La urbanización de espacios verdes se publicita desde el estado como medidas económicas para el progreso y el crecimiento, sin embargo, muchas de estas suelen tener repercusiones negativas para los habitantes de la ciudad.
En diálogo con elDIARIO, Rosario Olmedo, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Nordeste y activista dentro del colectivo defensores del Rio Negro, comenta las irregularidades y consecuencias de estos proyectos urbanísticos “Desde el 2001 de vienen alentando las construcciones en el centro de la ciudad, diciendo que el objetivo es densificar la población de esos espacios, pero lo único que sucedió es que se eleve el costo de vida y las personas se muevan a la periferia. Esto fue una forma de desalojar a la gente” declaró Rosario sobre las normativas previas de edificación
Como primer punto, Olmedo comentó las consecuencias económicas que las edificaciones de este tipo producen a los sectores aledaños “Edificar en este predio va a llevar procesos que necesariamente van a encarecer el área, haciendo que muchas personas tengan que moverse de esos espacios, de igual forma que pasó en el centro.” Señaló la arquitecta a este matutino.
También denunció que este tipo de obras no son una prioridad para una provincia como el Chaco, que tiene un piso de 50% por debajo de la línea de pobreza, agregando que el proyecto también establece en uno de sus artículos, que el municipio se haría responsable del pago de un sector de la obra “estaríamos todos los ciudadanos pagando por algo a lo que no vamos a poder acceder”.
Para resolver la aprobación del proyecto, fueron vetados dos artículos del Código de Planeamiento urbano de la ciudad. Estas resoluciones pudieron agilizarse gracias a la creación de la “agencia de desarrollo de la ciudad” la cual permite que cierto tipo de proyectos eviten los controles técnicos correspondientes y pasen directamente a la revisión para su aprobación.
Desde la organización “Defensores del Río Negro y sus lagunas” lanzaron un comunicado rechazando la aprobación del proyecto de zonificación en la cuenca del Río Negro. Que delimitaría la zona que hasta el momento es de acceso público y reserva para la fauna y flora silvestre del lugar, para construir zonas residenciales y comerciales. Este tipo de medidas por lo general son tomadas sin el consenso vecinal.
“Transmitir todo lo que quiere decir una ley de este tipo a otras personas es muy difícil, más aún cuando no están presentes en los procesos de debates, los vecinos no fueron convocados a la audiencia pública para discutir el proyecto”, finalizó Rosario.
Intentar proteger o resguardar los espacios naturales como el monte nativo y los humedales, se ha vuelto una de las tareas más difíciles para los grupos de activistas que se reúnen desde diferentes ámbitos para intentar refrenar el avance de las políticas de urbanización en zonas delimitadas para la protección de vida silvestre o el paso de cursos acuíferos en la provincia.
