“Entendemos la urgencia de contar con un protocolo que responda y resuelva nuestras necesidades en cada facultad, porque cada vez son más recurrentes los casos de acoso y discriminación; muchas veces somos o fuimos sometidas/os al abuso de poder. La implementación del mismo debe ayudarnos y ampararnos ante cualquier caso de violencia”, argumentaron.
Según explicaron el objetivo será, mediante el consenso, que se pueda elaborar un documento integral que represente y responda a todas las necesidades y diversidades, también con el aporte de distintas profesionales con perspectiva de género, abogadas, psicólogas, medicas, entre otras..