800, autotest y consultas del sector privado, junto a operativos especiales en el interior de la provincia a través de distintas estrategias realizadas en el territorio por el personal de salud a través del plan detectar.

Luego de permanecer seis semanas en valor un promedio diario entre 26,8 y 27,2 días de duplicación, en la semana 18 de la pandemia este indicador tomo un valor promedio de 40 días, evidenciando una mejoría sustancial como producto de las medidas de restricción tomadas en la semana 14.

Por otro lado, la tasa de contagio muestra un incremento de la velocidad en la semana 14, alcanzando un valor de 3,2% promedio diario. Esta situación derivó en las medidas de restricción adoptadas con el objetivo de evitar un incremento exponencial de casos, obteniéndose los resultados que se muestran seguidamente:

En las semanas 15 y 16 de la pandemia, la tasa de contagio se mantuvo estable en torno a un valor de 2,7% promedio diario y descendió a partir de la semana 17, en la que alcanzó un valor de 2,6%. La semana 18 el descenso se hizo más marcado, registrando un valor de 1,7% promedio diario.

En cuanto al número de reproducción dependiente del tiempo (R0), es decir, el número esperado de casos secundarios causados por cada infectado, tomado como parámetro para evaluar si los esfuerzos de control son efectivos o si se requieren intervenciones adicionales, muestra un progresivo mejoramiento:

El incremento sostenido que mostró el R0 desde la semana 12 y hasta la semana 14 de la pandemia, en la cual alcanzo su máximo valor 1,24 en ausencia de focos incipientes, derivó en las medidas de restricción total adoptadas, las que permitieron lograr, en la semana 18, un promedio diario del R0 de 0,89.

Y es importante remarcar que de haberse mantenido el R0 en 1,24 desde la semana 14 hasta la fecha, los casos acumulados serian 10 veces superiores con un inminente colapso del sistema sanitario.

Un indicador que subyace a todos los anteriores es, sin dudas, las demandas ciudadanas por motivos relacionados con el COVID-19, realizadas a través de distintos medios (0800, auto test; Plan Detectar, consulta en febriles, entre otros).

El total de consultas creció sostenidamente durante ocho semanas, hasta alcanzar un pico en la semana 16 con un registro de 303 demandas diarias. A partir de este pico se observa una tendencia a la baja y en la semana 18 el promedio diario de consultas es de 174, como se refleja en el siguiente gráfico:

Por otro lado, en la semana 18 de la pandemia, la cantidad de testeos realizados es de 232, con un nivel de positividad de 15,1%. La capacidad instalada para el análisis de hisopados a través de la red de laboratorios en la provincia permite procesar 500 muestras. El promedio diario es menor en base al criterio metodológico para la toma de muestras, vinculando las mismas a la identificación de sospechosos, contactos estrechos con manifestación de síntomas a través del criterio de clínica médica.

La metodología de rastrillaje a través del Plan Detectar, los equipos especiales del Ministerio de Salud Pública desplegado en el territorio (aproximadamente 720 personas), las muestras de hisopado provistos por el sector privado y procesados en la red de laboratorios públicos han permitido vincular focos o núcleos de casos a través de estrategias de georreferenciación con un número de seis casos cada 200 metros de distancia para identificar posibles conglomerados de contagio

El índice de positividad ha permitido visualizar la evolución del indicador por conglomerado, por casos y por día a los efectos de verificar tendencias y acciones programadas de bloqueo, observándose la existencia de un promedio de extremos de 6,5 % a 23,1 % de casos positivos sobre totales.

La disponibilidad de red de laboratorios propios a partir de la semana 5, junto a la provisión de insumos, reactivos y demás requerimientos permite actualmente actuar rápida y eficazmente, tal es así que hoy se implementa una operatoria en el Centro de Convenciones en donde casos sospechosos son aislados, hisopados con resultados en el día a los efectos de proceder al aislamiento comunitario inmediato para su seguimiento.

La tendencia decreciente de positividad es congruente con las consultas y la tasa de incidencia junto al mejoramiento del resto de los indicadores.

El índice de letalidad ha disminuido drásticamente, pero con 122 fallecidos estamos con una tasa de letalidad equivalente a 4,7% por sobre el promedio nacional.

La evolución del número de casos en la semana 18 indica un promedio de 38,1 con una reducción respecto a la semana 16 que llegó a un pico de 50,7 casos por día

Otro de los indicadores claves para medir la evolución de la pandemia es precisamente evaluar el comportamiento de la tasa de incidencia cada 100.000 habitantes (número de nuevos casos que se registran por semana en promedio) y la tasa de prevalencia en un grupo determinado.

