Derechos Humanos

“Los campesinos están en vía de extinción”

El referente de Centro de Estudios “Nelson Mandela”, Rolando Núñez, dialogó en radio Libertad sobre las denuncias del mal uso de agrotóxicos en el suelo chaqueño. Expresó que se actualizan a través de las familias campesinas pobres que quedan atrapadas entre grandes campos sojeros, sufriendo las consecuencias. 

Núñez señaló que se encuentran siguiendo los casos que se dan entre Tres Isletas y Avia Terai, cuyo caso más conocido es el de Chala Maldonado. Están “encerrados en grandes extensiones de tierra; son girasoleros, sojeros y maiceros que hacen que practicante no puedan vivir en sus tierras”, denunció.

Recordó que lo que sufre el campesino Maldonado “es recurrente” y que “se expresa realizando denuncias” en distintos ámbitos, sin embargo, ni él ni los demás grupos rurales familias “son escuchados por ningún Ministerio del Ejecutivo”.

Según relató, son tan sólo 400 metros los que dividen a Maldonado de estos campos de monocultivos y que estas zonas son buscadas por ser suelos muy fértiles.

Las grandes empresas, entonces, realizan cultivos muy dañinos para esas tierras, como la siembra de la soja. Además, se utiliza las llamadas “semillas Roundup” (producidas por Monsanto, entre otros) y “el uso de glifosato más otros pesticidas y herbicidas se efectúan sin control y sin respetar los límites previstos en las normas legales referido al tema de la humedad, el viento y el calor que debe tener el día del cultivo”, explicó. “Solamente se prioriza el interés del cultivo transgénico”, agregó.

Remarcó que Maldonado es muy claro al expresar las consecuencias de las fumigaciones. “Le aparecen granos, malestares estomacales o generalizados, fiebre. Como están lindantes un campo del otro, el giro de la avioneta es sobre su casa”, manifestó.

Núñez también recordó que esos episodios le han marcado la vida al pequeño agricultor. Lo desalojaron del campo donde vivía porque era fiscal, allí intervino una comitiva policial y él se sentó en la tranquera con un bidón de nafta y un encendedor y dijo que “se iba a quemar antes de perder su campo”. Cuando medió el Centro Mandela, se pudo evitar que se inmole y se detuvo “el trámite de desalojo compulsivo, hubo una instancia de negociación con el Instituto de Colonización”, dijo.

Estos campos fiscales estaban pegados a los de la empresa Buratovich. Una de las primeras empresas en explotar las tierras chaqueñas, remarcó Núñez. “Buratovich compró todo lo que pudo comprar, primero del sector privado, luego en lo público a través de transferencia de adjudicaciones de tierras fiscales de destinos predios hasta que no quedó nada entre Avia Terai y Tres Isletas”, contó y agregó que por eso ahora avanzan en la zona de El Impenetrable. En el área, destacó, hace muy poco hubo un megadesmonte clandestino en zona protegida. Trabajaron nueve topadores y “molieron el monte en una semana”.

Buratovich, como otras empresas, “tiene una política agresiva de concentración de tierras, desmonte y cultivo de soja, girasol y maíz, algunos casos algodón”. “Nadie le pone límite a esto”, insistió. También, denunció que es algo que ha sustentado cada gobierno de turno, sin distinción y que a los desmontes se los mantiene clandestinos porque “la multa es irrisoria”. Se avanza porque una multa no repara las enormes consecuencias negativas.

También, contó que desde el Centro, un equipo de profesionales a nivel internacional está trabajando en estudios ambientales sobre el tema de los monocultivos y desmonte y que una de las conclusiones muestra cómo “el monte más afectado es el de Chaco”. Núñez subrayó que este negocio está basado en la concentración por “manos de muy pocos grandes jugadores, que de vuelta compran (lo sembrado), industrializan y exportan”.

De esta manera, la consecuencia social a largo plazo se empieza a ver cuando hay vidas que tornan invivibles, como la de Maldonado, porque no pueden producir, los animales de su hacienda se enferman. “Más temprano que tarde se tendrán que ir y es mentira que genera mano de obra, es un paquete agro en el que no se produce mano de obra ni distribución o generación de riquezas” para los trabajadores. En este sentido, señaló otro dato de la investigación, y es que en el último censo en zona rural en Argentina había un 12 % de población rural, que descendió el año pasado a un 6 % sin haber cumplido la década y se da “la relocalización en espacios urbanos del interior”. “Están en vía de extinción los campesinos y la población rural pobre”.

“El mercado ha logrado abatir los controles a través de normativas que van diluyéndose. Todo apunta a poner en absoluta crisis el ecosistema de El Impenetrable”, concluyó, cuando es la única zona boscosa que queda del gran monte chaqueño.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

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