Una multitud despidió ayer los restos de los cuatro trabajadores de Sameep que fallecieron el lunes en una cámara séptica en Vilelas. A la par, la Justicia avanza en la investigación y busca determinar si existió un hecho ilícito y su responsabilidad”. El procurador adjunto, Miguel Fonteina, brindó detalles de la investigación que lleva adelante la fiscal en turno Carmen Scarpín y confirmó que el lunes por la tarde se comenzó con las declaraciones testimoniales.
“Estamos muy consternados y encolumnados dentro del parámetro de la prudencia ante la situación inusual por la magnitud de las cuatro muertes”, señaló Fonteina en declaraciones a radio Libertad.
En esa línea, sostuvo que Scarpín busca determinar “qué sucedió y qué no se cumplió para entender cuál es el objeto que tiene la intervención del fiscal de investigación”. “Verificar si se está ante la presencia de un hecho ilícito y, en su caso, la responsabilidad del mismo”, añadió y ratificó que se intenta determinar “si realmente existe una acción u omisión por parte de algún responsable, o cuál fue la situación que llevó a estas cuatro muertes”.
Fonteina explicó que la fiscal, que estuvo en el lugar del hecho, cuenta con los informes de las pericias del Gabinete Científico, Bomberos y la Policía, así como los resultados de las cuatro autopsias. Los demás operarios están muy consternados.
UNA DOLOROSA DESPEDIDA
Los restos de Mario Fernández, de 22 años; Daniel Peloso, de 38; Jorge Ramírez, de 26; y Leonel Prieto, de 24, fueron despedidos ayer en una sala colmada de familiares, amigos y trabajadores de Sameep. Luego, una multitudinaria caravana acompañó el cortejo fúnebre hasta el cementerio San Francisco Solano.
“Hay mucha indignación y bronca por parte de los compañeros por las condiciones y forma de trabajo que se viene desarrollando”, sostuvo Daniel Tabarez, representante del Sindicato de Trabajadores de Sameep y señaló que existen “presiones de todo tipo, trabajos que sí o sí hay que terminar más allá del horario y no en las mejores condiciones”.
Recordó: “Aparte de los reclamos salariales, lo que veníamos pidiendo precisamente eran mejores condiciones de trabajo, la entrega de ropas y elementos necesarios para el desarrollo de la tarea normal y permanente”. “Estoy convencido de que es una situación que se podría haber evitado”, sentenció.
