Las protestas contra las políticas neoliberales del Gobierno de Iván Duque volvieron ayer en varias ciudades de Colombia, en el marco de la visita de una misión internacional para investigar las violaciones a los derechos humanos durante el Paro Nacional, iniciado el 28 de abril.
Las movilizaciones tienen como eje la capital del país, en la anunciada «Toma de Bogotá» cuando las negociaciones entre el Gobierno y líderes del Comité Nacional de Paro (CNP) se encuentran en punto muerto.
Las protestas, a las que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, cuestionó por las altas cifras de contagio de la Covid-19, también buscan la visibilidad de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH), que llegó el domingo.
Desde la mañana, y a través de marchas y plantones, miles de colombianos salieron ayer a la calle para rechazar el abuso de la fuerza pública, la asistencia militar para el manejo de la protesta social, además de las políticas del gobierno del presidente Iván Duque.
Inicialmente, la jornada se llamó «Toma de Bogotá», y estaba propuesta para realizarse solo en la capital colombiana para conmemorar el Día del Estudiante Revolucionario Caído, pero después de que el CNP suspendió la mesa de diálogo con el Gobierno, esta acción se extendió a otras partes del país.
En el sector del occidente de Bogotá, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, confirmó que un grupo de indígenas intentó derribar la estatua de Cristóbal Colón, la cual está ubicada en la avenida el Dorado. (Fuente: Telesur)