A cuatro meses de la desaparición de Maira Benítez, desaparecida desde la noche del 17 de diciembre en Villa Ángela y sin mayores novedades a la fecha, la madre de la joven, Antonia Leiva, continúa en su pedido desesperado por dar con el paradero de su hija. “No sé si pensar que está muerta o está viva. Al principio, cuando ella desapareció, estaba entregada a recibir la peor noticia, pero con el tiempo ya no sé qué pensar. Por eso es lo que exijo y pido que se la busque. Quiero saber qué pasó con ella. Encontrarla. Saber qué le hicieron y donde está”, afirmó en declaraciones publicadas en el portal Chacodiapordia.com
Cabe recordar que el lunes se realizó una marcha para reclamar por resultados en la investigación, con varias críticas a la Justicia y al Gobierno provincial por cómo se encaró la investigación. Algunas de las organizaciones presentes fueron Ni Una Menos Resistencia, “Mujeres del 20 de Diciembre”, Partido Obrero, la Marcha de lxs Putxs, CCC, FOB, entre otras. “El Gobierno busca muerta a Maira, pero el único imputado en la causa no declaró haberla matado. ¿Por qué entonces siguen manejando la hipótesis de asesinato de Maira Benítez? Denunciamos el encubrimiento y las irregularidades del caso, donde no se investiga la hipótesis de que sea víctima de trata de personas”, plantearon en un documento leído en la oportunidad.
LA INVESTIGACIÓN,
ESTANCADA
Por el hecho, está detenido Rodrigo Silva, quien de acuerdo a testigos la interceptó a la salida de un local bailable y se ofreció a trasladarla en su auto. Otro detenido es Luis Coria, quien aparece como coautor de la privación ilegítima de la libertad. También, estuvo detenida Belén Ledesma, pareja de Silva, quien recuperó su libertad. Silva era peón en el campo de un exjuez de apellido Costas, y según manifestó en un primer momento, ocultó el cadáver de la muchacha.
Días atrás, la madre de la joven difundió una carta abierta con un desesperado pedido de ayuda en la que planteó que Silva “se niega a hablar. Ha recibido el apoyo de sectores y personas muy poderosas que compran su silencio”.
También, recriminó el estancamiento en la causa, producto de irregularidades en la conducción de la investigación por parte de los fiscales intervinientes Sergio Ríos y luego Gisela Oñuk. Asimismo, objetó el pobre resultado de las gestiones encaradas por parte del ministro de Seguridad, Martín Nievas, en los rastrillajes de búsqueda: “Intervino para la llegada de la policía especializada de Santiago del Estero, que estuvo sólo dos días, cuando nos habían dicho que los rastrillajes durarían un mes o más”.
La mujer pide que se realice el allanamiento de la casa del exjuez Costas, dueño del campo y patrón del detenido: “Investigarlo a Costas es fundamental para saber quién protege a Silva, quién sostiene su silencio y por qué lo hace”.
