El periodista Martín Zurita fue uno de los afectados por los despidos masivos en la agencia de noticias estatal Télam. Esos últimos 354 despidos masivos acarrearon también bajas en las corresponsalías provinciales, lo cual remarca la falta de federalismo de esta nueva dirección de medios públicos.
Con Zurita, fueron despedidos los otros dos trabajadores por la agencia en la provincia, otro periodista y un administrativo. De esta manera, Chaco se quedó sin representación en la agencia nacional. El periodista destacó a elDIARIO de la Región que los despidos son “de hecho”, ya que no recibieron telegrama ni notificación alguna.
Según contó, desde hace meses se venía manejando estos despidos como “un rumor”, que luego se efectivizaron con los más de 300 despidos desde a central de la agencia. El martes, comenzaron a llegar los primeros telegramas y a través de un grupo de WhatsApp de corresponsales de las distintas ciudades se empezó a correr la información de que las desafectaciones llegarían directamente con el depósito de las indemnizaciones en sus cuentas corrientes.
Así fue como Zurita se enteró, además de que no pudo ingresar a la plataforma web de Télam. Sin telegrama, notificación o llamado de por medio. Lo mismo sucedió con su par periodista, mientras que el personal administrativo sí recibió telegramas. “Hay algunos que incluso recibieron el correo electrónico de bienvenida a la nueva agencia y luego el telegrama”, contó, en una situación que según informó seguía sucediendo hasta ayer por la tarde.
“Legalmente, yo no tengo nada”, manifestó luego de ser trabajador de planta desde hace siete años. Comentó que estuvo dialogando con el sindicato que lo representa, el Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren) y analizando su situación en estos días, porque buscará su reincorporación. “Hasta por una cuestión de orgullo, por las maneras en la que nos despidieron, con argumentos nefastos e inescrupulosos”, señaló y manifestó: “No hay justificativo”.
Destacó que en este maltrato a su labor profesional se los veía como “la piedra que imposibilitaba que la agencia se profesionalice”, cuando en realidad las personas que quedaron sin trabajo son profesionales con “muchísimas trayectoria” nacional e internacional, tanto fotógrafos como redactores.
Explicó que el justificativo para despedir inició con dos compañeros que supuestamente habían enviado un cable “con mala intención, que hablaba de la situación económica del país”. “Puedo discutir con cualquiera que ninguno de nosotros escribió un cable con ideología política”, aseguró el periodista. Afirmó que el contenido siempre fue estrictamente noticioso y que quien dice lo contrario “no conoce cómo funciona una agencia”.
