Opinión

Malvinas IV: sin avances en la cuestión soberanía

Por Guillermo Sánchez (*)

EL ESTADO ARGENTINO

Es importante este proceso histórico en el que Buenos Aires heredó y tomó posesión legal de las islas Malvinas en 1820.

Hay que puntualizar que el presidente norteamericano James Monroe el 8 de mayo de 1822 e Inglaterra, con el Tratado firmado el 2 de febrero de 1825 reconocieron la soberanía de las Provincias Unidas del Río de la Plata como Estado independiente, sin hacer reserva alguna respecto de los límites y extensión que le correspondía al Virreinato del Río de la Plata al tiempo de segregarse de España.

DESIGNACION DE LUIS VERNET

El decreto del 10 de junio de 1829 expresaba: “Cuando por la gloriosa revolución del 25 de mayo de 1810, se separaron estas provincias de la dominación de la metrópoli, España tenía una posesión material de las islas Malvinas y de todas las demás que rodean el cabo de Hornos, incluso la que se conoce bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada aquella posesión por el derecho del primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían. (…)” El comandante político y militar designado fue Luís Vernet.  Actualmente se recuerda oficialmente la fecha como “Reafirmación de la Soberanía Argentina sobre Malvinas”.

POSICIÓN BRITÁNICA

Gran Bretaña no obedeció ni contestó las reclamaciones de la Argentina desde que ocuparon por la fuerza las Islas el 2 de enero de 1833. Con el correr del tiempo, de los hechos y de la historia tampoco reconocieron ni obedecieron ninguna de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y no cumplió con tratados internacionales, por ejemplo, sobre Desnuclearización, como es el Tratado de Tlatelolco siendo el primer  país europeo en adherir al mismo. Hoy ha militarizado Malvinas y tiene una base de la Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que lidera Estados Unidos en la región de las islas. Una geoestrategia norteamericana en connivencia con el Reino Unido durante la Guerra Fría (1945-1989).

ACERCAMIENTOS

Luego de la Resolución  2065/65  de las Naciones Unidas se iniciaron negociaciones entre las partes en 1966.  Las exigencias británicas para transferir las islas a la Argentina consistían en que se respetara los intereses de los pobladores isleños.  Argentina ofrecía la mejor disposición para reconocer las garantías y salvaguardias que asegurarían los intereses de los mismos. En 1968 se arribó a una “posición convenida”. Sin embargo, el Parlamento del Reino Unido tuvo presiones de la Falkland  Islands  Company  y una campaña publicitaria que contó con el apoyo de la prensa de Londres.

Gran Bretaña en su estrategia, dejó de lado el argumento de la “soberanía” y decidió entablar conversaciones dedicadas a la apertura de comunicaciones. Así se llegó a la libertad de movimiento entre  el territorio continental y las islas, en ambas direcciones. Durante 1970 se iniciaron en Londres conversaciones formales entre las delegaciones de los dos países.

ACCIONES CONJUNTAS

Durante 1971 en reuniones realizadas entre el 21 al 30 de junio en Buenos Aires aprobaron una serie de medidas prácticas relativas a las comunicaciones como el establecimiento de los servicios aéreos y marítimos entre las Islas y la Argentina. Nuestro país suministraba un documento de viaje (“tarjeta blanca”) que garantizaba la libertad de movimiento a los residentes en las islas; cuestiones  recíprocas de derechos e impuestos; armonización de las tasas postales, telefónicas y telegráficas; reserva de vacantes en las escuelas y becas para estudiar en la Argentina para niños provenientes de las islas. Los acuerdos fueron dados a conocer en una declaración conjunta firmada por ambos gobiernos. Empero, el 5 de agosto de 1971 se dejó expresa constancia que “ambas partes convenían en que nada de lo contenido en esta declaración conjunta se interpretaría como una renuncia de algunos de los gobiernos a derecho alguno de soberanía  territorial sobre las islas o como reconocimiento de la posición del otro gobierno con respecto a dicha soberanía territorial, o de apoyo a dicha posición (…)”.

