Deportes

A Sergio Hernández lo ilusiona Europa más que los Juegos de 2021

Sergio “Oveja” Hernández es uno de esos protagonistas del deporte que siempre vale la pena escuchar. Con su marcada personalidad, no es de esconder sus pensamientos y mucho menos actuar por fuera de lo que cree. El entrenador de la selección argentina de básquet demostró que sus dones exceden largamente lo referido a la pelota naranja.

En diálogo con Infobae, dejó conceptos sobre todos los temas referidos a la actualidad y como siempre, utilizo la estrategia de contar anécdotas para validar sus pensamientos.

«Cuando Selem (se refiere a Selem Safar, recocido y destacado jugador de Quilmes, Olimpia y Peñarol entre otros) llegó a Peñarol de Mar del Plata, Leo Gutiérrez (un tirador magnífico), vio algo en ese joven y lo apadrinó.

Se lo llevaba a sesiones de lanzamiento en parejas que teníamos y lo hacía repetir la rutina diseñada. Al poco tiempo, Selem llegaba literalmente llorando al vestuario gracias a la perfección que exigía Leo. En dos años Selem pasó de jugar en el TNA a hacerlo en la selección, en buena medida, tenía que ver con el trabajo que hacía con Leo», contó.

«Al comienzo del año siguiente entra un dirigente a un entrenamiento y tira una bomba: el estudio cardíaco de Tato Rodríguez había dado malos resultados y debía retirarse. Fue un mazazo. Era el capitán del equipo. Hubo unos minutos de silencio en la práctica y Leo dijo: ‘hora de volver al trabajo’.

Selem salió atrás suyo y él lo frenó: ‘No, vos no, vení vos Facundo, hoy arrancás conmigo’. Miró a Campazzo, que era su base suplente y lo adoptó, lo hizo crecer y ya sabemos lo que es hoy. ¿Qué hizo Leo ante el problema?. Buscó una solución», aseguró.

«Yo soy igual, pragmático. Me traes un problema y busco la solución. Entonces, si hay que hacer cuarentena la cumplo y la aprovecho. Es lo que hice en estas semanas.

La gente que puede debe mirar así este momento. Pasa algo importante y yo pienso que debemos hacer algo con lo que sucede como individuos y como sociedad, si no somos muy pelotudos», planteó de manera textual.

«La cuarentena la estoy aprovechando para recuperar el entusiasmo por mi profesión. En los últimos años, durante mis tiempos libres buscaba salir de mi trabajo. Estaba saturado. En estos días volví a charlar, leer e informarme sobre el tema además de ver partidos.

Lo único que lamento de esta situación es vivir en Buenos Aires y no poder darles un abrazo a mis hijos que están en Mar del Plata», se lamentó.

“LO PÚBLICO NOS VA  SALVAR”

«No entiendo a los gobiernos cuyo punto de partida no es la salud, la educación, el deporte y la ciencia. Lo privado debe existir; pero, lo público es lo que nos va a salvar. Coincido en lo que hace poco dijo el presidente (Alberto Fernández); el verdadero capital de un país no es el petróleo sino el conocimiento», afirmó con convicción Oveja Hernández.

«No me veo gestionando un cargo público. No es que no lo sienta porque hablé con Inés Arrondo, secretaria de Deportes de la Nación. Quiero saber qué pasará con el deporte, con los atletas de alto rendimiento que necesitan entrenar. El deporte no ocupa en nuestro país el lugar que merece», manifestó con preocupación.

“ME GUSTARÍA DIRIGIR EN UNA LIGA DE ALTO NIVEL”

«Cuando me enteré de la suspensión de los Juegos Olímpicos no me preocupó pensar en lo deportivo, tampoco en (Luis) Scola o en mí para saber si vamos a estar. Todos sabemos que mi ciclo terminaba después de Tokio y ahora faltan 16 meses (en 2021) así que todo cambió.

A fin de año  finaliza mi contrato y no hablé con Fabián Borro (presidente de la Confederación Argentina de Básquet). A mí me gustaría buscar otra opción, dirigir a un equipo de una liga de alto nivel, hoy me siento capacitado», fue su última reflexión.

Lo cierto es que el último capítulo de la serie de Sergio Hernández y el seleccionado argentino de básquet todavía no está escrito. Al momento, no se sabe aún si esta historia continuará.

 

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