El presidente de la Unión Industrial del Chaco (UICh), Andrés Irigoyen, opinó al respecto del proyecto de ley anunciado desde el Ejecutivo provincial para declarar la emergencia de la industria textil en la provincia, dada la situación de crisis que atraviesa el sector.
En declaraciones para Radio Libertad, recordó que como la UICh participaron de una mesa junto a organismos del Estado provincial, como la Secretaría de Empleo de la provincia, el Ministerio de Industria, la CGT, la Comisión de Industria y la de Trabajo de la Cámara de Diputados y, ante la iniciativa de declaración de emergencia del sector textil, señaló que plantearon “incluir a otros sectores de la industria que están pasando por un momento muy delicado, como por ejemplo el sector cárnico, también el metal- mecánico aunque éste último se está analizando”. Indicó que si bien “la idea es tratar de incluir a los sectores que puedan estar en situación de crisis, pero no llevar este tipo de instrumento a los extremos para que cualquiera pueda utilizarlo por los costos; incluso plantearlo ante la Nación”. “Queremos incluir a todos los sectores que estén mal sin poner en riesgo la posibilidad de que esto se pueda aprobar”, aseguró.
Irigoyen compartió algunas estadísticas que maneja la Unión Industrial del Chaco sobre la industria textil. En relación a las importaciones, comparado con enero del año pasado, “en donde ya habíamos tenido una abrupta apertura de importaciones pese a que la Nación nos había dicho que no se iba a aumentar”, remarcó que “hubo un aumento interanual del 41 %, es altísimo. Y si eso lo llevamos a lo que es demin tuvo un aumento del 1121 %, más de 11 veces las importaciones anteriores. Es un panorama que preocupa y justifica esta situación”.
“El sector textil está pasando por un momento complicado porque hay una política del Estado nacional que pone en esta situación a la industria”.
En ese contexto, precisó que el proyecto de declaración de emergencia incluye a todos los eslabones de la cadena textil del algodón. Aclaró que la emergencia no sería por plazos prolongados sino razonables, “y si hubieran otros sectores en el futuro podrían incorporarse”.
La emergencia implicaría beneficios con tasas de interés, obligaciones impositivas, entre otras herramientas que estarían a la mano de los sectores implicados.
PROYECCIONES A FUTURO
Por último, en relación a las perspectivas que se le presenta al sector para 2017, observó que al igual que el año pasado, los industriales locales en general, “siguen teniendo un grado de optimismo, de esperanzas de que la situación vaya a cambiar; pero también es cierto que no hay mucho tiempo para seguir esperando. Ya van 14 meses de gestión de este Gobierno y ya “el cuentito de la herencia recibida” no nos tragamos. Ya tuvieron tiempo de mirar lo que pasó, lo que había, lo que no había, lo que le dejaron y lo que no le dejaron. Ya es momento de que empiecen a ver cuáles van a ser las políticas reales que el Gobierno va a tener para con este sector que está bastante escaso de medidas y anuncios. Hasta aquí no hay política de Estado para el sector industrial”, aseguró.