MOVIMIENTO AÉREO

En otro acuerdo (mayo de 1972) la Argentina se comprometió  a establecer  un servicio regular aéreo entre el territorio continental y las islas. LADE (Líneas Aéreas del Estado) inició en enero de 1972 un servicio de vuelos por mes entre Comodoro Rivadavia y Puerto Stanley. Y en noviembre de aquel año realizó un servicio semanal.

YPF vendió sus productos lo mismo que Gas del Estado con el gas licuado. Mejoraron las comunicaciones marítimas y se sumaron a esta apertura los Ministerios de Salud Pública y Educación y otros organismos nacionales.

PERSEVERANCIA ARGENTINA

En base a estos contactos políticos-diplomáticos  y a los adelantos producidos entre las partes la Argentina insistió en abordar la soberanía.

Gran Bretaña mantuvo con firmeza y arbitrariedad la negativa de discutir este asunto.  La Resolución 3160 del 14 de diciembre de 1973 solicitaba a los respectivos gobiernos que aceleren las negociaciones para llegar a una solución. El instrumento reconoce los esfuerzos argentinos conforme con las recomendaciones de la Asamblea General para facilitar el proceso de descolonización y promover el bienestar de la población de las islas.

Y el 1º de diciembre de 1976 las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 31/49 la cual tiene en cuenta la “Declaración Política de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de los Países No Alineados” que expresa: “Las islas Malvinas constituyen un caso especial de no aplicación del principio de “libre determinación”. Posición coincidente con las de los Estados latinoamericanos, que en forma reiterada reclamaron al Reino Unido la devolución del archipiélago a la Argentina”.

ACTITUDES

Con posterioridad a la Guerra de 1982 y durante el gobierno de Raúl Alfonsín en reiteradas oportunidades Inglaterra intentó acercarse a nuestro país con fines comerciales y de intercambio económico. Por entones, el canciller Dante Caputo respondía en qué lugar de la agenda de esas probables reuniones se encontraba la cuestión Malvinas para discutir todo lo referente a la soberanía. Entonces Gran Bretaña negaba o permanecía en silencio. La practicidad fue una costumbre diplomática de los gobiernos ingleses fundada en su situación mundial como potencia y aliada de Estados Unidos. Por lo tanto, durante ese período no hubo avances en las relaciones bilaterales.

REUNIONES EN MADRID

En 1990 –durante el gobierno de Carlos Menem- los vínculos se consolidan en dos reuniones celebradas en Madrid en Octubre de 1989 y febrero de 1990.

En esta última, Inglaterra permitió y habilitó que familiares de caídos argentinos en las islas durante la Guerra (1982) puedan visitar el cementerio del lugar.

RESPONSABILIDAD

Corresponde al Estado programar  y hacer conocer nuestros derechos en el orden nacional e internacional sobre Malvinas. No basta con frases publicitarias. Cada ciudadano debe saber y conocer. Los diversos niveles de enseñanza deben interesarse  por esta situación que hace a la integridad territorial y a la unidad nacional.

Es un despegue imprescindible todo lo que pueda sumar desde la docencia y la responsabilidad indiscutida de los medios de comunicación.

La continuidad política y legitimidad de nuestros derechos en el futuro está basada en el crecimiento de una nueva generación que conozca, sepa y comprenda el significado de esta posición ante el mundo que no prescribe y que  la Constitución Nacional (reforma de 1994) lo incluyó con muy buen criterio en el título “Disposiciones Transitorias” en la cláusula primera que dice: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.

La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.

Es válida la reflexión de cada ciudadano este próximo  2 de abril para conocer los fundamentos argentinos.

Persistir en  negociaciones  pacíficas y diplomáticas ante Naciones Unidas y otros Bloques y Cumbres Internacionales es una salida.

Acaso la única.

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(*) Abogado, periodista y ex-docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional del Nordeste. UNNE.

 

Se puede ver nuestra columna anterior “Malvinas” III,  el domingo 15 de marzo de 2020 en “El Diario de la Región”.

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