Trabajadores de uno de los rubros más golpeados por las medidas de aislamiento social para contrarrestar la propagación del COVID-19, protestaron ayer con sus vehículos dispuestos en toda la zona Norte de ingreso a Resistencia, en la intersección con la autovía Nicolás Avellaneda.
Remiseros y taxistas demandaron con una medida de fuerza una reunión con el gobernador, Jorge Capitanich, para solicitar una ayuda económica con la que paliar la profunda crisis que los golpea desde hace más de 30 días.
Un gran operativo policial se montó en el lugar, en donde se les notificó de la prohibición de aglomerarse según los alcances del decreto N° 488 del Ejecutivo provincial. En tanto, los mediadores de Casa de Gobierno entablaron un diálogo que resultó en la programación de una audiencia prevista para hoy.
Posteriormente, un grupo de manifestantes se dirigió a Casa de Gobierno para exigir el mismo reclamo. Allí también la policía trató de notificarlos, pero el cruce fue aún mayor y terminaron 13 trabajadores detenidos en la comisaría 2ª. Además, fueron secuestrados tres automóviles.
Las causas no solo son ´por el incumplimiento del decreto sino por resistencia a la autoridad.
