Ayer, se cumplieron 42 años exactos del fusilamiento clandestino en cercanías a Margarita Belén de más de una veintena de militantes políticos y del posterior intento de encubrimiento del hecho bajo la figura de un “enfrentamiento”, tal y como lo ideara y ejecutara el terrorismo de Estado que asoló nuestro país durante la última dictadura cívico-militar.
Una “masacre contra el pueblo”, tal como lo definiera el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Como es tradición, la fecha no pasó desapercibida y un abultado contingente de organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y familiares de los ejecutados de toda la región se dio cita durante la tarde de ayer en el monumento en la ruta 11 en proximidades a la citada localidad para la realización del acto central de homenaje, en el cual a la par del recuerdo a los militantes asesinados se efectuó un contundente pronunciamiento en contra de las políticas económicas del Gobierno nacional, como también a la represión a trabajadores y persecución a la oposición. “Justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, por todos los casos de violencia institucional y gatillo fácil y por todos los casos de femicidios y transfemicidios”, señalaron en el documento realizado por los organismos de derechos humanos de la Comisión Provincial por la Memoria.
Cabe destacar que durante la mañana en la Casa por la Memoria, exsede del centro clandestino de detención Brigada de Investigaciones se realizó un Encuentro Regional de Derechos Humanos durante el cual se debatió sobre el presente de los sitios de memoria, juicios de lesa humanidad, políticas de género y violencia institucional. La premisa del encuentro fue la de organizar una resistencia al fuerte retroceso en materia de derechos humanos.
Pasadas las 16, comenzó la concentración en la Casa por la Memoria para partir en caravana hacia el monumento en la ruta 11, donde el acto formal comenzó pasadas las 18.30, con la entonación del himno nacional y la lectura de las adhesiones de una extensa lista de organizaciones y colectivos de Chaco, Corrientes y Misiones, entre otros.
Antes de la lectura del documento, el conjunto Vera Monzón, de Mercedes, Corrientes, interpretó un chámame Adiós ciudad de Mercedes, en homenaje su compueblano Luis Díaz, uno de los fusilados el 13, recordado por los sobrevivientes de la Brigada de Investigaciones, entre otras cuestiones por la intensidad con la que cantaba ese tema durante su cautiverio. Fue uno de los momentos más emotivos de la tarde, con la música acompañando el recuerdo desde la alegría y la cultura popular.
Otro tanto para la participación de la misionera Teresa Franzen, hermana de Luis Arturo, otro de los ejecutados. Leyó una sentida carta en homenaje a su hermano, con una contundente postura política de rechazo al neoliberalismo.
EL DOCUMENTO
El cierre del acto vino de la mano de la lectura del documento consensuado por los organismos de derechos humanos que integran la Comisión Provincial por la Memoria (HIJOS CHACO, Ex Detenidos Políticos, Familiares de Desaparecidos por el Terrorismo de Estado, Red por la Identidad y Comisión Permanente por los Derechos Humanos).
“Seguimos viniendo aquí porque los crímenes de desaparición todavía se siguen cometiendo, porque los genocidas condenados, a pesar de haber sido hallados culpables, se niegan a decirnos el destino final de nuestras compañeras y compañeros. Nosotros y nosotras no nos vengamos, luchamos por políticas de memoria, verdad y justicia, y desde ellas aportamos a la construcción de sólidas bases de la democracia como sistema adoptado por el pueblo para andar los caminos de la liberación de la matria latinoamericana”, comenzó la lectura Paola Quintana, y luego Santiago Osuna, ambos de HIJOS Chaco.
Como ejes centrales del documento, se manifestó el repudio a “la política de ajuste y represión del Gobierno macrista. No toleraremos bajo ningún concepto la institucionalización del gatillo fácil, como lo desea la ministra Patricia Bullrich, con su protocolo que busca dar rienda suelta al poder asesino de las fuerzas represivas”. También, se recordó los casos de Jorge Julio López, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y “todas las víctimas del gatillo fácil, por los detenidos quemados o supuestamente suicidados en comisarías, por los desaparecidos, como nuestro Carlitos Wyss, Nicolas Leiva, Maira Benítez, Elvis Benítez, entre otros”.
Además, afirmaron: “Venimos aquí por la niña wichí indocumentada, violada, embarazada y muerta junto a su bebé por responsabilidad de un Estado ausente y funcionarios hipócritas. Venimos indignados porque hoy, a fines de 2018, el Estado comienza a blanquear su verdadero plan, el de aplicar políticas económicas similares a las que imponía la última dictadura con el terrorismo de Estado y con ello se acrecentá cada vez más la represión hacia los reclamos y las luchas populares. Cuando una persona muere de hambre, cuando alguien es asesinado por la Policía, cuando un campesino pobre es desalojado, cuando una mujer es violentada y asesinada por su pareja, nadie puede hacerse el distraído”.
A modo de cierre, se convocó a “reconstruir la unidad del campo popular que tanto necesitamos para aspirar a ser un pueblo soberano”.
