La Sociedad

Manu Chao: “Que ningún niño más muera intoxicado por agrotóxicos”

Con un video que acompaña un fuerte mensaje en contra del modelo de producción transgénica y sus consecuencias en la salud de las personas y el ambiente, el artista francés y activista político, Manu Chao, exigió justicia para Nicolás Arévalo, el pequeño de cuatro años muerto en 2011 a causa de una intoxicación por enosulfán, agrotóxico al que estuvo expuesto cuando un productor aledaño a su chacra en Corrientes fumigó sin control sobre su plantación de tomates en una localidad de la vecina ciudad.

Tras cinco años del fallecimiento, en el primer juicio por homicidio por uso de agroquímicos en Argentina, Ricardo Prieto, el productor tomatero acusado por el homicidio del pequeño, fue absuelto en diciembre por el Tribunal Penal de Goya, por "insuficiencia de pruebas". Los jueces Julio Ángel Duarte, Romelio Díaz Colodrero y José Luis Acosta lo beneficiaron además con el sobreseimiento “por extinción de la acción penal por prescripción” en el caso de las lesiones gravísimas que padeció Celeste Estévez, por entonces de cinco años, prima del pequeño fallecido quien lo acompañaba en el momento que tomaron contacto con el veneno.

“Justicia para Nicolás, asesinado por agrotóxicos. Tomate mata”, sostiene el artista internacional en el video difundido a través de su cuenta oficial de Facebook, junto a un mensaje donde condena la sentencia para el responsable de la muerte del niño y llama a visibilizar este “caso emblemático ya que si se castiga abre la puerta a cientos de denuncias por muertes y malformaciones y enfermedades en Argentina y en el mundo”.

“Por favor apoyarnos en esta lucha para que ningún niño más muera intoxicado por agrotóxicos”, reclama Manu a sus miles de seguidores en todo el mundo y recuerda que “esos mismos agrotóxicos se venden y sirven en el plato”.

 

LA MUERTE POR AGROTÓXICOS

Nicolás jugaba con su prima Celeste, el 2 de abril de 2011, en las afueras de su casa (lindera a una finca tomatera) ubicada en el paraje Puerto Viejo, de Lavalle (Corrientes). Nicolás metió los pies en un charco, río artificial poco profundo donde ese campo drenaba los líquidos con los que fumigaba.

A las horas comenzó a descomponerse. Por la noche, su mamá lo llevó al hospital de Santa Lucía, donde le dieron medicación para detener los vómitos y le dijeron que hiciera reposo. Al no mejorar, al día siguiente, su madre fue al hospital de Goya donde, ante el agravamiento del cuadro, decidieron trasladarlo a Corrientes capital, allí Nicolás falleció el 4 de abril. La autopsia fue determinante: Nicolás murió por una intoxicación con endosulfán.

Con la muerte del pequeño y al notar que su prima tenía síntomas similares a los de Nicolás, la sometieron a una hemofiltración (limpieza de la sangre) y la trasladaron al hospital Garraham de Buenos Aires, donde le salvaron la vida.

“Los casos de Nicolás y Celeste lamentablemente no son los únicos de Argentina, pero si son los que hasta el momento han logrado llegar hasta esta instancia judicial”, advierte el comunicado de Manu y agrega: “Por ahora, los jueces fallaron a favor del responsable de la fumigación y se apelará la medida”.

“Es un caso emblemático ya que si se castiga abre la puerta a cientos de denuncias por muertes y malformaciones y enfermedades en Argentina y en el mundo. Nosotros estamos dándole toda la visibilidad posible ya que se necesita sensibilizar y dar a conocer lo más que se pueda para tratar de poner presión y animar a las víctimas a denunciar sus casos (muchos afectados son muy humildes, están solos y no saben cómo poder defenderse)”, sentencia el mensaje del reconocido músico con la mirada puesta sobre el agrogenocidio mundial.

Cooperativa La Prensa

Cooperativa de Trabajo y Consumo Ltda La Prensa

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar
Cerrar