Derechos Humanos

El colectivo feminista desmintió la denuncia por agresiones y vandalismo

El lunes, se realizó un “pañuelazo” en repudio a la maternidad forzada de la niña en Jujuy y la falta de intervención política, social, médica y judicial ante los derechos vulnerados de la menor. La propuesta local fue importante en número debido a que es una realidad cercana y, como innovación, se propuso hacerla también delante de una iglesia evangelista. Ayer, esta institución de fe denunció que las manifestantes agredieron a fieles y destrozaron el edificio. Este medio consultó con participantes de la marcha que aseguraron la falsedad de las acusaciones y expresaron que ellas sí fueron agredidas.

El lunes por la tarde, se realizó una convocatoria nacional y local a modo de “pañuelazo” y marcha en repudio a lo ocurrido con la niña abusada y embarazada a la que dilataron su derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y negaron el procedimiento con un parto forzado. Hecho similar ocurrió en la provincia pero con las consecuencias trágicas y muy posibles de la muerte tanto de la niña como del bebé poco desarrollado.

Con la consigna “niñas, no madres”, el repudio fue en Buenos Aires en la casa de Jujuy y se replicó en varias ciudades, incluyendo Resistencia. Durante el pañuelazo que fue en la plaza central, se decidió, tras un consenso espontáneo de quiénes se convocaron, hacer una marcha recorriendo las instituciones eclesiásticas que apoyan el discurso en contra de la ILE y la Educación Sexual Integral (ESI). La multitud pasó por la Catedral y luego trazó un recorrido por una de las iglesias evangelistas que se encuentran por la avenida 25 de Mayo.

Ayer, tras la actividad, las iglesias evangelistas emitieron un comunicado denunciando agresiones y destrozos en el edificio por el paso de la marcha. elDIARIO de la Región habló con varias de las protagonistas de la actividad, de distintas procedencias, para contrastar lo sucedido y rescatar el motivo de la manifestación.

La convocatoria surgió ante “la clara falta de acceso a un derecho fundamental”, comentó una de las mujeres que se convocó de forma independiente. Expresó que se definió llegar hasta la vereda de esta iglesia para repudiar a los poderes que se identifican con estos “discursos pro-vida” y “visibilizar los casos”, como el de esta nena jujeña y las varias que se conocieron en Chaco. También, recordó que las supuestas objeciones de conciencia siempre tienen un trasfondo clerical.

En un contexto dónde las provincias del NOA y NEA lideran los índices de embarazos de niñas y adolescentes, indicó que se decidió pasar por ambas iglesias, católica y evangelista y expresarse “de la manera en que siempre los hacemos: con cánticos, repudios a viva voz y pintadas en la fachada”. Remarcó que “es una acción política, no un acto vandálico”.

Relató que “un grupo de hombres se acerca y nos empieza a empujar. No pudimos terminar la pintada porque nos rodearon” y agregó que las personas estaban adentro del edifico y en la vereda, al parecer refaccionando el espacio. “Había mucha gente, hacen un cordón y nos empiezan a empujar. Sí hubo un forcejeo, las agresiones físicas fueron por parte de los integrantes de la iglesia”, manifestó.

La militante afirmó que lo manifestado con respecto a que agredieron y lanzaron piedras es “absolutamente mentira”. “En los videos de la cámara de seguridad que ellos mismos difundieron se ve claramente”, dijo y añadió: “ni se tiró piedras, ni ingresó al edificio”.

Sobre los motivos para manifestarse, fue clara: “considerando que la maternidad forzada es una tortura, la visibilización política de esto es un derecho y un deber las organizaciones”. También opinó que es una “clara desviación y estrategia para victimizar a los templo cuando son ellos los del discurso del odio y facilitan la muerte de niñas y bebes que dicen salvar”.

“Esta denuncia no nos va a hacer renunciar o amedrentar”, señaló y también rechazó la cobertura mediática que sólo repitió el comunicado de las iglesias y “no consultó a ninguna organización presente para ver si fuimos agredidas”.

Otra mujer, convocada desde su organización social, barrial y feminista, reforzó lo dicho sobre la decisión en el momento de realizar el pañuelazo en ambos templos. “La actividad frente a la catedral se llevó adelante sin ningún incidente”, y luego se prosiguió. Ella agregó el dato de que cuando una de las manifestantes decide pintar la vereda del edifico evangelista, varios hombres la rodean directamente para golpearla y es un profesor suyo que pasaba quien se interpone para que no suceda. “En ningún momento se agredió, sólo nos interpusimos para evitar que le hagan algo”, explicó.  El testimonio de este profesor también fue difundido en redes sociales y también desmiente que las agresiones hayan venido por parte del colectivo de mujeres. Tanto la joven como el profesor sumaron que hubo presencia policial y “que no hizo nada” porque no hubo disturbios graves.

 

“ES UNA BURLA A LOS RECLAMOS QUE ESTAMOS HACIENDO”

Una de las integrantes de la organización política que convocó a la actividad señaló a este medio que se propuso “como algo nuevo ir a una iglesia evangélica”, ya que son también “grades impulsores de esta campaña antiderechos”.

Comentó que se hicieron carteles y la actividad fue tranquila hasta la Catedral. Ya en el Centro Cristiano de Avivamiento, expresó varias personas participantes se apartaron para pintar de la multitud que hacía la tradicional foto con el pañuelo de la Campaña Nacional por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito. “Dos hombres se acercaron muy violentos. Ellos mismo dicen en los videos ‘la toqué nomas’ y todos sabemos cómo te tocan”, dijo.

Ella es una de las que aparecen en los videos que circularon e indicó que lo que atinó a hacer fue “ponerme en el medio entre la compañera y ellos y que no pase a más, que no la golpeen. Luego empezaron a insultar y bendecir”. También, expresó que al terminar fueron a la plaza y recomendaron que “con cuidado porque sabemos cómo es esta gente. En el video se me ve, pero respondí tal cómo ellos atacaban”.

Por último, subrayó que el objetivo es denunciar esto a nivel local, por Agustina y las niñas wichís, “que salgan a apoyar a la paredes es una burla a los reclamos que estamos haciendo” y dijo sólo hicieron un “circo mediático”.

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