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Modelo agrobiotecnológico en Chaco: “La muerte es el denominador común”

La médica y militante por los pueblos fumigados María del Carmen Seveso presentó su libro “Resistiendo al Modelo Agrobiotecnológico. Para evitar la complicidad de las víctimas”. El evento se realizó en el Centro Cultural Municipal de Sáenz Peña, ciudad desde dónde hizo históricos aportes a esta lucha. Además, se transmitió de forma virtual, oportunidad en la que este matutino apuntó las principales ideas de la actividad. 

Ayer, se presentó el libro de la reconocida especialista y militante por los pueblos fumigados María del Carmen Seveso. “Resistiendo al Modelo Agrobiotecnológico. Para evitar la complicidad de las víctimas” tuvo una doble presentación: presencial, en el Centro Cultural Municipal de Sáenz Peña y, virtual, con la transmisión en vivo, de la que elDIARIO de la Región participó.

Acompañaron a Seveso, Liliana Ruíz de Utopía Libros, como entrevistador, un compañero de lucha, el ingeniero agrónomo Luis Castelán y como moderador el periodista José Luis Schiavonne. 

“Para nosotros, desde Utopía, era un libro muy esperado, (a María del Carmen) la hemos escuchado y acompañado. Ella forma parte de un movimiento que desde hace mucho activó por el pueblo fumigado. Tener el libro es un orgullo, es una herramienta, hay muchas funciones que pensamos para este, incluso antes de que este saliera”, dijo en la introducción Ruíz. 

Luego Schiavonne inició con una larga presentación de la trayectoria de la médica que hace muchos años investiga y trabaja sobre las consecuencias de los agrotóxicos en las personas. Médica y especialista en varias disciplinas relacionadas a la salud, doctorada en la Universidad Nacional del Nordeste, fue fundadora del área de Terapia Intensiva del Hospital 4 de Junio, y jefa de esa área y su homóloga en el Perrando. Miembro más que activo en el Consejo Bioético de Chaco y del nosocomio saenzpeñense, así como en las agrupaciones de médicos de pueblos fumigados y de salud popular. 

Seveso arrancó contando cómo fue el proceso de escritura de este libro. “Lo termino en plena cuarentena, no tenía editorial para publicarlo”, relató y dijo que encontró la editorial de un amigo oriundo de su mismo pueblo santafecino natal. El 30 de agosto estaba editado y allí, pensó: “No lo voy a poder presentar presencial, faltaba mucha cuarentena, no me convencía hacerlo por Zoom”. Agregó un agradecimiento a Liliana Ruíz por poder hacer posible esa presentación.

Contó que en el centro cultural estaban presentes personas que han aparecido en el libro porque están en la misma lucha. “Tenía que hacer (el libro) porque agotamos todas las instancias, el tiempo ya no nos permite sufrir lo que estamos sufriendo. Que el futuro de nuestros niños sea incierto, o más bien cierto: con problemas neurológicos”. Indicó que tenía tanta información que si lo ponía “con coherencia quizá se pueda entender que esto no puede seguir pasando”.

“Tuve que recordar la historia mediata de esta región, para mostrar que esto pasando no es una casualidad. Tiene toda una historia de sometimiento y dominación” siempre de poderes económicos y políticos, y de poblaciones que sufren, algunas más que otras, señaló. 

 

EL LIBRO

Sobre el libro, Castelán adelantó que empieza con una breve reseña del modelo productivo de Chaco en los últimos 100 años que, «en realidad ,fue mucho más que un modelo productivo”, dijo. 

“Se coloniza el territorio, se desplaza a los dueños originarios, se los reduce o se los mata, en pos de la producción. Se entregan los territorios para la producción de las vías de ferrocarril”, remarcó Seveso, y se preguntó también qué pasó con la forestal, que sometió y reprimió a quiénes en un principio eran trabajadores y que cuando reclamaron por derecho “son cruelmente expulsados y matados”. En esa línea, se preguntó por el ingenio azucarero Las Palmas: “La muerte es el denominador común. Siempre son los más pobres los que sufren, no es una lucha de iguales”, afirmó.

Seveso dedicó parte de su exposición a la masacre de Napalpí, las consecuencias territoriales de la expulsión de los pueblos indígenas y de las dos mujeres que rompieron con ese silenciamiento: Melitona y Rosa Grillo. “Fue una matanza pero hubo sobrevivientes que se escondieron por miedo, e hizo que ni siquiera denunciaran y se pidiera justicia”, algo que recién hizo eco este año. 

“Esto vuelve a pasar con nuestros pueblos fumigados, relacionado con el algodón, la agricultura”, aseguró, haciendo un paralelismo. Siguiendo adelante con la historia, aparecen las Ligas Agrarias, cuya organización de base “fue interrumpida por las multinacionales que avasallaron y se hicieron cargo”. “Los mataron y diezmaron a ellos y a sus familias”, expresó. 

Sobre lo agrobioteconológico, explicó que es un modelo que permite manipular biotecnológicamente a la semilla, “que es un organismo vivo” y así se comienza a aplicar en la agricultura. Cuando pasa “todo se relaja, la solidaridad ya no existe, porque había amenaza de tortura y muerte”, indicó como factores sociales, sumados a otros problemas como el picudo y el clima. “Qué mejor que esta soja que todo aguanta”, enfatizó la médica y añadió otra consecuencia: el éxodo de la población del campo.

Seveso fue contundente respecto al monocultivo: “Esta soja transgénica piensa a la Argentina de manera ilegal”. 

2011 fue el año en el cuál más soja se sembró en Chaco, contaron que desde empezó a asociarse por casos de pacientes de forma directa al glifosato usado en los monocultivos y sus modos intransigentes de aplicación con varias patologías graves y “neonatos con malformaciones”, a raíz de la transgresión y la disfunción endócrina que produce el glifosato en los cuerpos vivos. Otros trastornos hormonales como el autismo, la ansiedad, abortos espontáneos, también son estudiados. 

Castelán agregó que en libro, la autora hace un recorrido de citas bibliográficas a nivel clínico y molecular al respecto y añadió: “Para quienes dicen que no hay pruebas científicas”. 

 

CRIADEROS PORCINOS

Consultada en una ronda de preguntas al final sobre los criaderos de cerdos que busca aumentarse a partir del acuerdo de la Nación con China, Seveso consideró que sería una “terrible contaminación, con gran consumo de agua” y de alimentos transgénicos con efectos cancerígenos. Castelán agregó que si bien desde 2006 existen en Chaco lo que proponen es traerlos de forma masiva (25 criaderos de 12.500 en cinco provincias). 

Eso va generar un desequilibrio: “un desequilibrio que ya está”, sentenció. “Estamos transcurriendo una sequía impresionante y hace meses los campos estuvieron inundados”, indicó Seveso, para cerrar la idea de las consecuencias que hace tiempo se viven por este modelo. 

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