También, se observa un comportamiento favorable en la incidencia de casos por semana, donde la provincia de Chaco registra 217 casos, respecto a los 254 promedios de Argentina.

Los resultados alcanzados muestran que es necesaria una planificación adecuada de las intervenciones sanitarias, una gestión operativa coordinada y eficiente en el territorio, junto al compromiso individual y social de la comunidad para mitigar los efectos negativos de la pandemia.

Planificar, ejecutar y comunicar son tres atributos de una misma estrategia destinada a generar las condiciones para el desarrollo de un modelo de atención de la pandemia, dado que el virus ha demostrado capacidad para sobrevivir distancias, climas, ciclos y penetrar en 193 países del mundo llegando a 14 millones de habitantes infectados (0,2 % de la población mundial) con más de 600. 000 muertos.

Nuestro desafío es continuar corrigiendo y perfeccionando aspectos vinculados a la ejecución y la gestión de las intervenciones, para lo cual la solidaridad del Gobierno nacional y de provincias hermanas han sido esenciales mediante la incorporación de terapistas, médicos clínicos y enfermeros que se agregan a los médicos residentes que pasaron a planta permanente. Del mismo aumentamos la provisión de insumos, medicamentos, equipamiento y la infraestructura edilicia adecuada para atender pacientes leves, moderados y críticos.

En esta etapa pretendemos coordinar una estrategia preventiva para potenciales factores generadores de riesgo como ser: a) geriátricos con 17 casos sobre 1.000 y 5 personas fallecidas, b) lugares de encierro (45 casos ya recuperados), c) barrios populares (260 y 18 activos) y al mismo tiempo pretendemos fortalecer tres conceptos: detectar, aislar y cuidar. Detectar significa más rastreo, seguimiento de casos y testeos.

Aislar significa lograr que los pacientes leves puedan ser tratados en forma comunitaria, domiciliaria y en hospitales con seguimiento estricto. Actualmente, tenemos 200 internados en aislamiento comunitario (centros de convenciones, hotel Gualok) y hospitalarios. Nuestra intención es lograr un número de 1.000 trazadores que mediante rastrillajes operativos puedan identificar casos sintomáticos o sospechosos de forma sistemática.

Cuidar significa disponer la capacidad instalada para atender la demanda, para lo cual el uso equivalente del 20 % en promedio del sistema indica la disponibilidad de recursos para atender un incremento eventual de la demanda sin saturar el mismo.

Por último, es preciso agradecer muy especialmente el esfuerzo de toda la comunidad, a pesar de las restricciones y dificultades objetivas derivadas de las asimetrías en la distribución del ingreso, la informalidad laboral, el acceso a oportunidades apropiadas para cumplir la cuarentena en situaciones de infraestructura deficiente. Desde las fuerzas de seguridad, hasta los trabajadores de la salud.

Desde los trabajadores esenciales hasta los no esenciales que no perdieron ingresos. Desde comerciantes que no pudieron trabajar, industriales y gastronómicos hasta confesiones religiosas que no pudieron impartir su liturgia ni efectuar el acompañamiento personal. Desde las personas que perdieron un ser querido hasta quienes pudieron recuperarse. Desde los intendentes con gran contracción de trabajo en sus respectivos territorios hasta los legisladores que acompañaron las decisiones indispensables en esta emergencia sanitaria.

El sector privado, a través de los productores, comerciantes e industriales tanto en la producción de bienes y servicios como en la imposibilidad fáctica de hacerlo, contribuyó de manera sostenida en 19 semanas de aislamiento preventivo, social y obligatorio.

También, es preciso reconocer la participación de la Comisión Laboral de Emergencia Sanitaria –CLES- que con la participación de más de 40 gremios realizaron 400 inspecciones para proteger a los trabajadores con la provisión de equipos de protección personal y el estricto cumplimiento de los protocolos.

El Ministerio de Educación tendrá un rol clave para que a través de clases virtuales capaciten a los alumnos en las condiciones de la nueva etapa, del mismo modo lo deberán hacer los comerciantes y las instituciones religiosas con sus fieles.

El seguimiento de indicadores y el cumplimiento de las condiciones de protección y de bioseguridad constituyen elementos esenciales para garantizar resultados positivos.

No cabe la menor duda, que esta nueva etapa de desescalada exige un amplio consenso con los actores sociales, políticos y económicos pues la responsabilidad individual y comunitaria es inmanente a cada persona e indelegable en su estructura y ejecución.

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