“Arte, arte, arte” dice Marta, como recitando un mantra a los cuatro vientos. El arte la ha penetrado con tanta hondura, que toda ella es arte, toda ella es happening.
Llega al Domo del Centenario el 19 de julio a las 19, en el Domo del Centenario, para hablar sobre "Arte efímero y de participación masiva", junto al curador Daniel Fisher.
Ante el título de su charla quién escapa a relacionar instantáneamente con su “Partenón de Libros” la gigantesca instalación de 1983 en la Avenida 9 de Julio de Buenos Aire; estructura con forma de templo griego “forrada” de libros prohibidos durante la dictadura, libros que al culminar la exhibición, fueron retirados por los espectadores llevándoselos a casa.
Acción similar en 2017,en la Documenta 14 de Kassel . En el mismo lugar donde los nazis quemaron miles de libros durante la “Campaña en contra del espíritu no-germano”, Minujín levantó una réplica a escala real del templo de la Acrópolis de Atenas (70 metros de largo, 30 de ancho, 20 de alto), añadiendo a su arquitectura 100.000 libros prohibidos provenientes de todo el mundo que el público se los llevó al concluir la muestra.
Minujín es historia viva del arte contemporáneo mundial, pero es también vanguardia, impulso vital, rutilante estrella que con sus atuendos de ligereza, humor y fugacidad, nos invita a las profundidades eternas.
ARTISTA
Marta Minujín nace en Buenos Aires en 1943. En 1960 recibe una beca del Fondo Nacional de las Artes y se muda a París. Allí, en 1963, realiza su primer happening, La Destrucción, que finalizó con la quema de sus obras. En 1965, presenta en el prestigioso Instituto Torcuato Di Tella junto a Rubén Santantonín, La Menesunda, una ambientación que ofrecía situaciones diversas e inusuales diseñadas para modificar las experiencias sensitivas de la audiencia, y que fue un verdadero suceso para la sociedad de la época. Entre 1967 y 1969 se traslada a New York, donde se vincula con los principales exponentes del Pop Art y el movimiento Fluxus, y continúa su experimentación con “arte mediático”. En 1973, expone por primera vez la legendaria Soft Gallery, en la Galería Harold Rivkin en Washington. Desde entonces, sus instalaciones e intervenciones participativas a gran escala en el espacio público han recorrido el mundo y la han posicionado como una de las principales exponentes del arte contemporáneo a nivel global. Sus obras forman parte de algunas de las colecciones más importantes del mundo. En la actualidad, Minujín vive y trabaja en Buenos Aires.